Matronas rechazan a médico que denunció a mujer por hacerse un aborto en Calama

24/03/2015





Matronas rechazan a médico que denunció a mujer por hacerse un aborto en Calama

Joven de 25 años fue detenida el pasado sábado luego que el ginecólogo que la atendió de urgencia en el hospital de la ciudad acudió a Carabineros para detenerla.

Martes 24 de marzo de 2015 | por Nación.cl Publicado por: C.M.

La presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, rechazó el accionar del médico de turno que denunció ante Carabineros a una mujer que llegó hasta el recinto con síntomas de haberse practicado un aborto.

El hecho ocurrió el pasado sábado en la ciudad nortina, pero solo trascendió este martes cuando el hecho fue confirmado por las autoridades del hospital Carlos Cisternas.

A juicio de la timonel de las matronas, el médico “violó su juramento de confidencialidad. Segundo, se olvidó que era médico y él está para dar salud, no para meter presa a las personas”.

“En un contexto de debate hoy día, donde los médicos van a empezar a hacer denuncias, yo le pediría a la población que se abstenga de acercarse a los médicos, porque corren peligro de caer detenidas”, recalcó.

El nombre del médico, ginecólogo de especialidad, no ha trascendido pero fue él quien atendió a la joven de 25 años que fue detenida tras llegar hasta el hospital con sangramiento vaginal e intenso dolor abdominal.

El profesional en cuestión la atendió y al percartarse que la mujer pudo haber utilizado Misotrol, un conocido agente abortivo, llamó a Carabineros para denunciar el hecho.

El director del hospital, Patricio Toro, explicó que la decisión “se adoptó, según una denuncia directa de un ginecólogo de turno, respecto a un probable aborto inducido en base a algunas indicaciones de la matrona. Por lo tanto, eso ya está en manos de la Justicia”.

El subsecretario de Salud, Jaime Burrows, dijo por su parte que “existe una norma que señala que hay que hacer la denuncia”, pero que la cartera ha pedido a los médicos no transformarse en agentes de interrogatorios a las mujeres.

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por G. Sandoval, F. Díaz y O. Fernández - 25/03/2015 - 07:00



La urgencia del Hospital de Calama, durante la tarde de ayer.

Que se había sentido mal en la mañana, por lo que que acudió a una feria a comprar remedios y que, allí, una mujer desconocida le entregó dos dosis de un medicamento para, supuestamente, paliar el dolor que la aquejaba. Eso declaró a Carabineros la joven de 25 años que fue denunciada por un médico del Hospital de Calama, como autora de un presunto delito de aborto, tras ser atendida en el lugar por un profuso sangramiento.

Según explicó el director del recinto, Patricio Toro, la mujer llegó durante la madrugada del pasado domingo hasta la urgencia del hospital, con un cuadro de hemorragia, y fue atendida por el personal de turno.

Tras la evaluación médica se determinó que la joven estaba embarazada, con un aborto en desarrollo y se hallaron restos de misotrol, un fármaco prohibido en el país y que se vende en forma clandestina, para interrumpir los embarazos.

“La evaluación realizada arrojó una sospecha de acciones de tipo abortivas, cuadro que se consumó durante su hospitalización, lo que llevó a denunciar lo ocurrido, pues se constató el uso de fármacos, en este caso Misotrol”, dijo Toro, quien agregó que, con estos antecedentes, el médico ginecólogo de turno presentó la denuncia en Carabineros, quienes, a su vez, informaron lo ocurrido a la fiscalía.

Siguiendo el procedimiento, desde el Ministerio Público se ordenó que la mujer quedara detenida en el hospital a la espera del control de detención, que se realizó la mañana del lunes, en ausencia de la paciente, quien recibió el alta durante la tarde de ese día. En esta instancia se decretó su libertad, previa citación a la fiscalía local, donde deberá prestar declaración.

Reacciones

Los hechos generaron una fuerte polémica entre profesionales de salud y autoridades del sector. Esto, en el marco, además, de la tramitación del proyecto que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo (por riesgo vital de la madre, inviabilidad fetal o como consecuencia de una violación) y que elimina, además, la obligación para los médicos de denunciar abortos, al indicar que primará la confidencialidad entre el profesional y la paciente, en lugar de la obligación de denunciar. Según se detalla, la norma “busca privilegiar el deber de confidencialidad por sobre el deber de denuncia ante una interrupción del embarazo realizada por la mujer o por un tercero, con su consentimiento”.

Se añade que “con ello, se permite que la relación médico-paciente no esté condicionada por la amenaza penal”.

Sobre las críticas, Toro sostuvo que “hay una norma vigente, un procedimiento al que el médico está obligado cuando toma conocimiento o sospecha de un aborto inducido”, aludiendo el Código Procesal Penal, que estipula que médicos y jefes de recintos hospitalarios quedan obligados a denunciar cuando “notaren en una persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito al examinar”. También establece que toda persona a cargo de un establecimiento de salud “dará en el acto cuenta al fiscal de la entrada de cualquier individuo que tuviere lesiones corporales de significación”.

El proyecto de ley agrega a ambos artículos una excepción: el delito de aborto, “respecto del cual prima el deber de confidencialidad”.

El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, sostuvo que efectivamente la ley determina que frente a un delito de aborto se debe hacer la denuncia, pero que “hemos instruido como Ministerio de Salud, en virtud de la confidencialidad, que los profesionales que atienden a mujeres no se conviertan en agentes de interrogatorio”.

Añadió que “hay deber funcionario, pero también profesional que debe velar por la necesidad de la atención. Esperemos que esto se subsane en la nueva legislación”, precisó.

Por su parte, Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, sostuvo que el médico denunciante “violó su juramento. Yo sé que la ley obliga a denunciar, pero nosotros juramos por recuperar la salud y que un médico denuncie a una mujer es asumir un rol de soplón.

Nosotros no somos ni soplones ni carceleros de nadie”.

En tanto, el presidente del Colegio Médico de Antofagasta, Aliro Bolados, explicó que el facultativo actuó apegado a la norma, que también estipula sanciones en caso de incumplimiento. “Mientras esto no se modifique, el médico queda obligado a cumplir la norma, porque de otro modo se puede perseguir su responsabilidad penal”.