20/11/10 El Barcelona consigue una goleada histórica 8-0 ante el Almería

Entrenamiento con público, pachanga entre profesionales y juveniles, partido entre hombres y niños, encuentro de patio de colegio... Todos estos comentarios sirven para definir el Almería-Barcelona disputado en los Juegos Mediterráneos y que acabó 0-8 porque los azulgranas sintieron pena de su rival y levantaron el pie del acelerador en la segunda parte.​

Pepe Guardiola tenía el Clásico en la cabeza aunque lo negase y lo demostró con la alineación, en la que reservó a Busquets y, sobre todo, a Piqué, que podía haberse perdido ese choque si hubiera visto una tarjeta amarilla. Le dio una oportunidad al canterano Fontàs y éste no pudo tener un debut más plácido.

El Almería inquietó dos minutos a su rival. En ese tiempo, Maxwell despejó un centro desde la izquierda por si acaso llegaba un rematador, que no había ninguno. Ahí acabó el Almería, que se vino abajo al primer soplido del Barça como la casa de paja de uno de los cerditos del cuento. Blandito, sin alma, sólo pudo poner cara de resignación ante los goles que iban cayendo.

El primero fue de Messi, que partido que juega, partido en el que moja. Hizo una rápida pared al borde del área y batió a Alves con un disparo cruzado. Golpe mortal para los locales, que no superaron el shock en los 80 minutos restantes.

Todo fueron facilidades

Hasta la suerte falló al Almería. En el segundo tanto, Iniesta se aprovechó de un rebote, mientras que el tercero directamente lo firmó uno de los hombres de Juanma Lillo, Acasiete, que no quiso dejar a Villa que marcase y batió a su compañero.

A partir de ahí, los goles llegaban tan rápido que pillaban a las cámaras mostrando las repeticiones de los anteriores. Pedro y Messi dejaron el marcador en un sonrojante 0-5 a los 36 minutos que sentenciaba al entrenador almeriense, que e la previa había dicho que el tiro se lo habían dado y sólo quedaba que llegase la bala. Y le llegaron unas cuantas.​

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