Hormonas Anabólicas y Entrenamiento

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por marcelobsa, 18 May 2010.

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  1. marcelobsa

    marcelobsa Usuario Nuevo nvl. 1
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    amigos aca les dejo un articulo sobre hormonas y cresimiento muscular muy interesante.

    saludos.


    Hormonas


    El entrenamiento genera un desequilibrio químico que debe ser compensado por nuestro
    organismo. Las hormonas juegan un papel muy importante en esa compensación. Llevadas por
    la sangre, estas desempeñarán un importante papel dentro del metabolismo energético,
    ayudarán a mantener el equilibrio interno y tendrán un actividad intensa en la biosíntesis.
    Describiremos una a una a las hormonas que juegan un papel de relevancia en el
    entrenamiento y posterior recuperación de los deportistas.
    Testosterona
    La testosterona, hormona sexual de primer orden es la encargada de aportar los caracteres
    sexuales masculinos. Mayoritariamente es sintetizada a partir del colesterol por las células de
    Leydig de los testículos, y en mucha menor proporción por los ovarios femeninos. El 97% de la
    testosterona viaja por la sangre unida a proteínas.
    En la próstata y en otros tejidos especializados la testosterona se convierte en su variedad
    fisiologicamente activa, la dihidrotestosterona. Los aumentos en la secreción endocrina de
    testosterona están regulados por el eje hipotálamo-hipofisiario-testicular a través de sus
    hormonas. Gnrh - FSH. La Testosterona tiene o juega un papel fundamental como agente de
    metabolización Proteica. Es la responsable del crecimiento muscular y de la recuperación
    plástica post - entrenamiento.
    Cuando realizamos un entrenamiento con sobrecarga, estamos buscando fundamentalmente
    resultados sobre nuestra masa muscular. Estos efectos serán notorios si nos aseguramos que
    la concentración de la testosterona en sangre sea alta. Diversas experiencias han demostrado
    aquello que los búlgaros planteaban allá por la década del 80, que los ejercicios intensos
    aumentan la concentración plasmática de testosterona. Cuando hablamos de intensidad, esta
    es alta, muy alta, por encima del 85%.


    [​IMG]

    El ejercicio debe ser poliarticular y en preferencia dinámico. En estas condiciones ustedes
    podrán verificar el planteo que haremos a continuación.
    Durante los primeros minutos después de iniciado un entrenamiento de características
    intensas, nuestra concentración sanguínea de testosterona comienza a crecer hasta alcanzar
    un pico máximo entre los 30 y 40 minutos de comenzado el trabajo, luego la misma comienza a
    descender hasta alcanzar valores desfavorables para el entrenamiento después de 90 minutos.
    La primera conclusión que podemos obtener es que los entrenamientos con sobrecarga son
    inútiles si se extienden más allá de 90 minutos. Los entrenamientos deben ser cortos e
    intensos.
    La fatiga nerviosa juega otro punto a favor de este planteo, resulta muy difícil mantener una
    intensidad considerable más allá de 90 minutos. En el alto nivel deportivo el trabajo diario que
    es necesario realizar excede normalmente los 90 minutos. Luego de realizada la primera
    sesión, un descanso de entre 40 y 50 minutos recompondrá los valores de concentración
    sanguínea de testosterona nuevamente. Estaríamos en condiciones de realizar una nueva
    sesión de entrenamiento. Este proceso se reiterará de la misma forma en una tercera
    oportunidad, siendo para cada vez, la concentración un poco más alta que la anterior.
    En resumen el primer ejercicio del plan, debe ser dinámico e integrador, para que active la
    mayor cantidad posible de unidades motoras y propicie el aumento de la concentración
    hormonal. El segundo y tercer ejercicio serán aquellos que consideramos fundamentales para
    esta sesión de entrenamiento. Los ejercicios que ocupan el final del entrenamiento, serán
    preferentemente aquellos que trabajen el sostén. Considerando que sobre el final del
    entrenamiento nuestro sistema nervioso se encuentra algo fatigado, esta circunstancia es
    lógica, porque los ejercicios de sostén necesitan un esfuerzo neurológico de menor intensidad.
    Los niveles más altos de testosterona se alcanzan por la mañana, por lo que se recomiendan
    los entrenamientos matinales para el desarrollo de la fuerza y la potencia.

