Pollo al velador

Hola, gracias por los comentarios y buena onda.

Aquí va mi segunda historia, que si bien no es de mi vida universitaria – juvenil, es bastante reciente.

Bueno, la cosa es que tuve un trabajo bien particular, donde tenía que estar constantemente en terreno, y tenía un rol casi de jefe. El asunto es que este era un trabajo bastante rotativo, donde constantemente llegaban nuevos integrantes, siendo una de ellas Pamela. Morena, 1,60, flaquita, sin mucha delantera pero buen culo. Si bien no era de mi gusto (principalmente porque era un poco flaite), era bastante atractiva, y subía buenas fotos al Facebook jaja.

La Pame entro a mi trabajo, y me toco ir varias veces a terreno con ella, en donde le enseñe varios gajes del oficio de nuestro trabajo. Luego de un par de meses trabajando, teníamos una relación bien cordial, si bien no éramos cercanos, existía un buen compañerismo, a tal punto que en varias ocasiones me invitaba a fumar marihuana, pero nunca existió un interés mayor de mí hacia ella, hasta aquella tarde de marzo…

Ese día, teníamos un día cortado, donde teníamos que hacer una pega en la mañana y otra en la tarde, con una larga ventana de ocio. El asunto es que estas actividades eran en la comuna de Nuñoa, y Pame vivía en la comuna de Macul (yo vivo en un lugar bien periférico de Santiago), ella tuvo la deferencia de invitarme a su casa para pasar el día y esperar la siguiente pega. Llegamos como las 11 y la pega partía a las 16 hrs, por tanto teníamos bastante rato para descansar y hacer otras cosas (como almorzar por ejemplo xd).

La Pame, como la mayoría de las veces, se sacó un pito para amenizar el día, y se puso cómoda, se sacó la ropa de la pega, poniéndose bien provocativa: se puso una polera negra ajustada, y un short bien corto, donde se le veía un buen culo. Comenzamos a conversar diferentes temas: trabajo, lucas, estudios, parejas, hasta que llegamos al tema del sexo. Compartimos experiencias, anécdotas (como la del relato anterior), gustos, hasta que la Pame me hace la pregunta del millón:

- ¿oye y cuanto te mide?

Yo atine a reír un rato y responder:

- Me mide 17 cm.

- Jajajaj no te creo – respondió.

- ¿quieres ver? – le dije

- Mmm… no se jajaja podría ser – respondió.

Y en ese momento solamente hice el amague de quitarme el cinturón, y cambie de tema. Solo lo tome como un momento jocoso y divertido, pero me había dado la sensación de que a ella le había quedado dando vuelta el asunto. En fin, almorzamos, y le pedí un lugar para poder dormir una siesta, donde me dice que duerma en la pieza de su hermano, que estaba en el colegio. Para dormir mas cómodo, me saque los jeans que llevaba puestos (ya que es sumamente incomodo dormir con estos). Estaba en eso, cuando justo entra la Pame. Momento incomodo, ya que veo que su mirada se dirige justamente a mi paquete…

- Pareciera que fuera de 13 cm no más…. – me dice, en un comentario medio rebuscado

- Jajajaja pero eso es con el pene erecto po – le respondo, ya con cada vez menos incomodidad y más calentura.

- Ahhh chuta jajaja igual grande – aun con la mirada en mi paquete

Y uno ni tonto ni perezoso, y tomando el dicho “la ocasión hace al ladrón” le planteo:

- ¿aun la quieres ver?

Y apenas veo un atisbo de afirmación en su rostro, me bajo los boxers de una y quedo con el pene al aire.

- Pero me tienes que ayudar a hacer los 17 cm – le impuse.

Una risa traviesa y la Pame se agacho al tiro a jugar. No lo chupaba muy bien, era un poco brusca, pero igual estaba rico, me tire a la cama para estar más cómodo, cuando ella me dice

- Vamos a mi pieza para estar más cómodos…

La segui por su departamento con el pene erecto, y apenas entramos a su pieza, lo primero que hice fue buscar sus tetas, sacarlas de esa polera y sostenes para lamerlos. La Pame gozaba, estaba en las nubes cuando deci bajar a su entrepierna (depilada por cierto). Le saque su short, y solo le deje su colaless blanco que tenía, que me puso más duro. Empecé a jugar con su clítoris, estaba muy mojada, y era súper fácil entrar con tres dedos. La Pame gozaba y gemía como loca, y estuve así un rato hasta que se vino, cosa que yo aproveche para empezar a penetrarla… despacito al principio, pata al hombro, jugaba entrándola y sacándola entera, yendo hasta el fondo de una y jugando con su clítoris con mi glande (me gusta ese estilo de comienzo porque así tu pareja disfruta más y se torna más caliente la situación). Decido pasar un cambio y ponerle más duro, la Pame está totalmente sumisa, disfrutando como nunca, ahí la pongo en 4 y comienzo a bombear, de menos a más…

- Nalguéame, nalguéame… - me grita, entre gemidos.

Yo atino a pegarle un par de nalgueadas, (pero como me lo dijo me dio un poco de risa jaja), la tuve así unos minutos, hasta que cambiamos de nuevo de posición, ella cabalgándome. Saltaba como diosa, ahí ella tuvo un ritmo frenético, descomunal, que me hizo llegar al orgasmo, corriéndome dentro de ella (esto con condón claro).

Después descansamos haciendo cucharita un rato, un rato largo a tal punto que despertamos a las 3. Bueno, ella me despertó, ya que me estaba haciendo un oral.

- ¿Quieres el segundo round? – pregunte.

- No, me la quiero tragar

Y así me tuvo haciéndome un oral un ratito, hasta que me corrí, y se tragó toda la leche que descargue. Muy rico.

Después una ducha rápida, a la pega y pa la casa, después de menudo día. Y ya en casa, me llega un wasap con un pack bien hot de ella. “gracias por la tarde maravillosa bb”. Después seguimos culiando un tiempo, en su casa, en la pega una vez (futura historia), hasta que ella se fue de Santiago y yo me cambie de pega. De vez en cuando hablamos, y quizás algún día, volvemos a repetir esta historia.

Espero que les guste amigos!

Saludos!