Primer relato. La escalera de emergencias de la U

Buenas portalianos. Desde hace años que leo los relatos de acá y siempre me han parecido interesantes, principalmente los que son anécdotas y se nota que no son inventados. Ahora me gustan particularmente los de Karlyw y los de Alejandra, un saludo para ellas si me leen. Me decidí a hacer mi aporte a esta sección contando algunas anécdotas que me han ocurrido. Acá va la primera.

Hace unos años estaba en la universidad y con mi ex polola de ese entonces teníamos una relación bien caliente. Descubrimos que nos gustaba hacerlo en público y esta historia fue una de esas veces.
Luego de un par de semanas de harto estudio intenso, poco tiempo para vernos y para hacerlo yo ya andaba que cortaba las huinchas. La arrinconaba contra el muro cada vez que subíamos o bajamos las escaleras de emergencia de la U que era la vía más rápida para no subir por las otras escaleras llenas de gente o los ascensores.
Un día sábado en la mañana que tuvimos que ir a clases, empezamos a mandarnos watsap calientes durante la clase, nos mandábamos gif sexuales como diciendo "esto te quiero hacer".
Esta era una de esas salas auditorio, estábamos los dos sentados en la última fila, con las piernas bajo el nivel de la mesa donde el resto no podia ver nada.
En eso la maldadosa me mira con una cara de caliente y me empieza a tocar la pierna, me hace un 1313 y sonríe maliciosamente, ambos sabíamos lo que iba a pasar. Sube la mano izquierda desde mi rodilla hasta mi entrepierna lentamente y la coloca ahí, porque con la derecha hacía como que tomaba apuntes.
Se me puso dura de una, el morbo de estar en clases en una sala llena de gente y ella aparenetemente dispuesta a pajearme, me calentó muchísimo.
Me empieza a acariciar despacito por encima del jeans, pero yo sentía poco por la tela dura, asi que la ayudé. Me saqué el cinturón para que no suene y me desabroché el pantalón. Ella se chupa los dedos para lubricarlos y me mete la mano bajo la ropa interior y empieza a masajearme la cabecita.
- Me vas a matar - le digo yo
- Esa es mi intención - y se sonríe.
Me lo toma suavemente y me hace masajes circulares en el glande entre el pulgar y el índice . Ohhh demasiado ricoo y con sus dedos mojados la sensación era maravillosa. La sala estaba oscura así que cerré los ojos y disfruté ese momento.
Entonces me lo toma firme y apretado desde la base como diciendo "todo esto es mio" y me mira sonriendo la maldita ajajaja. Así estuvo cambiando el ritmo de suave a firme durante 45 minutos. Primero lento como a 1 por hora, disfrutando cada milímetro arriba y abajo y mirándome a los ojos entretenida con mis caras de placer. Luego lo apretaba y me pajeaba fuerte, siempre con cuidado de no meter bulla.
Ella andaba con falda y traté de meterle mano también y me dice al oído despacito.
- NO. yo mando ahora y no me puedes tocar - y me pega un apretón al pene para hacer énfasis en que ella lleva las riendas. Usaba el líquido que goteaba mi verga para lubricarlo, luego se chupaba los dedos. Me tenía enfermo de caliente y ahi sin poder hacerle nada.
Estuvo así variando el ritmo hasta que el profe dice
- ya, llevamos mucho rato acá así que vayan a ventilarse y vuelvan en 20 minutos
Saca su mano, trato de guardarme la pija dura como piedra con dificultad ajaja y salimos de la sala como si nada hubiese pasado
- ven, vamos por un cafecito - le dije. Y ella se dirige hacia el ascensor.
- no, por ahí no. sígueme - le tomo la mano y me la llevo a la escalera de emergencias. Me mira y se rie, y yo le pongo cara de póker para que no note las intenciones perversas que tenía en mente.
