Con mi ex compañera de Universidad.. años después

Hace unas semanas conté el relato de lo que pasó con una compañera de Universidad, de como pasamos a ser de compañeros y amigos a "folla-amigos".(aqui esta el enlace a esta historia https://www.portalnet.cl/temas/la-primera-vez-con-la-companera-de-universidad.1480848/ ) Para poner brevemente en contexto, durante el primer año de universidad fuimos muy buenos amigos, pasábamos muchas horas juntos, ya sea por los horarios cortados y las jornadas de estudios y de tareas. A raíz de eso, comenzamos a tener una gran confianza, pero en el primer año no me fije en ella como mujer. Solo la veía como amiga. En segundo año, mi percepción hacia ella cambio, ya que al comenzar ese año, en una conversación le vi el escote (por sobre una polera de tirantes) y alli le vi sus tetas y sostén y con eso me fije en ella y al tiempo nos quedamos unos dias juntos en mi casa y al final estuvimos juntos y me entregó su culito y fui su segundo hombre. Durante los siguientes años de estudio, ibamos minimo 2 veces al mes a algun motelucho del sector de Cumming (esos que costaban 5lucas las 3 horas... hasta recuerdo que una vez pagamos la estadia en un motel hasta con monedas de $ 50.-) y a veces (cuando no habia nadie) en mi casa o en su pieza. Después de egresar, comenzamos a trabajar, ella se fue a trabajar a Viña del Mar (era de Quilpué) y solo una vez viajamos a Iquique de vacaciones juntos y ese viaje fue el "término" de la etapa de "folla-amigos", pero nos seguimos viendo (una vez al mes) durante los primeros años, luego ella comenzó a pololear, se embarazó y al tiempo se casó y al par de años tuvo su segundo hijo. Y nuestra comunicación se fue distanciando, hasta pasamos varios meses sin hablarnos, pero felizmente estaban las rrss, primero facebook, luego pasamos al whatsapp y nuestra comunicación fue mejorando. Nos volvimos a ver al tiempo después y mantuvimos una comunicación mejor, nos veiamos... varias veces me quedé en su casa, pero todo era amistad y ni una referencia a lo vivido antes.

Con esto, llegamos a mayo del año pasado, en donde los ex compañeros de universidad acordamos una junta para un viernes en la noche, pero me dice que desde el jueves estaría en Santiago, ya que debía hacer unos tramites personales. Yo ni tonto ni perezoso le dije (en una llamada telefonica, para que no quedara registro) que se quedara en mi departamento, a lo cual acepta. Ella llega a Santiago el jueves en la mañana (se vino en bus) y al medio dia me llama y me dice:

- Hola Gabriel.

- Hola Coté... que tal?

- Estoy en Santiago, en un rato más terminaré mis cosas, ¿te tincaría que almorzaremos juntos?

- Yapo, veamosnos en Providencia, te invito a una picada que tengo.

- No, juntemosnos en el centro.. cerca de la U en que estudiabamos y recordamos nuestra etapa de pobres alumnos.

Entre dimes y diretes, al final, nos juntamos a las 2 de la tarde en el metro República (ese dia me fui temprano de la oficina), pero ella estaba de antes esperandome y alli estaba. Con un look muy similar a como cuando estudiaba (con poleron, polera y jeans) y una mochila... Como hacia un tanto de hambre fuimos a una de esas picadas del sector, pedimos papas fritas y dos shop y entre conversaciónes, de pronto pasa a nuestro lado una de las meseras del local, con un pantalón ajustado y que remarcaba un buen culo y se me fue mi mirada y Maria José se percató de eso y me dice:

- Estas igual de fresco que cuando estudiabamos.

- Jajajajajaa... en mirar no hay engaño- le respondí.

- En todo caso, tienes razón.

Comenzamos hablar de nuestras relaciones, hasta que me pregunta si alguna vez le había sido infiel a alguna de mis parejas. Me reí diciéndole que solo una vez (en realidad le he sido infiel a todas mis parejas, pero que no podía confesarle eso a ella) y le dije:

- Solo he sido infiel una vez, ya que mi pareja engañada era muy fome.

- ¿Muy fome en que?

- En la cama... ella tenia muchas trancas sexuales (y me apresuré a preguntarle, para evitar sus comentarios) y tú Coté.. ¿Le has sido infiel a Cristían?

