Un hombre entra a una farmacia, compra un condón, luego camina fuera de la tienda cagándose de la risa. El farmacéutico piensa que es raro, pero, hey, no hay ninguna ley que prohíba que la gente extraña compre condones. ¿Quién sabe,Tal vez sea una buena cosa. Al día siguiente, el mismo hombre vuelve a la tienda, compra otro condón, y una vez más deja el almacén riendo como loco. Esto despierta el interés del farmacéutico. - "¿Qué podría ser tan divertido sobre la compra de un condón, de todos modos? - " Así que le dice a su empleado "Si este hombre vuelve, quiero que lo sigas para ver dónde va. " Efectivamente, al día siguiente el mismo hombre está de vuelta, y compra un condón, y se va riendo. El farmacéutico le dice a su empleado, que lo siga. Aproximadamente una hora más tarde, el empleado regresa a la tienda cagao de la risa. - "¿Lo has seguido? ¿Dónde fue?" pregunta el farmacéutico intrigado. El empleado responde riendose: - a "tu casa" ajajajaja..