El caso de Emilie Sagée

Aquí les traigo la peculiar historia de una profesora francesa y su capacidad de desdoblamiento, ocurrida en Letonia a mediados del siglo XIX.

Conocido tambien bajo el nombre alemán de "Doppelgänger", el "doble" es un fenómeno parasíquico particularmente inquietante, más aún, porque según la tradición europea, ver su propio "reflejo" es señal inequívoca de una muerte inminente.

En 1845, el director de un instituto para niñas jóvenes de la nobleza, el pensionado Von Neuwelcke, ubicado en la actual Letonia a unos 60 kilómetros de Riga, contrata como profesora de francés a una mujer joven llamada Emilie Sagée, que dice haber nacido hace 32 años en Dijon. La nueva docente tiene un carácter muy alegre y una inteligencia y sentido de la educación que llaman favorablemente la atención de su entorno. Sin embargo, algunas semanas después de su llegada comienzan a circular rumores entre las 42 alumnas del pensionado.
En efecto, se producen extraños fenómenos: varias veces mientras una alumna dice haber visto a la profesora en un extremo del edificio, otra afirma haberse cruzado con ellas en el extremo opuesto. Al principio los profesores no prestan oídos a estos cometarios pero el caso se complica. Un día, mientras Emilie está ante la pizarra dando una clase de gramática a 13 jóvenes, aparece a su lado una silueta imitando sus movimientos a la perfección. El único detalle que difiere es la ausencia de tiza en su mano. El doble sigue manifestándose durante las semanas siguientes y adopta progresivamente un comportamiento más independiente. Así un día, las 42 alumnas están ocupadas en trabajos de costura en un cuarto de la planta baja, y una profesora las vigila. Por la ventana pueden ver a Emilie Sagée en el jardín. En un momento dado su supervisora se ausenta para ser reemplazada por el doble inmóvil y silencioso. Afuera, Emilie parece tener dificultades para moverse. En clase algunas alumnas se atreven a acercarse y constatan que el doble de la profesora ofrece sólo una ligera resistencia a las manos que lo atraviesan y termina por desaparecer
Por supuesto, todo esto altera a las jóvenes pensionistas y provoca numerosas partidas. 18 meses después, 30 de las 42 alumnas han sido retiradas por sus padres. El director decide despedir a Emilie, la cual antes de irse le confidencia que es la decimonovena vez que se ve obligada a dejar un puesto siempre por la misma razón desde que empezó a enseñar a la edad de 16 años.

Este relato proviene de una alumna llamada Julie von Güldenstubbe quien mantuvo contacto con su profesora hasta 1850. Es más en una visita que Julie le hizo a Emilie, instalada en casa de una cuñada, descubre que los hijos de ésta estaban acostumbrados hacía tiempo a tener 2 "tías Emilie". Finalmente se le pierde definitivamente el rastro en Rusia donde emigró como institutriz de una familia.

P.D: Si bien Emilié Sagée no podía ver a su doble, deducía su presencia por la alarma que provocaba entre la gente que la rodeaba y lo que es más notable, la intensa fatiga que la invadía.

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