Se rió y tomando un largo trago, obligándome a jurarle mi más absoluto secreto, me responde:

- Sí. Hace unos años, estaba aburrida de la monotonía de mi matrimonio, pero solo fue sexo. Un par de veces y nada más y sin mezclar sentimientos.

- ¿Pero con nadie más?

- No, con nadie más.

Proseguimos conversando de ambigüedades, pero me habia quedado dando vueltas en la cabeza lo que me dijo (de que habia sido infiel) y pensaba que ella en realidad solo habia estado con su primer hombre (pololeo de cuando iba al liceo), luego conmigo, después su actual esposo y ese X. En eso, me animé y le pregunté:

- Y... ¿haz recordado de lo que haciamos?

- Eso para mi es un secreto, lo pasaba muy bien contigo. Y cada vez que estábamos en la cama era más rica que la anterior. Y tú ¿como lo pasabas conmigo?

- La verdad, muy bien. Me enseñaste a hacer bien el amor.- le respondí

En realidad en esos años tuve varias parejas sexuales, estuve con unas milfs que me enseñaron muchoy así gané bastante experiencia, dejando siempre satisfecha a mi amiga. Despues de mi respuesta, nos quedamos un rato en silencio y ella me dice mirándome directo a los ojos.

- Gabriel, ambos sabemos que queremos ahora, asi que te pido que seamos muy discretos. Podríamos pasar un rato espectacular y sin hacerle daño a nadie. ¿O no quieres eso?

Me quedé helado, no esperaba que fuese tan directa y lo único que se me salió fue:

- Me encantaría revivir esos momentos.

Pagamos la cuenta y salimos raudos de la fuente de soda, nos metimos en una calle poco transitada del barrio Republica y nos besamos y le dije:

- Podriamos ir a mi departamento y alli encerrarnos hasta mañana.

- No es mala idea, pero prefiero ir a uno de estos moteles que visitabamos de estudiantes. Si te cité aqui es para rememorar estos momentos en donde no teniamos mucha plata y el acostarnos nos llevaba hasta a ir a antros.

- Ok, vamos a uno... pero requiero condones.

- Tomo pastillas, asi que vamos. Además.. me encantaba su leche y me muero por volver a saborearla.

Ibamos a caminar hacia el barrio Brasil, hasta que de pronto recordé que por Grajales habia un motel, asi que caminamos un poco y llegamos a uno que es bastante conocido en ese sector, queria una habitación buena (jacuzzi), pero como no estaba disponible, solo pasamos a una basica, la cual estaba muy bien decorada y al entrar ella caminaba por el cuarto, se reía, me decía que se sentiría un poco cohibida con unos espejos en la pared, ya que me decia que ya su cuerpo no era el de antes (y que desde que estaba conmigo no habia pisado un motel), mientras yo estaba de pie al costado de la puerta. En esos momentos la veía como una presa, deseando ya en volver a tener sus tetas en mi boca.

En eso me senté en la cama y se sentó a mi lado, nos recostamos y comenzamos a tocarnos por sobre la ropa, sin besarnos, solo mirándonos directo a los ojos y dice:

- Esto hace mucho lo queria hacer. Nunca te he olvidado y siempre me acuerdo de ti. En realidad Gabriel, tú fuiste mi primer amor... Eduardo fue mi primer pololo, pero no me hizo mujer. Tu me enseñaste a disfrutar en la cama.

- Yo también... nunca me he olvidado de ti, pero aqui estoy solo tuyo.

- Pero esto es un secreto hasta la tumba, quiero que sigamos siendo amigos.

- Lo que pase aqui, será secreto y queda aqui.

Nos comenzamos a besar y le desabroché el jeans, baje su cierre, le metí la mano y la comencé a masturbar por sobre el calzón, lo cual le encantó. Ella hizo lo mismo, me metió la mano y me agarró mi pene bajo el pantalón, pero sin sacarme el pene. Era extraño para ambos estar en esa situación, pero ya estábamos ahí. Le toqué las tetas por sobre la polera, diciéndole que eso era lo que más me atraía de ella. Me bajó un poco los pantalones, me sacó mi pico (que ya estaba erecto) y se dobló para metérsela en la boca, diciéndome que eso era lo que ella quería hacer hace rato, dándome una mamada suave y deliciosa.