Era día sábado asi que pensé que andaría poca gente en la U y menos subiendo o bajando las escaleras, busqué un sitio que fuera difícil de ver y fácil de arrancar. La arrinconé contra la pared y comencé a darle besos en el cuello que la volvían loca, subía hasta detrás de su oreja y ella suspiraba. Una mano en sus tetas exquisitas, ese día ella andaba con una blusa livianita por lo que fue fácil sacarle una y besar su rico pezón que ya estaba duro. La seguridad con que hice todo esto la desconcertó, no lo esperaba ese día y menos en ese lugar, me miraba como sosprendida y a la vez intrigada hasta dónde podría llegar. Pero ella había despertado la bestia así que me la iba a pagar.
Comenzamos a besarnos apasionadamente, le subi la blusa dejando sus tetas al aire, le tomó una con firmeza y comienzo a chuparle la otra, eso le encantaba y la prendía rápidamente, era su punto débil que ya habia descubierto hace un tiempo y que hoy usaría para calentarla al máximo. La acerco a mi y le pongo una mano sobre el calzón, me la corre y me dice
- que vas a hacer? aquí??
- ahora mando yo, shhh - y le corro el calzón para el lado y siento su concha ya mojada.
Ella desabrocha mi pantalón y comienza a correrme una paja mientras yo le meto los dedos. La situación era muy caliente, el lugar, el poder ser descubierto en cualquier momento, ya estábamos los dos a mil, no nos importaba nada.
En eso la doy vuelta rápidamente, le corro el calzón para el lado me acomodo y se lo meto de una. Ella pega un grito ahogado. Con todo lo jugosa y lubricada que estaba no hubo dificultad. La tomo con una mano de la cintura y con la otra me afirmé de la baranda de la escala y la empiezo a bombear.
Primero despacito y suave pero ella quiere más y levanta la cola para sentirlo mejor. Me niego a dárselo tan fácil, ella fue la que me tuvo a su merced durante la clase, ahora me toca a mi.
La tomo firme y la penetro despacio pero profundo. Empieza a gemir pero yo no la hago callar, total era sábado y no andaba nadie casi más que mi curso, que casi nunca usaban esa escala.
- dame duro, lo quiero ya - me mira como rogando
La tomé de las caderas y se lo empiezo a meter más fuerte, ella se agarra de la baranda. Les escena era digna de película porno y no la había imaginado asi ni en mis más calientes fantasías.
Me saca el polerón y lo pone encima de los peldaños y se arrodilla, con una mano se afirma y con la otra se toca la conchita me mira por sobre el hombro
- hazme cagar - y me mueve la colita ansiosa.
Pongo una rodilla en el escalón de abajo, me acomodo y se lo meto nuevamente. Una mano en su cadera, la otra firme en su cuello y empezamos a movernos al mismo ritmo pero ahora frenético. Ya llevábamos rato en el lugar y teníamos que volver.
Sus gemidos ahora eran gritos ahogados. Empieza a moverse empujando sus cachetes contra mi y resonaban por toda la escala haciendo eco. Empiezo a metérselo más rápido hasta que me
- ven siéntate, te quiero así.
Le hice caso y empieza a darme sentones ricos, gemía como vuelta loca y saltaba en mi pico. Yo sentía como que estaba todo adentro de ella. Pega un último sentón y luego mueve el poto de lado a lado encima mio y se queda asi.
- Acabé - me dice. Tu dale ahora
Que me dijeron a mi ajaja la pongo de pie porque era más cómodo y comienzo a darle por última vez hasta que siento que me voy y la acerco a mi y le echo todo el moco dentro.
Nos miramos, sonreimos. Me da un abrazo y me dice
- estuvo demasiado rico, cuando de nuevo? ajaja
Nos vestimos y volvimos a la sala. Ella dando saltitos como niña, contenta ajajaja. Y noto que por su pierna chorrea un hilito de jugo ajajaja. Obvio me quedé callado, la imagen era de película. Llegamos a la sala, le pego un palmazo en el poto despacito. Me mira me tira un beso y entramos a clases.