    Eje Testosterona-Cortisol

    El cortisol es una hormona catabólica, que se contrapone a la acción anabolizante de la
    testosterona. Hakkinen en 1985, demostró que existe una alta correspondencia entre los
    valores del eje testosterona - cortisol y los resultados en el entrenamiento de la fuerza. Si nos
    basamos en el ritmo circadiano bastante similar de ambas hormonas, López y Manso en 1991,
    encontraron los mejores valores en horas de la tarde. Con lo que aparece una nueva opinión
    válida si lo único que hacemos en el día es entrenamiento con sobrecarga. En los
    entrenamientos mixtos, los esfuerzos de volumen alto tienden a aumentar la concentración de
    cortisol en desmedro de la testosterona.
    En resumen, cuando los entrenamientos son mixtos, el entrenamiento con sobrecarga, reclama
    ir primero.
    Por ejemplo:
    Supongamos que estamos organizando las tres sesiones diarias de entrenamiento de un
    equipo de basquetbol. En la primera realizaremos el entrenamiento con sobrecarga.
    Inmediatamente después realizaremos el entrenamiento específico de básquetbol. De esta
    forma el primer entrenamiento servirá como entrada en calor y activador neurológico para el
    segundo. Esta organización conseguirá también una transferencia del entrenamiento de
    sobrecarga a los movimientos específicos del deporte. En la tercera sesión haremos el trabajo
    de preparación física de campo, que seguramente tendrá una mayor componente aeróbica, con
    lo que fisiologicamente mejoraremos notoriamente la efectividad general del entrenamiento.

    Insulina

    La insulina es una hormona aminoacídica secretada por el páncreas, con importantísimas
    funciones en cuanto a la regulación del metabolismo de los carbohidratos, las proteínas y las
    grasas. Aumenta el transporte de glucosa a las células, posibilitando su recuperación. Aumenta
    el transporte de aminoácidos y favorece la síntesis proteica. Aumenta la síntesis de ácidos
    grasos y disminuye la lipólisis, por lo que el control de la insulina se vuelve fundamental en
    ciertos procesos de pérdida de adiposidad. Son estimuladores de la concentración de insulina,
    la glucosa y ciertos aminoácidos como la arginina y la leucina. El ejercicio al reducir las
    concentraciones de glucosa en sangre actúa como un inhibidor de los niveles de insulina.

    Insulina y recuperación

    Un corto tiempo después de finalizado el trabajo, cuando nos encontramos en reposo, la
    concentración de insulina aumenta recuperando sus niveles normales. La insulina permite la
    incorporación de los agentes de recuperación desde la sangre hasta la fibra muscular. Es de
    vital importancia que luego de finalizado el entrenamiento con sobrecarga, existan en sangre
    cantidades suficientes de aminoácidos para que pueda producirse la recuperación plástica del
    desgaste producido. Por lo tanto se recomienda la ingestión de proteínas o aminoácidos
    inmediatamente después de finalizado el entrenamiento para asegurar la reconstitución del
    tejido muscular. Estos aminoácidos se suelen consumir acompañados de glucosa, para
    asegurar el aumento de la insulina y las posibilidades de transporte. Si antes del entrenamiento
    consumimos alguna fruta, la fructosa tardará un tiempo en reconvertirse a glucosa,
    aumentando entonces la concentración de insulina posterior.

    Somatotrofina

    La somatotrofina (STH) es un polipéptido de 191 aminoácidos. Su acción es regulada por el
    hipotálamo mediante la emisión de hormonas estimuladoras GHRH, o inhibidoras SHRH. En el
    ámbito celular es una hormona anabólica en lo que respecta al transporte de aminoácidos y a
    la síntesis de proteínas. En el tejido adiposo aumenta la lipólisis y la secreción de STH está
    controlada por el hipotálamo. En lo que a entrenamiento se refiere nos interesa su función de
    acelerar el metabolismo, acentuando los procesos de recuperación. La concentración de STH,
    aumenta con el entrenamiento intenso y parece responder también a la acidificación del medio
    por la aparición de ácido láctico. Hakkinen en 1988 encontró valores en pesistas de entre 9 y
    12 veces el valor original, los valores más altos sin embargo se alcanzan 1 hora después de
    haber finalizado el entrenamiento. Su concentración más alta la alcanza, por la noche, en la
    parte más profunda del sueño, (Fases III y IV) ocasión en la que el organismo realiza las
    funciones más importantes de recuperación orgánica. El aumento de la temperatura corporal,
    también induce al aumento, lo que explica en parte el aumento notorio en la recuperación que
    proponen las sesiones de sauna. Es imprescindible para los atletas de rendimiento, dormir una
    adecuada cantidad de horas por la noche. Los horarios de sueño deben mantenerse ya que las
    hormonas tienden a comportarse en forma cíclica y de cambiarlos es muy probable que no se
    produzca adecuadamente la recuperación.

