Tienen 18 hijos y rezan por más

A los Super-padres Gil y Kelly Bates, les encantan los bebés y no pueden dejar de tenerlos.

La pareja, de Tennessee, EE.UU., celebró el nacimiento de su hijo número 18, hace un mes y ya están rezando para más.
Los Bates parecen que van, por ser la familia más grande en el mundo, están atrás tan sólo por un bebé de la familia Duggar de Arkansas, que tienen 19 hijos.
“Vamos a tener más niños si Dios lo permite”, dijo orgulloso el padre Gil, de 45 años, un podador de árboles. “Los niños son una bendición y Dios nos ha bendecido, muchas muchas veces.”

La dedicada madre Kelly, de 43 años, dijo: “Nos encantan los niños y cada niño trae alegría extra para nuestra familia. El momento más emocionante es cuando llega un nuevo bebé”.
“¿Todos se preguntan si los niños van a estar a la cabeza, o las chicas van a estar a la cabeza?”
La pareja se casó hace 23 años, y Kelly ha estado embarazada casi todos los años.

Su gama incluye a Zach, de 21 años, Michael, 20, Erin, 18, Lawson, 17, Nathan, 16, Alyssa, 15, Tori, 14, Trace, 13, Carlin, 12, Josie, 11, Katie, 10, Jackson , 8, Warden, 7, Isaías, 5, Addallee, 4, Ellie, 3, Callie-Anna, 1, y Judson Wyatt, de un mes.

El Papá Gil está ocupado en ampliar su casa que ya tiene cinco dormitorios, ocho baños, dos cocinas, un comedor amplio con una mesa de 14 pies y su propio vivero y un aula.
Los Bates se niegan a tener un televisor en la casa, su tiempo libre la pasan jugando, cantando y tocando instrumentos.
Los fines de semana van a cantar juntos en el pueblo de casas antiguas para difundir la buena voluntad.
Gil tiene un negocio de cuidado de los árboles con algunos de sus hijos mayores, mientras que Kelly, una ama de casa, enseña a todos los niños más pequeños en casa.
La familia recibe una enorme cantidad de alimentos cada semana, sólo para el desayuno la familia se alimenta con, 48 huevos, cuatro paquetes de tocino, 40 panecillos y dos panes grandes.
Gil y Kelly se conocieron en la universidad en 1986, se casaron en 1987 y ella se quedó embarazada poco después. La mesa del comedor es tan grande que realmente no pueden oír a los demás en el otro extremo,” dijo Gil.
La casa tiene cuatro lavadoras y dos secadoras grandes industriales para hacer frente a los siete cargas de lavado que hay que hacer todos los días.

“Los chicos son muy responsables y se cuidan el uno del otro,” dijo Kelly. “Me cuesta incluso cocinar en estos días.”
“Siempre me ha gustado tener un montón de hermanos y hermanas”, dijo Zach, el mayor, 21 años, que es un bombero voluntario, y ayuda en el trabajo de su padre.
“Siempre hay alguien con quien jugar. Siempre hay un amigo. No sé lo que siente estar solo”.


Fuente: dailymail