Mitos y leyendas Locales(El Salvador,Tercera region), Fermina "La piedra de la Viuda"

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por cobresalino14, 14 Abr 2010.

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  1. cobresalino14

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    No hay una versión única respecto de la Viuda, razón por la cual es menester mencionar las que incluyó Héctor Maldonado Campillay en su libro “Albores del mineral El Salvador”.

    Hace mucho años, en la década del 20’, un matrimonio joven coquimbano llegó a Potrerillos. Él era cateador, ella de nombre Matilde, lo amaba profundamente. La fortuna puso en el camino de Pedro una rica veta de oro claveteado. Se lo comenta a su amada y luego viaja a un pueblo distante a inscribir su hallazgo. Al llegar al pueblo entró a un bar a saciar su sed, al pasársele las copas le comenta a dos parroquianos que vive en la Quebrada de San Juan y tiene una mina. Los hombres le exigen que les cuente donde está su mina, él al negarse, fue golpeado hasta morir. Días después, se dirigen donde Matilde a exigirle que les cuente donde está la mina. Esta también se negó y corrió igual suerte que su amado esposo.

    Otra versión se relaciona con que el descubrimiento del cateador no fue una veta de oro, sino un tesoro incaico. El cateador era de nombre José y no Pedro, quien una noche se embriagó en un pueblo costero y relató la existencia del tesoro y la ambición de los hombres lo mató. Igual suerte corrió su amada esposa, a quien no le dieron sagrada sepultura.

    Una tercera versión cuenta que en un humilde rancho vivía con su familia una linda mujer Colla, de nombre Fermina. En ese tiempo llegaron los primeros camiones y uno de los chóferes se interesó por la joven. Entre ellos surgió un gran romance, pero un día se interrumpió cuando él debió viajar por trabajo. La joven, espero en vano el ansiado regreso, por eso cada vez que veía un vehículo lo hacía detener para que le diera noticias de su amado. Un día, un conductor le dijo que su amor se había casado. Así ella llegó a la altura de un risco y se lanzó al vacío.

    La Piedra de la Viuda

    En el camino de El Salvador a Potrerillos y poco antes de llegar al Río Sal, hay una enorme y famosa roca, que es conocida como «La Piedra de la Viuda». En esa zona son muchos los que dan crédito a una mujer de negro, que no es viuda, pero que por su aspecto lo aparenta. La llaman de esa forma porque llora el infortunio que en vida le dio su amado. Era bella, pero su rostro de ultratumba no es atractivo... tiene la marca de la muerte. Hace parar los vehículos y cuando un conductor le ofrece llevarla, se sube y sienta muy triste. A veces llora, pero parece ser que su ánimo no es atemorizar, sólo descargar con algún humano su pena.
    En todo Chile existen viudas y lloronas, que por diversos azares del destino sus almas no descansan. La particularidad de ésta es que produce mucho pánico y hace menos de 20 años la subió un sacerdote a su camioneta, llevándose un susto tan grande, del que sólo sus más íntimos lo supieron, según se contaba en El Salvador. Lo cierto es que a plena luz del día varios conductores y pasajeros de vehículos de esa transitada zona, le vieron colocando una cruz de madera que perdura hasta hoy.
    En cuanto a su leyenda, la versión más emotiva que he escuchado señala que en 1918, cuando se construía el Ferrocarril de Andes Copper en su trazado Llanta-Potrerillos, había un apuesto maquinista del cual se enamoró una bella india Colla, llamada (1) Fermina.
    Específicamente en ese tiempo se construía la vía férrea de acceso a Potrerillos, en la ladera norte de la Quebrada El Jardín, ubicada a pocos kilómetros del Río Sal. En esa quebrada vivían numerosos indios Collas, entre éstos Fermina.
    La construcción de Potrerillos, La Mina y Las Vegas, en esa zona, significó la movilización de miles de trabajadores que en 10 años convirtieron una zona de mucha soledad en uno de los lugares más importantes de la minería chilena. El FF.CC. fue base importante en todas las operaciones de construcción.
    En cuanto a Fermina, la atractiva joven cada día se arreglaba lo más hermoso que podía, dentro de lo que le permitía su costumbre indígena: Pollera y blusa multicolor, tejidas a telar por su madre. Sandalias, un sombrero andino, pañuelo y las trenzas que le daban un encanto especial. Quienes la conocieron, los «viejos»(2) de aquella época decían que no sólo era muy linda de rostro, sino además, tenía un cuerpo atractivo. Muchos trabajadores del Ferrocarril y de otras obras de la construcción suspiraban por ella. Sin embargo, su corazón estaba reservado para ese apuesto conductor de locomotora a vapor, que la miraba, le obsequiaba una sonrisa que le hacía estremecer de amor con el silbato de la locomotora.
    Fermina no pudo evitar desobedecer las estrictas reglas de familia y muchas noches se escapó hacia unos pastizales, lejos de su humilde choza, donde en la brillante noche atacameña entregó sus primeros besos. Después se doblegó ante el impulso de una caricia y finalmente fue todo su ser. Fue feliz y más de algunas lágrimas de amor cayeron en aquellas ardientes noches. Su amado, cuyo nombre, a lo mejor, el viento borró, no pudo continuar con esa pasión porque recordó que debía cumplir otro compromiso de amor, con su esposa e hijos. Por eso la dejó, así simplemente. El hombre no pensó en sentimientos ajenos y la linda y sencilla Fermina, quedó despedazada. Era tanto el amor, que lo ocurrido no pudo resistir y al otro día, en la hora precisa que su amado debía cumplir un viaje, corrió desesperada por el interior de los rieles, sin que nada pudiera hacer él por evitar arrollar a la mujer que le amaba. Muchos trabajadores que presenciaron la escena, quedaron conmovidos por la tristísima muerte de la mujer que ellos soñaban.
    Es por eso que llora en las noches, es por eso que a esa viuda, aunque le temen, son muchas quienes la recuerdan y sienten pena por ella. Si algunos de ustedes viajan por ese solitario lugar entre El Salvador y Potrerillos. Si por alguna casualidad una noche ella llega a su lado, no teman un daño por parte de esa alma en pena...es sólo su tristeza, que la arrastra como pesada cadena...

    http://img707.*************/img707/1517/piedradelaviuda.jpg


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