Me cogí a la mas buena del gym

Hace años, me inscribí a un gimnasio para hacer ejercicio, dado que mi constitución fisica es delgada, me gusta hacer pesas para tener mayor masa muscular y ganar algo de peso.

El gimnasio donde me inscribí era uno de los mas populares de la ciudad, en las tardes se veia todo tipo de gente, hombres y mujeres haciendo ejercicio, y de las mujeres habia una que sobresalía de entre las demás.

Lo común en un gimnasio es ver a la clasica gordita sudorosa que trata de rebajar las lonjas en el spinning, a la mujer de cuerpo feo con llantita tratando de bajar esos kilos de mas, o la mujer media machorrona que no le pone atención a su arreglo personal y que hace ejercicio casi con ropa de hombre.

Esta chica que les voy a contar era todo lo contrario. La voy a describir: Alta, delgada, de estructura osea fina, exquisita, como dicen por estos lares, con una cara bonita (no demasiado) su pelo siempre agarrado en una cola de caballo, poco pecho (el exceso de ejercicio hacia que tuviera muy poca grasa corporal, y por lo tanto el volumen de sus senos era mas bien pequeño) aunque se ponía sostenes que intentaban compensar esto. Un vientre planito, incluso con las abdominales marcadas, en una cinturita de esas que casi puedes abarcar con tus dos manos abiertas a tomandola de los lados, y lo mejor: un trasero celestial, grande, parado, duro, perfectamente bien formado por largas horas de ejercicio, un par de piernas esculturales, firmes, y enfundada en unas mallas que realzaban esos atributos.

Para mayores señas, hagan de cuenta las piernas y el trasero de ines sainz.

Esta por demás decir que nos traía locos a todos los hombres del gimnasio, casi nadie dejaba de mirarla disimulada o descaradamente, cuando hacia sus ejercicios, especialmente aquellos donde se ponia boca abajo para ejercitar los cuadríceps de las piernas.

A mi me sucedió que incluso me tuve que mudar a otra parte de la ciudad, pero permanecí inscrito en ese mismo gimnasio con tal de seguir viéndola.

Obviamente eran muchos los hombres que se le acercaban, y extrañamente siempre se le veía llegar o irse sola. Y es que era de un carácter muy serio y un poco hostil. De las pocas veces que yo intenté hablar con ella siempre me contestaba de una forma muy cortante nunca le pude hacer plática.

Asi transcurrieron algunos meses, hasta que en una ocasión al estar yo haciendo ejercicios en una maquina ella se acercó y me pregunto que si me iba a tardar mucho, yo le dije que no, y ella se quedó ahí recargada esperando a que terminara mis ejercicios. Se veía fabulosa en una malla gris ajustadísima, que le marcaba la curva de sus piernas y el triangulo rico que se veia en su entrepierna.
Empezamos a platicar, no recuerdo de que, pero me sorprendió ver un cambio en ella de ser tipicamente hostil, me empezo a hacer un poco de plática y pensé para mis adentros (hasta que se me hizo). Sin embargo, en dias posteriores ella volvió a su hostilidad habitual.

Ella trabajaba en una agencia de reservaciones, y una vez, me tocó acompañar a un amigo a hacer una reservación, la encontre sentada en su escritorio, vestida con un traje sastre de los que tipicamente usan las mujeres para trabajar, mientras hacia la reservacion, nuestra conversación no pasó de un hola. Ella seguía haciendo su trabajo mientras yo rogaba que en algun momento se parara para verle ese trasero imponente. Mis suplicas fueron escuchadas, y en un momento ella se levantó para hacer algo dejandonos ver sus excelentes curvas en un pantaloncito muy ajustado que le quedaba de maravilla.

Total, que me aventuré a invitarla a salir la siguiente vez en el gimnasio, obteniendo como respuesta un no rotundo. Ella me decía que no estaba interesada en salir con nadie por el momento, y que además no me conocía. (y vaya que me iba a conocer despues).

