[FONT="]el Schanhorst[/FONT] el barco que produjo la muerte de sus propios constructores [FONT="][/FONT] [FONT="] [/FONT] [FONT="] [/FONT] [FONT="]Incluso mientras lo estaban construyendo, el acorazado nazi Scharnhorst tenía una mente propia. Cuando estaba solamente en la mitad de su construcción, crujió de pronto y cayó de lado, matando 60 hombres e hiriendo gravemente a otros 110. La noche antes de su proyectada botadura, el Scharnhorst rompió las amarras y destruyó un par de enormes barcazas al pasar sin dirección del muelle al agua. Después, en uno de sus primeros encuentros, estalló una torreta, matando a doce hombres. [/FONT] [FONT="] Cerca ya del final de la guerra, el acorazado fue enviado al extremo norte de Noruega para destruir convoyes británicos. Un capitán de fragata británico, al ver que se acercaba una nave nazi, ordenó una salva de cañonazos a discreción. El Scharnhorst fue alcanzado de lleno y destruido por las explosiones. Volcó y se sumergió en el mar, a unos noventa kilómetros de la costa de Noruega. [/FONT] [FONT="][/FONT] [FONT="] La mayoría de los tripulantes murieron en el acto, pero unos pocos supervivientes fueron recogidos por los británicos. Otros dos consiguieron llegar a una pequeña isla en un bote salvavidas. Sus cuerpos fueron encontrados unos años más tarde, cuando la guerra ya no era más que un cruel recuerdo. Por lo visto, había estallado su hornillo de petróleo de emergencia, matándoles instantáneamente. También a ellos les había alcanzado la maldición del Scharnhorst . [/FONT]