Mis Relatos: Tratamiento de Depilación Laser

Tratamiento de Depilación Laser

*** Porque algunos son tan obvios, tan aburridos? ***


Les contare esta historia que me ocurrió hace unos 15 años, en mis 32. No es tan brutal como las otras, pero tampoco soy la Mujer Maravilla para tanto sexo duro.

Yo siempre me depile, aunque no tengo muchos vellos, pero a los 30 comencé a depilarme al estilo brasileño (con un dibujo o rayita en el pubis). A medio depilar, a todos los enloquece. Pero, me dio después por depilarme todita, mi pubis, vagina, entrepierna y culo quedaban como piel de seda. Lo hice muchas veces, casi cada 2 meses durante 5 años. No puedo negar que siempre me excito que una mujer “trabajara” en mis zonas privadas, siempre terminaba mojada y en más de una ocasión paso a mayores. Pero esa parte será para otra historia.

Al final, me decidí por hacerme el tratamiento laser de depilación. Así no tenia que sufrir con la cera y los tirones, aunque me encantaba cuando me acariciaban las chicas especialistas. Volvamos, un tratamiento de depilación laser puede durar entre 6 y 10 sesiones. En mi caso fueron 8 (estamos hablando de hace casi 15 años), pues depende de si eres muy peluda o no. La idea es que la luz laser te quema la raíz del cabello, entonces antes de aplicarla te afeitan la zona, y van "quemando" la raíz del pelo en toda la zona. Después, te echan crema y hacen masajes, porque te queman en algo. no? Así son las sesiones hasta que se decide que nada más y quedas peladita por el resto de tu vida.

Entonces decidí hacérmela en mi zona interna, culo, entrepierna y todo allá abajo, y me tomó 8 sesiones de casi 45 minutos más o menos. Lo malo, fue pasar por la experiencia, lo bueno fue pasar por la experiencia. Me lo hice en un centro de estética en Manuel Montt con Av. Providencia. La dueña era una mujer de unos casi 50 años, yo tenía casi 32 o algo así. Ella era soltera, tenía el centro de estética por mucho tiempo, algo rubia, de piel clara y como de 1,65, delgada pero buenas curvas, muy atractiva, aunque un poquito maceteada, nunca gordita. Fue super amable todo, me explico todos los detalles, las molestias y también los beneficios: nunca más cera depilatoria.

La primera sesión fue tranquila, ya que ella me corto los pelitos de todas partes y después me afeito. Fue suave y dulce, tranquila. El único drama es que me dio algo de cosquillas, ustedes saben de cuáles. La segunda vez, como a la semana y media, ya fui con más ganas (je-je-je). Ella fue siempre profesional, pero en esa oportunidad me moje un poquito más, ya que te ponen de espalda, te abren las piernas, te echan crema, te pasan el láser, te masajean la zona, y ese proceso dura al menos 30 minutos. Te ponen en 4 y lo mismo.

La tercera vez, yo llegue más que entusiasmada. Me arregle un poco más de la cuenta. Ella, la dueña del centro, Yo llegué, y apenas comenzó el tratamiento, yo comencé a mojarme solita más de la cuenta, y ella tuvo que usar unas toallitas para secarme, me hizo alguna broma de que hacía mucho calor ahí abajo. Yo le dije que sí, que en realidad desde la segunda visita me pasaba. Ella solo se rio.

A la siguiente vez, ella me llamo que estaba super atrasada pero que me podía esperar como a las 8 de la noche. Siempre cerraban a esa hora. Yo le dije, no hay problema. Fui, y no había nadie, solo ella y yo. Obviamente esa vez me desnude entera, sin necesidad de hacerlo. Ella me vio así, y me abrazo y me dijo: eres hermosa Sola. Entonces me tendí en la camilla y comenzó a hacer el tratamiento, yo de piernas abiertas, totalmente abiertas y ella trabajando en su especialidad.

En eso estábamos, y la segunda parte - como siempre - yo me ponía en 4 y me hacia el tratamiento en mi culo. Y de repente, sentí que me excitaba más de la cuenta y comencé como a gemir un poco. Ella entonces, me pregunto si estaba yo muy bien y le dije: Que si, que me sentía casi en el paraíso. ¿Ella me preguntó, pero por qué? yo le dije que sus masajes después de aplicar la luz eran muy suaves y tiernos y que me encantaban. Ella entonces me dijo que si, que lo había notado. ¿Como? le dije yo. Bueno, te vi algo húmeda en tu vagina y te caía un chorrito de placer, y creo que te gusta que te la toque, me dijo ella. Yo entonces, me sonreí, agache mi cabeza y pecho a la camilla y levanté mi culo lo que más pude y le dije: puedes seguir como quieras.

