Uno de los grandes sueños de la década de los 60, y casi ignorado en la actualidad por cuestiones de presupuesto, la Luna espera a que regresemos. Para el eterno Stephen Hawking, será mucho más que una aventura de pioneros: Colonizar la Luna en los próximos 50 años será una necesidad, debido a factores como la sobrepoblación, y la escasez de recursos básicos A través de toda su historia, la raza humana ha emigrado a diferentes regiones del globo, buscando condiciones más favorables. Tierra fértil, caza/pesca abundante, agua segura y madera son apenas cuatro ejemplos de recursos esenciales. En la actualidad, la lista es mucho más amplia, pero lo cierto es que una fracción muy pequeña de dichos recursos es renovable. Esto llevó al desarrollo de conceptos como el overshoot poblacional, la teoría de Olduvai y la catástrofe malthusiana. Al mismo tiempo, la ciencia ha aportado beneficios gigantescos, sin embargo, no debemos olvidar que la eficiencia también tiene límites. No son pocos los que creen que la humanidad sólo podrá prolongar su existencia apelando a la colonización espacial. Uno de esos creyentes es nada menos que Stephen Hawking, quien declaró en el programa Live from Space, que la humanidad tendrá colonias lunares dentro de cincuenta años. Hawking expandió sus dichos al indicar que es imperativo para la raza humana enfrentar la oscuridad del espacio y colonizar otros mundos, y de seguir por esa ruta, el Siglo XXI verá el inicio de la verdadera Era Espacial. También considera que la Tierra es un mundo viejo, con una población en constante crecimiento, y que se necesita un plan B. Pero sus palabras no estuvieron limitadas a la Luna, y agregó que espera un establecimiento permanente de humanos en Marte hacia el fin de este siglo. Los tiempos que ha mencionado Hawking parecen bastante cortos en el tiempo, teniendo en cuenta el nivel de desarrollo tecnológico, y la negativa actual de las agencias espaciales de volver a la Luna. Puede que la industria espacial privada sea capaz de acelerar esto, pero aún debe dar otros pasos esenciales, como por ejemplo, un turismo estable y accesible.