Mientras ella la chupaba, yo estiraba mi mano agarrándole todo el culo. Le metí la mano por dentro del pantalón, pero entraba muy apretada. Traté de bajarle los jeans, pero no podría, asi que ella se paró y comenzó a bajárselos. Yo aproveche para sacarme mis pantalones y de quitarme la camisa, quedando solo en boxér (a la altura de la rodilla), mientras Coté quedaba con sostenes y calzones. Ambos en ropa interior volvimos a acostarnos, masturbándonos ahora fuertemente. Le metí la mano dentro del calzón, tenía la concha muy mojada. Le pasaba toda la mano y ella se retorcía de placer, apretándome el pene aún más fuerte.

Llevé una mano a su espalda y sin problemas le desabroché su sostén y me zambullí entre sus tetas apretándoselas y besándoselas. Estaban exquisitas, redondas, más grandes de lo que recordaba (por maternidad y un retoque que se hizo), de pezones oscuros muy erectos. Asi que se las que agarré y llevé a mi boca, chupándoselas fuertemente. No podía creer estar ahí chupándole las tetas nuevamente a mi amiga, estaba embobado con sus tetas, asi que ella misma se desprendió de su última prenda, quedando completamente desnuda y luego yo me saqué el boxer. Ambos desnudos, ella se subio a mi, colocando sus tetas en mi cara, ordenando que se las chupara, mientras se restregaba su concha contra mi pene.

En esa posición, le agarré su culo, la acomode un poco y mi pene entró por completo en su concha, sacándole alaridos de gusto y Coté comenzó a cabalgarme como enajenada, gozaba como loca con mi pene dentro suyo, moviéndose de adelante hacia atrás frenéticamente. Se agarraba las tetas dándome un fabuloso espectáculo. Me decía que la tenia deliciosa, que la estaba gozando como una puta mientras. A ratos me acercaba las tetas a la cara, moviéndolas de lado a lado, haciendo que sus tetas me chocaran el rostro y sus gemidos me alertaron que llegó a un orgasmo bastante intenso.

Después de estar sus buenos minutos, la bajé un rato, me arrodille al lado de su cara , le pasé mi pico para que me lo chupara. Me encantaba como lo chupaba, lo hacía con tantas ganas, con tanta dedicación. Me chupaba las bolas, se las metía por completo a su boca, se lo restregaba contra su cara y volvía a chuparlo.. hasta que fue cosa de minutos de que me corriera en su boca... sentí un chorro importante que inundó su boca y que parte de mi leche mezclada con su saliva se caia por su cuello y tetas.

Ambos nos tendimos en la cama, a regalonear como 2 pololos, hasta que le pedi que se pusiera su concha en mi cara y comencé a darle una rica sesión de sexo oral. Metia mi dedos, rozaba su clitoris, se lo lamia, mordia con mis labios, sus labios vaginales, le metia la lengua, hasta que sin mucho, se corrio en mi boca, entonces aproveché mis dedos humedos y comencé a amoldar su culito para comenzar a penetrarla por alli...después le pedi que pusiera a lo perrito y me monté detras de ella y empecé a penetrarla con fuerza, haciéndola estremecer diciéndome que rico que yo era muy caliente y que su esposo con suerte le hacia el misionero.

Estuve un buen rato metiendosela hasta el fondo, sacándole gritos de placer, sentia el sonido que hacia mi cuerpo contra sus nalgas me calentaba aún más. Aferrado sus caderas, con alevosía se la metía una y otra vez detrás de ella, diciéndole que estaba rica, tratándola de caliente, de puta, diciéndole de todo y ella al escucharme decirle todas esas cosas, más se calentaba, jadeando me respondía que todo su culo era mío, que le diera con fuerza, que la dejara adolorida, hasta que después de un buen rato... descargué toda mi leche en su culo.

Caímos exhaustos, ya con mi pico flácido, igual le chupaba las tetas, confesándole que me tenían loco y ella riéndose, me decía que eran mías cuando quisiera, que le encantaba que se las chuparan, que había sido todo un semental, que la había dejado más que satisfecha.

