Messi habló por primera vez de sus momentos de furia contra Países Bajos en el pasado Mundial Fuent

Lionel Messi consiguió el título que le faltaba. En diciembre pasado, en una final épica, se consagró campeón del mundo con Argentina en Qatar. La "Pulga" fue el líder futbolístico del equipo. Pero no solo llamó la atención por sus goles y asistencias. Hubo un episodio particular, más para un tipo que suele ser de bajo perfil.


En el duelo de cuartos de final contra Países Bajos, se le vio rabioso, polémico, peleador. Primero, fue a celebrar frente al banco neerlandés y se llevó las manos a las orejas apuntando a Louis Van Gaal, el técnico que en la previa había hecho controversiales comentarios que molestaron a los trasandinos. Hubo más. Luego de que la "Albiceleste" ganase la tanda de penales, Messi estaba dando una entrevista y se molestó por un gesto del delantero Wout Weghorst. Dejó una frase icónica: "Andá para allá, bobo". El ex Barcelona concedió su primera entrevista tras obtener la Copa del Mundo. Se mostró arrepentido por lo que pasó en el duelo con Países Bajos. "No lo pensé, salió en el momento. Sí que sabía todo lo que habían comentado antes del partido, lo que él (Van Gaal) había comentado. Incluso algunos de mis compañeros me decían 'Viste lo que dijo', a propósito. Y bueno, cuando termina todo eso no me gusta eso que hice, no me gusta el 'andá para allá' y todo eso", dijo en diálogo con TyC Sports. "Pero bueno, son momentos de mucha tensión, de mucho nerviosismo y pasa todo muy rápido. Uno reacciona como reacciona, pero no estaba nada pensado. Se fue dando. No me gusta dejar esa imagen pero son cosas que pasan también", añadió. Messi también contó qué sintió tras ganarle la final a Francia y darle una beso a la Copa. "La vi ahí y no podía no hacer lo que hice. La Copa me llamaba. Me decía 'Ya está, vení y agarrame que ahora sí la podés tocar'. La veía ahí que brillaba, que sobresaltaba en ese estadio hermoso y no lo pensé, la fui a besar porque pasé por al lado. Lo necesitaba", declaró. En 2014, Messi y Argentina llegaron a la final del Mundial. Pero perdieron con Alemania. La imagen de la "Pulga" mirando el trofeo y no pudiendo tocarlo se hizo viral. Pese a las dificultades que tuvo con su selección, el jugador de 35 años siempre creyó que iba a ganar el torneo más importante de todos. "Yo lo había dicho una vez. Creo que fue antes del 2014. Dije que sabía que Dios me iba a regalar un Mundial", manifestó.

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Quizas queria decir la fifa..