Entonces decidí irme a otro gym mas cerca de mi casa y olvidarme del asunto. Y pasó lo inesperado. Un amigo me comentó que ella le había preguntado por mi, al ver que yo ya no iba a ese gym. Este amigo me hizo el grandisimo favor de darle mi cel. Y posteriormente cuando me vió me dijo que M había preguntado por mí, expresando envidia por esa situación.

A los pocos dias recibí un mensaje de texto en mi cel. Era de ella.

- Hola, sabes quien soy?

Yo: - No, quien eres?

- Soy alguien que una vez invitaste a salir pero que en esa vez no quise.

Yo: (haciendome el tonto) – No se quien eres, pero porque no quisiste salir conmigo esa vez?

- Es que no te conocía y tenia miedo de relacionarme con otras personas.

Yo: Eres M? Vaya, esto si es una sorpresa…

El resto de los mensajes fueron insulsos, la cosa es que de ahí quedamos un sabado en que la pasaría a buscar a la salida de su trabajo, que era como el mediodia.

Ese dia, me presenté a su oficina y cuando la vi salir, casi se me cae la quijada hasta el suelo.

Salio vestida con un sueter delgadito verde, pegado que realzaba su talle, su cintura, sus brazos delgaditos. Con una minifalda tableada color gris, no muy corta, pero tampoco muy larga, le llegaba como a la mitad de los muslos… que que muslos, dios mio! Y calzando un par de botas altas que le llegaban un poco debajo de la rodilla.

Se veia divina! Y buenisima! Nunca en todos los meses que llevaba viendola en el gym me habia parecido tan hermosa. Su minifaldita tableada al caminar le oscilaba hacia atrás y adelante en la parte que colgaba de ese hermoso y paradisimo trasero. Y en la parte de adelante, ver como salian ese par de piernas de esa minifaldita…. Bueno… que les puedo decir.

La llevé a comer, platicamos de muchas cosas, hasta ese momento yo realmente no sabia mucho de ella, empezamos a conocernos y de ahí me la llevé a un mirador que hay en una parte alta de la ciudad, donde pensaba que podriamos tener un poco mas de privacidad. Para mi mala suerte, el mirador estaba lleno de parejas, familias y gente de todo tipo. Al llegar nosotros, vi como varios de los hombres que estaban ahí se le quedaban viendo, pues realmente se veía espectacular.

A las mujeres les gusta que las lleven a sitios asi, de ahí seguimos platicando recargados en el carro y yo aproveche para abrazarla a mi lado discretamente, pues estaba empezando a hacer un poco de frio. Me hubiera gustado que se recargara sobre mí para abrazarla y sobre todo poder sentir ese trasero hermoso que se insinuaba bajo la minifalda, pero como dicen los cazadores, hay que tener paciencia para cazar a tu presa, y me contuve.

Total que la llevé a su casa hasta ya tarde, y quedamos de volver a vernos, ella se veía muy complacida con la cita, y al parecer lo que había conocido de mi le habia gustado.

En el transcurso de esa semana, seguimos mandandonos mensajes, yo diciendole lo mucho que habia disfrutado de su compañía y cosas asi, y quedamos de vernos para salir otra vez al siguiente sabado.

En esta ocasión, ella salío con unos jeans ajustados, y una camisita sin mangas, no tan espectacular como la primera vez pero igualmente deseable.

Anduvimos paseando por ahí, ya tomados de la mano, platicando, etc. Hasta que en un estacionamiento me anime a besarla, y ella no me rechazó.

Besaba muy rico, con mucha pasión y muy entregada. Parecía que yo le habia gustado de hace tiempo atrás pero ella, timida por naturaleza nunca me habia dejado entrever nada.

