Tirar Sin Transar....

Estimados, encontre esta info por Ahi... y me gustaria compartirala para debatir.....


Ser un campeón sexual tiene serios riesgos, que a veces pueden resultar letales. Hasta ahora el mejor antídoto sigue siendo un buen condón, no sólo para no contagiarse de sida, sino para evitar la gonorrea y la sífilis, que también se pueden contraer por sexo oral. No lo olvide.



Aunque cada vez es más común escuchar el comentario que "nadie se muere de sida por estos días", ya sea porque existen fármacos de última generación para tratar el mal o porque la enfermedad está cubierta por el Plan AUGE, la realidad es otra. Una detección tardía de la patología puede significar la muerte si las defensas del organismo están bajas, y no es anormal que esto ocurra, según Beatriz Marincovich, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.


"El VIH tiene tratamiento, pero el gran problema que tiene nuestro país es el diagnóstico tardío. Hay personas que jamás han pensado que podían estar en riesgo de VIH y, aunque tenían algunas enfermedades que podían ser, nunca se habían hecho el examen y llegan a hospitalizarse ya muy grave y ahí hay una alta letalidad. Aumenta la probabilidad de morir. Alrededor del 20% de los casos que se detectan en el país son tardíos", aclara.
Por eso sostiene que el Gobierno debería permitir a todas las personas acceder al examen del sida, porque actualmente se hace sólo por obligación a las embarazadas.
En consecuencia, no hay que bajar los brazos y tomar precauciones. Con todo, la posibilidad de morir por VIH ha disminuido. Lo mismo ocurre con otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente si se tratan a tiempo. Sin embargo, contagiarse con una de ellas es más fácil. Porque si para prevenir el sida sólo basta un condón, en las ETS éste no es suficiente.
Ojo con el sexo oral
Bastián conoce en carne propia el calvario de tener una ETS. Tentado por un grupo de amigos se fue a una discoteca bajo un gancho tentador: "Nadie sale sin mina de ahí", le dijeron.
No sólo salió con una "amiga", sino con dos y con varios tragos de más en el cuerpo. Lo que pasó en su departamento fue parte de historias, tallas y mitos. Sus amigos lo palmoteaban. Él no entregaba detalles. Sólo esbozaba: "Pasó de todo".
No sabía que esa frase tendría otros alcances. Lo supo unos quince días después, cuando un hecho cotidiano como orinar se transformó en un calvario: una sensación de quemazón le hacía salir lágrimas de los ojos y los testículos se le inflamaron. Pero lo que lo hizo correr al médico fue cuando de la punta de su pene comenzó a salir una excreción blanquecina, primero, y gruesa y amarillenta, después. "Era como pus", recuerda. Eso sin contar las erosiones en su boca, que evidenciaban algún tipo de infección. Por último, el pantalón cubría las apariencias.
Cuando el doctor le dijo que tenía gonorrea se rió del diagnóstico. "Es imposible", le dijo. Si bien reconocía su promiscuidad, tenía algo claro: nunca ni curado dejaba de usar condón.
Grande fue su sorpresa cuando el especialista le explicó que también podía contraer la enfermedad por sexo oral o simple contacto. Recordó la noche con las dos chicas y guardó silencio. Un antibiótico solucionó su problema. "El sexo oral sólo para parejas estables", dice este joven que se controla en el hospital Barros Luco.
"Para la sífilis, la gonorrea, los condilomas y el herpes no basta con usar preservativos, porque puede haber una lesión de sífilis, de herpes o condilomas fuera del preservativo. Para la gonorrea sirve el condón por la secreción, pero esta enfermedad es altamente infectante. Entonces puede ser que alguien manipule el preservativo y después se lleve la manos hacia los ojos o, por ejemplo, vuelva a tocarse los genitales y se la autotransmita", advierte la epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, quien dice que esta última ETS es muy común en los hombres, pero está muy subnotificada. "Las personas van a consultas privadas para que su nombre no quede registrado en ningún informe de notificación oficial, como sí se hace en el sector público. Sin embargo, existen otras personas que no acuden a ningún sistema y se automedican con antibióticos", dice.
El tema no es menor. Con mayor razón si se miran las estadísticas. No más de un 30% de las personas usa preservativos con sus parejas casuales, y un 70% de las personas reconoce practicar sexo oral.
Este último tiene muy baja transmisión del VIH, "pero sí tiene una alta tasa para sífilis y gonorrea", señala tajante la facultativa.
Prenda la luz
No sólo la gonorrea puede contagiarse por sexo oral. También la temida sífilis, que sigue siendo una realidad en el país, y las cifras son más altas que las estadísticas que publica el Ministerio de Salud, porque no se notifican todos los casos a la autoridad sanitaria.
"La sífilis es una ETS que se transmite por contacto, no necesariamente tiene que haber penetración", advierte la doctora Marincovich.
La aparición de la úlcera sifilítica o chancro es la primera etapa de la infección, que luego pasa a la sangre, provocando muchos tipos de lesiones que inicialmente nadie sabe a qué atribuir. Por eso se conoce a ésta como la "gran simuladora". De ahí en adelante la enfermedad está latente y comienza a generar problemas cardiovasculares y en el sistema nervioso central.
"La etapa más transmisible es la inicial, cuando está el chancro, que por lo general se ubica en el pene y el ano. Es una lesión redonda, roja, que no duele, que tiene los bordes bien brillantes, como un volcán", detalla Marincovich.
Asimismo, cuenta que estudios internacionales demuestran que la sífilis y la gonorrea están aumentando en hombres que tienen sexo con hombres contagiados con el VIH. Esto se debería a que los pacientes en tratamiento por el virus se sienten muy seguros por estar con medicamentos, piensan que infectan menos y entonces no usan preservativos, y si los emplean, no los utilizan para practicar sexo oral.
Esto ocurre con portadores de VIH que saben que la carga viral es muy baja en el semen y se ponen el preservativo al final del acto sexual, cuando hay sólo penetración. Pero para el contagio de la sífilis o la gonorrea sólo basta el intercambio de secreciones.
Obviamente, el riesgo no es privativo de los pacientes con VIH, sino que alcanza a toda la sociedad. A Marincovich le preocupa lo que ocurre especialmente a nivel juvenil, donde el sexo oral es una práctica muy difundida. Por eso su consejo es claro y simple: tenga relaciones sexuales con la luz encendida. No por una cuestión de erotismo, sino que simplemente por seguridad. El sida no se ve, pero sí el resto de enfermedades de transmisión sexual, que circulan y se expresan en el cuerpo de muchos compatriotas: sífilis, gonorrea, condiloma acuminado y herpes genital. Es decir, si no sabe con quién se mete, al menos mírelo bien.

 

Hay que tener presente esto cuando salta la liebre tan facil.....