    Edad y concentración hormonal

    [​IMG]


    Hemos visto que el entrenamiento con sobrecarga es efectivo sólo si poseemos una
    concentración razonable de testosterona que permita la formación de masa muscular.
    Estas condiciones se presentarán después de la pubertad. La comprobación más sencilla que
    puede hacer un entrenador para determinar el momento preciso del aumento de la
    concentración hormonal, para comenzar a entrenar con sobrecarga, surge de una evaluación
    muy sencilla. Uno de los primeros síntomas del despegue hormonal es el crecimiento violento
    de la longitud de las piernas. Los entrenadores solemos tener registros del salto en largo sin
    impulso de los jóvenes con los que trabajamos. Si de un día para el otro, este registro aumenta
    considerablemente, sabemos que al día siguiente debemos enviar a ese joven al gimnasio a
    comenzar sus entrenamientos con sobrecarga. Tiempo atrás existía la disyuntiva, sobre el
    tiempo cronológico en el que se debía comenzar a entrenar la fuerza. Algunos autores
    preferían esperar hasta los 17 años, que los niveles de concentración hormonal fueran
    máximos y que el proceso de maduración ósea estuviera más avanzado. Otros, entre los que
    me incluyo preferimos comenzar inmediatamente después de registrado el despegue hormonal.
    Nos asisten varios motivos. Los porcentajes de evolución comenzando antes, son
    incomparables 350 al 500% de mejoría, contra 150-250%, si comenzamos después de los 17
    años. El supuesto peligro de iniciar la sobrecarga cuando el sistema osteoarticular no se
    encuentra preparado, se resuelve con una perfecta técnica de ejecución y sobrecargas
    adecuadas a las posibilidades, sumado a un importante trabajo para desarrollar la musculatura
    de sostén. Entrenar la sobrecarga en estas edades tempranas, es como apuntalar un arbolito,
    para que crezca derecho y saludable.

    Ciclo menstrual y entrenamiento


    El ciclo menstrual es un sistema producido por acciones precisas del sistema nervioso central,
    el ovario, la hipófisis y el sistema reproductor femenino y consta de dos grandes fases:
    • La folicular, que da lugar a la ovulación. En ella la secreción de estradiol aumenta
    progresivamente hasta alcanzar un pico justo antes de la ovulación.
    • La fase luteínica, que comienza con la ruptura del folículo y culmina con la próxima
    menstruación. En esta fase se encuentran niveles elevados de progesterona.
    La asimilación de las cargas por parte de las atletas femeninas depende fundamentalmente de
    sus ciclos hormonales. Las diferentes fases de su ciclo menstrual determinaran su capacidad
    de realizar más o menos entrenamiento. Un manejo inadecuado de las cargas, puede provocar
    irregularidades en la menstruación y una pobre evolución de los resultados deportivos. En un
    ciclo de 28 días las cargas se distribuirán como muestra la figura.
    [​IMG]
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    Las cargas más altas del entrenamiento corresponderán a los periodos pre y post -ovulatorio,
    siendo el primero el de mayor capacidad de absorción de carga. La semana premenstrual es la
    más pobre en cuanto a asimilación de carga se refiere. Esto se debe a la presencia de una alta
    concentración de progesterona. Esta hormona es catabólica y perjudica notoriamente al
    entrenamiento. Las mujeres toleran mucho menos la intensidad que los hombres, esto se debe
    fundamentalmente a que poseen una menor cantidad de testosterona, lo que les dificulta la
    formación de masa muscular. Sin embargo están capacitadas para realizar volúmenes de
    trabajo algo superiores.
    Algunos entrenadores aconsejan a sus deportistas realizarse exámenes de orina diarios
    durante 56 días. El objeto es poder graficar la evolución de las cantidades de hormona a lo
    largo de la actividad de los dos ovarios.
    Se determinará específicamente las concentraciones más altas de progesterona, para poder
    bajar la carga en esas circunstancias.
     
    #1 marcelobsa, 18 May 2010
    Última edición: 20 May 2010
  2. MorTh

    MorTh Usuario Nuevo nvl. 1
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    vale por la info
    falto la figura si, cuando habla del ciclo menstrual

    saludos
     
  3. marcelobsa

    marcelobsa Usuario Nuevo nvl. 1
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    ya subidas las fotos y arreglado el tema... saludos
     
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