Entre tantos besos empecé a tratar de recorrer su cuerpo, ella sentada en el asiento del copiloto y yo en el del conductor, lo malo es que la consola central del carro no se prestaba como para que me pudiera acercar mas. Toqué sus piernas, que estaban duras, carnosas, su cintura, y traté de llegar a su trasero, pero la posición de ella y lo alejado que estaba yo me lo impedía.

Entre los besos ella me dijo: Te gustan mis nalgas?
Yo le dije: Me gustas toda tu, me has gustado desde el primer momento en que te ví.

Traté de fajármela ahí mismo pero estabamos en un estacionamiento, ella estaba nerviosa, asi que decidí llevarmela a otro sitio.

Mientras ibamos en el carro ella me dijo: - Sabes que tu me gustabas desde hace mucho, pero nunca supe como expresartelo, hasta que supe que ya no ibas a volver a ir al gym fue que tuve el valor de conseguir tu telefono y mandarte ese mensaje.

Yo le dije: Pues yo estaba en ese gym por conseguir lo mejor que habia en ese gym, o sea tu.

- O sea que para ti soy la mas bonita que hay en el gym?

-No solo para mí, sino para casi todos los hombres que hay ahí.

Nos fuimos a toda velocidad, no queria que se enfriara el asunto a mi negocio, que por el dia y la hora estaba cerrado, entramos y primero le enseñe todo el lugar. Luego empezamos a besarnos nuevamente, esta vez de pie, y entonces pude empezar a recorrer toda su impresionante anatomía, mientras ella trataba todavia de quitar mis manos y de decirme que parara, pero sin dejar de besarme, claro esta.

Me decia: Te gusto mucho?

-Si, me encantas, eres la mas hermosa que he visto.

Te gusta mi cuerpo?

- Si, tienes el mejor cuerpo que he visto (hasta ese momento).

Pude tocarle ese hermoso trasero que con tanto sacrificio y horas de ejercicio esta mujer había convertido en un portento: Su cintura que podia abarcar casi con mis 2 manos, se agrandaba en un trasero enorme en el que mis manos (que son grandes) no se daban abasto para abarcar el tamaño de sus nalgas.
Como me hubiera gustado que en esa ocasión tambien hubiera llevado puesta la minifalda, para tener acceso inmediato a su delicioso cuerpo, pero yo creo que ella también intuyo lo que podia pasar y se vistió de esa forma para ponerme las cosas un poco mas difíciles.

Me la llevé a un sofá donde me acosté y la puse encima de mi mientras seguiamos besandonos, ahí pude recorre con mis manos toda su espalda, sus nalgas, sus piernas, y traté con dificultad de meter mi mano por debajo del pantalón.

Ella trataba de pararme, quitando mis manos a cada vez, pero al final logré introducir mi mano por atrás de su pantalon y sobar esas hermosas nalgas al natural (llevaba una tanguita roja) y no se como pero mi otra mano la pude meter por delante y empece a acariciarla por los 2 lados.

Tontamente, pero tambien adrede le pregunte: Y yo te gusto mucho?

Ella, ya en la excitación del momento me dijo: Pues lo que me estas haciendo no te dice nada?

Entonces saqué la mano que le habia metido por delante, le tome la suya y se la metí a mi pantalón por debajo de mi ropa interior y la hice que me agarrara la verga, que para ese momento estaba dura como piedra.

Ella dudó un momento, pero luego empezo primero a acariciarmela. Luego cerro su mano alrededor de ella. Ahí fue cuando supe que la iba a hacer mía en ese momento.

Yo traté de desabrocharle el pantalón y ella me dijo: Espera, es que esto no…. vamos muy rapido, yo no quiero que pase nada, todavia no nos conocemos y cosas asi (pero sin soltarme la verga).

