El sábado 2 de Abril de 2005, tras veintiséis años, diez meses y diecisiete días de pontificado durante los cuales ayudó como nadie a sumarle a la población mundial dos mil millones y casi revienta el santoral con los cuatrocientos ochenta y dos nuevos santos y los mil trescientos treinta y ocho nuevos beatos en espera de canonización que como por la magia de Aladino produjo su mano suelta, por fin murió Wojtyla, el papa más dañino, pérfido y malo que haya parido en sus putos días la puta tierra. Mentía en once lenguas además del polaco en que lo amamantó la Mentira. No bien se montó al solio de Pedro por un golpe de la suerte tras el fugaz pontificado de Albino Luciani (que Dios sabrá si no murió asesinado) y puso a funcionar todo el aparato vaticano al servicio de su vanidad que no conocía más límites que los del universo. Quería que lo vieran, lo oyeran, lo aplaudieran, ser el centro de todos y de todo, todo el tiempo. ¿Y qué decía? Estupideces. Era homofóbico sin irle ni venirle, salvo que hubiera sido una mariquita de clóset, que bien puede ser. La idea del semen per angostam viam lo enloquecía como al Doctor Angélico y a la Inquisición. En cambio le importaba un carajo que acuchillaran en los mataderos a las vacas. Ni un solo niño o perro abandonado recogió. ¡Y cuántos niños no nacieron con sida en África mientras él predicaba contra la interrupción del embarazo y el condón!. De los setecientos millones de espermatozoides que se pierden, por lo bajito, en cada eyaculación, y de las incontables eyaculaciones que se pierden en el curso de la vida de cada hombre nada decía este truhán tonsurado. Vivía en palacios entre comodidades y criados y más protegido que el tesoro de Tutankamón. Viajaba en jet privado, salía en televisión día y noche e inundaba con su santurrona efigie el planeta. Impúdicamente disfrutaba de los logros de la ciencia atea que la Puta que él encarnaba combatió y obstaculizó por siglos, opuesta siempre a todo progreso e investigación. A la Puta la manejó como un autócrata y nunca permitió la más mínima disensión. Viajó siempre en jet privado y en su impúdica agonía de meses ocupó un piso entero del Hospital Gemelli como si fuera príncipe saudita y no el más humilde entre los humildes que pretendía ser. En esos veintiséis años, diez meses y diecisiete días en que representó la farsa de la santidad visitó ciento treinta países, doscientas sesenta y nueve ciudades italianas y doscientas setenta y cuatro de las trescientas veintiocho parroquias de la diócesis de Roma, recorriendo en total un millón trescientos mil kilómetros, el equivalente a más de tres viajes de la tierra a la luna. Promulgó trece encíclicas, trece exhortaciones apostólicas, cuarenta y una cartas papales, diez constituciones apostólicas y diecinueve motu proprios; convocó ocho consistorios y quince sínodos; escribió más de cien documentos, cartas o constituciones; recibió a más de catorce millones de fieles en ochocientas setenta y siete audiencias semanales a las que hay que sumar quinientas ochenta y cuatro visitas oficiales de Jefes de Estado y ochenta y dos de primeros ministros; pronunció dos mil cuatrocientos discursos o sermones o como los quieran llamar; nombró ciento cincuenta y siete nuevos cardenales. En sus nueve viajes apostólicos al África visitó treinta y dos países. Dignas de recordar son sus visitas al epicentro del sida: el Congo, Zaire y Sudáfrica, donde anduvo satanizando el condón y diciéndoles a los niños negros sin porvenir ni padres que "bienvenidos al banquete de la vida". En su obtusa testa de santurrón no le cabía el que la immissio penis in vaginam es la fuente de todos los infortunios del mundo. Devoto de la Virgen María, varias veces fue a sus santuarios de Knock en Irlanda, Fátima en Portugal, Lourdes en Francia y la Basílica de Guadalupe en México a supervisar los inagotables chorros de dinero que de ellos fluye hacia las incolmables arcas de la Puta. El 15 de Mayo de 1995 ofició una misa en Manila ante la más grande concentración de bípedos gregarios que registre la Historia: entre cuatro y ocho millones. El 27 de Octubre de 1986 reunió en Asís a ciento veinte representantes de todas las sectas cristianas y de las demás religiones para pasarse un día entero con ellos orando y ayunando, quitándole así el récord de ayuno al ex presidente de México el gran bandido Carlos Salinas de Gortari que ayunó desde el desayuno hasta la comida de medio día en protesta por lo poco que le dejaron robar. Seguir leyendo Spoiler ¡Debes iniciar sesión para ver el Spoiler! Spoiler ¡Debes iniciar sesión para ver el Spoiler! Por Fernando Vallejo.
carajo, ke textote XD me acordé de la "misteriosa" muerte de su predecesor XD Me dio risa La idea del "semen per angostam viam" jajajaaasfd saludos
Le falto algo y bien importante. Al parecer el papa Juan Pablo II creia en medjorge. Y que importancia tiene eso ? Bien , justamente en diciembre del año pasado termino la investigacion vaticana al respecto. Las conclusiones deberian haber sido entregadas a Benedicto XVI, sin embargo nunca las hizo publicas.... Cuanto menos interesante