Ella entonces, me tomo las nalgas y sentí su boca besarlas, y muchos besitos ricos. Yo gemía más y más, y de repente, metió su boca y lengua en mi conchita. Yo comencé a sobre calentarme, me movía para acomodarme al ritmo de ella. La Sra. Marcela, Marcela ahora, seguía lamiéndome y besándome las nalgas, mi ano y mi conchita mientras yo estaba en cuatro. Sentí sus labios y sus dedos jugar rico con mi culo y mi vagina. Yo más levantaba mi cadera, para ofrecerle mi culo, todo a su disposición. Ella se aceleró, me le lamia con muchas más ganas y fuera, yo sentía sus empujones mientras sus manos afirmaban mi cadera. Yo me paro un poco, casi en rodillas solamente y miro hacia ella y ella como salvaje me comía y me comía mi culo y mi conchita hasta me hizo acabar que casi nos caímos al suelo.

Al acabar, Marcela me dio vuelta para que me pusiera de espalda y me dijo, aun no termino. Yo le dije, nunca lo hagas. Me beso desde los pies a la cara, los brazos, las piernas, las tetitas … que chupadas a mis pezones mas ricas. Se deleito con mi guatita y después a mi conchita. Me volvió a hacer suya con su lengua, me levantaba la cadera para arremeter más profundo con su lengua y boca, me hacía gritar, ella gritaba también y me hizo acabar por segunda vez.

De ahí, me tomo las manos, nos fuimos una camilla baja, como cama de una plaza y me ofreció su cuerpo. Se desnudo, solo tenía un delantal blanco y nada abajo. Una delicia esa mujer. Yo de 32 y ella casi 50. No tenía nada de pelitos y me dijo, mira, siente Sole como quedaras después del tratamiento. Ni lo pensé, me metí entre sus piernas y saboreé la piel más suave que haya saboreada antes, y ella tenía casi 50. Me apretó a su conchita, yo se la comí, la besé, metí mi lengua, lamia, besaba, apretaba sus labios, hasta se los mordí un poquito. Acabo en mi boca, muy jugosa, mientras yo me apretaba a su conchita. Un chorro de jugo, de cremita espesa y sabrosa entro en mi boca, yo más la chupaba y más la saboreaba. Refregaba mi cara en su conchita y me la mojaba con sus jugos. Elle me pedía no parar y creo que acabó al menos 3 o 4 veces seguidas, las ultima temblando y gritando salvajemente. Mientras mas acababa, mas jugosa explotada. Habrán sido casi 10 minutos de corridas seguidas de ella en mi cara. Quedamos muertas.

No duchamos y nos despedimos, así fueron las otras sesiones hasta terminar mi tratamiento de depilación laser. Desde la sesión 4 hasta la última, la sesión 8, me hacia el tratamiento y me comía entera, nos comíamos enteras. Al final, el tratamiento duraba como 30 minutos a 40 minutos, y el resto de las horas cogíamos rico. Fue el mejor, más caliente y húmedo tratamiento estético que me he hecho. Después de hacerlo muchas veces, durante el tratamiento, nos quedábamos un buen rato y me dijo que desde que me vio sintió ganas de comerme. Y que se saboreaba cada vez que veía mi conchita chorrear o mojarse, y que se aguantaba las ganas de chupármela.

Ahora, aun nos vemos, pero no para tratamientos de belleza, nos escapamos a veces por el fin de semana a la playa, o simplemente nos pasamos la noche en su casa o en la mía. Ella es lesbiana totalmente, pero acepta mis aventuras con todos los sexos y me pide le cuente de todo. Sigue siendo una mujer exquisita, aún hoy a sus 65 años.

 

Me encanta te sientas Asi. Espero no haberte desilusionado.

 

Que delicia!

 

bueno, eso no podría ser. Marcela es lesbiana y nunca ha estado con un hombre. Yo no la voy a obligar, además me encanta como es ella conmigo. No puedes meterte donde no te necesitan. Ahora, si tengo amigas que les gusta, pero son mis amigas. Tu, las tienes?

 

No leíste bien? Te falta comprensión lectora.

 

Es muy rico que me escriban, comentan y disfruten de mis experiencias. Espero entonces sus comentarios.