Yo le dije: No te preocupes, no va a pasar nada, ni siquiera traigo condones ( y era cierto, hasta ese momento no habia contemplado que ese dia me la podría coger).
La puse recostada en el sillón y yo de rodillas en el suelo empece a besarla, acariciarle su vagina por encima del pantalón, las piernas, los senos, etc.
Entonces ella hizo algo que me sorprendió: Se desabrocho ella misma el pantalon y se lo bajó (con algo de dificultad pues su pantalon era de esos que son muy apretados). Yo se lo terminé de quitar y quedó ahí frente a mi con una tanguita roja, y su camisetita sin mangas.
Empece a sobarle por encima de su tanga, pero no tardé en hacersela a un lado y empezar a recorrer con mi dedo sus labios vaginales, que ya estaban mojadisimos al mismo tiempo que la seguia besando. Le metí un dedo en su vagina, que entró como mantequilla, y empece a masturbarla metiendo y sacando mi dedo pulgar mientras con el resto de la mano le agarraba las nalgas, el ano, y todo lo que podía. Sin dejar de besarla agarrandole la cabeza con la otra.

Le quité la tanga y la tomé de la cadera y la voltee hacia mi, estando ella acostada en el sillon le levante las piernas y empece a besarle su rajita con las piernas cerradas primero, luego se las abrí y me puse sus piernas en los hombros y empece a chuparle su rajita, estaba deliciosa, calientita, con un ligero sabor salado. Me aplique a fondo ahí, mientras le sostenía sus hermosas nalgas con las 2 manos y hundía mi boca en su entrepierna. Le pasaba la lengua de arriba abajo, le metía la punta de la lengua, le besaba su panochita y se la mamaba mientras ella estaba en silencio con los ojos cerrados dejandome hacerle de todo.

Cuando sentí que tuvo un orgasmo la deje recostada en el sillón, con las piernas abiertas una a cada lado de mí. Me bajé el pantalón, me saqué la verga y se la metí de un empujón.

Por fin me estaba cogiendo a esta preciosura de chica, ese cuerpazo que tantas veces habia soñado y con el que me habia hecho incontables chaquetas pensando en que algun dia la tuviera empinada.

Ella no atinó a reaccionar ni hizo nada, solo cerraba sus ojos y jadeaba de placer mientras yo le metia y le sacaba la verga de su mojada panochita con el desenfreno de tantos meses de haberla soñado.

En ese momento me pasaron algunas cosas por la cabeza: ya saben, que si la embarazaba por accidente, que si alguna enfermedad venerea… pero la verdad es que me valió madre y decidí que una hembra como esta valía la pena cualquier riesgo.

Despues de estarla penetrando en esa posición, que era bastante incomoda para mí. La levanté, me senté en el sillón y le pedi que se montara arriba de mí.
Ella, obediente se levantó y pude ver lo impresionante de su anatomía, la forma como esas piernas grandes y carnosas formaban una ventanita en forma de corazón, en la parte de la ingle, el huequito debajo de su panochita, la cual tenia labios muy finos, con vellito recortado y discreto. La celulitis era una palabra desconocida para ella, sus piernas y nalgas eran duras, firmes, al caminar nada se movia, o mas bien, todo se movia pero en forma exitante.
Se montó arriba de mi verga y se la metió de un golpe, quedando montada arriba de mí y empezó a moverse con cierta torpeza de atrás hacia delante, mientras yo le agarraba las nalgas, recorria su cintura, sus piernas, todo.

Cuando sentí que me iba a venir se la saqué, pues no queria correr riesgos con ella, y me vine afuera. Ella se acostó al lado mio y se quedó pensativa.

Yo le pregunté que con cuantos novios habia tenido relaciones antes pues obviamente no era virgen. Me dijo que solo con uno, pero que hacia ya bastante tiempo de eso. Luego me empezo a decir que le preocupaba que pensaría yo, pues apenas hacia 8 dias que habiamos salido por primera vez y era nuestra segunda cita.

No los voy a aburrir con todo lo que le dije, pero obviamente la tranquilice en ese aspecto para que no fuera a llorar o algo asi.

Nos vestimos, la fui a dejar a su casa, y le dije: Mañana te quiero ver otra vez. A lo cual ella accedió.
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