13/12/2012 A Lucho Mena no le dan dos añitos en colo-colo

El capitán llegó a la Ruca con la ilusión de renovar por 24 meses y un sueldo de 8 palitos, pero la respuesta de ByN fue tajante: 12 meses de contrato y sin aumento.



Más ilusionado que cabro chico escribiéndole la carta al Viejo Pascuero, llegó ayer Luis Mena al Monumental. ¿Lo malo? En la Ruca se dio cuenta que Papa Noel no existe...
Es que al capitán de Colo Colo le hicieron la mansa ni que tapa, cuando expresó sus deseos para esta Navidad.
Todo comenzó cuando el único rubio natural que tienen los de Macul comenzó a pensar en la renovación de su contrato.
El central se dijo a sí mismo: “Mismo, te has portado bien este 2012. Agarraste la jineta de capitán cuando las papas quemaban, terminaste jugando y tienes compañeritos que ganan 16 palos mensuales y ni la mojan... ¡Te mereces un aumento!”.
Así llegó al estadio que lo vio dar sus primeras patadas y al cual le ha entregado 10 Torneos Nacionales. Su idea era clara: Dos años de contrato y subir su sueldo de 6 a 8 millones de pesos cada treinta días.
“Espero un gesto, es lo que uno espera siempre por todo lo que ha entregado. Ojalá todo salga bien”, dijo Luchito en la puerta del Monu.
Pero la directiva de ByN no estaba ni ahí con salirse del escuálido presupuesto que tienen para el próximo año y la respuesta fue tajante: “Luchito, te queremos, pero sólo te podemos ofrecer un año más, te mantenemos el mismo sueldo y mechada palta gratis para tu familia cuando venga al estadio”, le contestaron.
Ahí la cara del ídolo le llegó al suelo. Intentó convencerlos diciéndoles que hasta Omar Labruna lo declaró como “prioridad” para el próximo campeonato, pero los ejecutivos de la concesionaria tienen el pecho más frío que la nariz que Rodolfo, el reno.
Entonces el dire deportivo del club, Juan Gutiérrez, intentó salvar la situación y les dijo a todos los involucrados, incluyendo el mánager de Mena, Sergio Morales, que siguieran “conversando” en la semana para intentar llegar a un acuerdo “satisfactorio” para todos.
“Definiremos por sí o por no el tema. Yo quiero seguir, ellos también, tengo la venia de Omar Labruna, pero hay que llegar a acuerdo en lo económico y en la extensión del contrato y ojalá el viernes lleguemos a un buen puerto”, explicó el jineteado a la salida de la reunión.
Pero su cara era larga. El Viejito Pascuero ya era una quimera y ni siquiera ha disfrutado de sus vavaciones. “Han sido extrañas. Me gustaría haber estado mucho más tranquilo en esta época del año”, concluyó.

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