Pedimos unas cervezas a la habitación, nos fumamos unos cigarros, estabamos desnudos en la cama, esperando recuperarme, porque si o si me la volvería a coger. Sin ningún tapujo hablabamos, conversabamos como si fuese lo más natural que estuviésemos ahí, incluso se levantó y fue al baño y allí me decia que le había dado tan fuerte por detrás que le dolia su culo y que no sabria como iba a caminar. Despúes se paseó delante de mí completamente desnuda y la acompañé a la ducha y volvimos duchados a la cama y se acostó poniendo su cabeza entre mis piernas, dándome suaves besos en mi flácido pico. Le dije que me había encantado volver a follar con ella, que me gustaba una mujer tan segura de sí misma, que te hace saber lo que quiere, que sea ella misma en la cama. Mientras me masturbaba y me la chupaba suavemente, me decía que yo ya la conocía como persona, que si tenía que decir algo, lo decía directamente y que en la cama, actuaba igual, que le encantaba el sexo fuerte y que no recordaba que yo fuese tan caliente.

Al poco rato, ella seguia jugando con mi verga y logró que se me volviera a parar. Me la chupó por largo rato, pasándome su lengua entre las bolas y de repente, bajó más pasándome la lengua por el culo. Me encantó sentir eso y le dije que lo repitiera y me dijo que me colocara de boca. Ahora me toco a mí entregar el culo, me abrió las nalgas y me empezó a dar un beso negro exquisito (solo un par de veces me lo habian hecho), pero sentía su lengua jugando con mi ano dándome mucho placer. Casi le pedí que me metiera un dedo pequeño por ahí, pero a pesar de todo lo que habíamos hecho, me quedaban un poco de vergüenza.

Después de ese beso negro, le pido que se vuelva a colocar a lo perrito, pero comencé a penetarla vaginalmente en esa posición, le agarraba con fuerza las caderas y estuve metiéndosela un buen rato. Luego hacemos un giro y terminamos haciendo un 69 con ella arriba mío, comiéndole la concha como enajenado, mientras ella hacía lo mismo con mi verga. Paralelamente mientras le chupaba la concha, le metía un dedo en el culo y ella solo lo disfrutaba del placer dado por su amigo.

Comenzó a gritar más fuerte, advirtiéndome que se iba a correr, quizás esperaba que yo cambiara de posición, pero estaba tan caliente que la seguí masturbando con más intensidad, hasta que se vuelve a correr en mi boca, mientras ella seguia chupando mi pico, hasta que comencé a sentir que me iba a correr, asi que cambiamos de posición, se puso de espaldas en la cama y la comencé a penetrar a lo misionero y rapidamente volvio a llegar al orgasmo y luego me corrí yo dentro de su concha y estuvimos abrazados y con mi pico flacido dentro de ella.

Quedé todo mojado, mi rostro tenia sus jugos orgasmicos, mi pico estaba bañado de mi semen y de sus jugos vaginales. También estabamos transpirando y la habitación tenia olor a sexo, pero estabamos completamente satisfechos. Yo me quedé unos minutos sobre ella y de alli rodé a un lado, tratando de recuperar la respiración diciéndonos lo mucho que lo habíamos disfrutado.

Ya eran casi las 7 de la tarde, nos llamaron, pero pedimos quedarnos una hora más, preferimos para estar tranqulos, tener un polvito más y de alli cuando estaba con sus piernas abiertas y con mi pene dentro de ella (misionero), suena su telefono, y era su esposo, preguntándole como le habia ido en Santiago. Alli ella le dijo que estaba con unas amigas y que se quedaría con una amiga de aqui, pero mientras ella le decia eso, saqué mi pico de su vagina y se lo pasaba por su rostro y eso me calentó tanto que me corrí en su rostro y mientras le decia "Te Amo" a su esposo, con sus manos saboreaba mi semen en su rostro, de eso la masturbé hasta que llegara a su orgasmo. De eso nos duchamos, nos vestimos y emprendimos el viaje rumbo a mi departamento.

Ya en mi depto, me tomé el día viernes libre, estuvimos todo el dia juntos, nos fuimos a la fiesta a las 8 de la noche y a eso de las 1 de la mañana volvimos a mi depto, dandonos aún más placer. En resumen, ella se fué el domingo a Quilpue, se fue bien satisfecha y quedamos de volver a repetirlo más frecuentemente. En Agosto viaje a verla y nos dimos una arrancadita en un lugar del camino internacional. Y de entonces nada más, ya que llegó el estallido social y luego la pandemia, pero sabemos que pasando esto... nos volveremos a ver, ya que el primer amor no se olvida.