Jugadores de leyendas

Una aténtica institución en el fútbol chileno y sudamericano. Elías Figueroa ha pasado a la historia como uno de los mejores centrales que ha visto el mundo del fútbol.
Si hablamos de Franz Beckenbauer, Ruud Krol, o Franco Baresi, a nadie se le escapa que nos referimos a un trío de defensas que bien puede ser considerado el mejor de todos los tiempos.Pero a la altura de estos y menos conocido, quizás porque nunca cruzó el charco vía Europa, está el gran Elías Figueroa, (Valparaíso, 25 de octubre de 1945), un defensa chileno, considerado uno de los mejores centrales que jamás haya existido.
No hay más que acudir a las hemerotecas y extraer declaraciones de voces más que autorizadas. El mismo Franz Beckenbauer, el Kaiser alemán, para muchos el mejor defensa de la historia, declaró que Elías Figueroa no era el Beckenbauer sudamericano. "Yo soy el Figueroa de Europa", llegó a afirmar, asegurando que era uno de los mejores defensas que él había visto. César Luis Menotti, entrenador argentino de la Argentina campeona en 1978 fue más allá expresando que "es el mejor central que vi en mi vida". Y Daniel Passarrella, capitán de aquel equipo dirigido por Menotti no tuvo reparos en decir que "Figueroa y Beckenbauer han sido los únicos centrales mejores que yo en la historia". Elías Figueroa es, sin duda, pura historia de este deporte que es el fútbol.
Su brillante carrera

Figueroa era puro talento desde la zaga. Se dice que era tan bueno que desde pequeño los entrenadores preferían tenerlo como defensa para aportar su seguridad desde atrás y poder trasladarla hacia el ataque. Y así lo entendía Figueroa en su juego. Era un marcador elegante y limpio, que siempre se anticipaba al rival e infranqueable para los rivales más rápidos. Su posicionamiento en el campo era digno del mejor estratega. Pero lo mejor de su juego era la salida de balón. Perfecta. Su personalidad y técnica privilegiada le permitían ser el alma del equipo. En todos los conjuntos en los que jugó y con su selección fue siempre el líder y capitán. Un auténtico baluarte defensivo.
La carrera de Elías Figueroa fue muy dilatada. Más de 18 años como profesional, siempre siendo una estrella en sus respectivos equipos. Todo comenzó para Figueroa en su club natal de Valparaíso, el Santiago Wanderers. El primer año como profesional juega muy poco dada su juventud por lo que es cedido al Unión La Calera. Su primer partido fue la antesala de lo que sería su carrera. Ganaron al todopoderoso Colo Colo en el estadio Nacional por 0-2 el 26 de septiembre de 1964. Esa temporada le valió la vuelta a la Wanderers por los dos años siguientes. El central chileno realizó dos torneos soberbios y los grandes clubes de Sudamérica se empezaron a interesar en ese joven central que parecía que llevara toda la vida jugando al futbol.
El Peñarol se hizo con los servicios del zaguero y Figueroa consiguió coronarse como bicampeón uruguayo. Su leyenda empezaba a escribirse. Las dificultades económicas del equipo de Montevideo forzaron la venta del chileno. El Real Madrid y el Internacional de Porto Alegre pujaron por Figueroa. Éste valoró como mejor opción la brasileña, que además era una liga que acogía a la mayoría de los campeones del mundo de 1970 en México. Junto con hombres como Manga, Paulo Roberto Falcao y Paulo César Carpegiani, Figueroa consiguió entre 1972-1976 dos Brasileiraos y cinco campeonatosgauchos (que suponían imponerse antes su gran rival, el Gremio de Porto Alegre). Pero los títulos colectivos no fue lo único que ganó Elías. Consiguió hacerse un nombre el orbe futbolístico internacional. Esos años fue nombrado mejor jugador del equipo, ganando numerosos galardones individuales.
Mejor jugador del campeonato brasileño, mejor zaguero sudamericano y mejor jugador de Sudamérica durante tres años (1974, 1975 y 1976). Un auténtico mito sobre los terrenos de juego que tuvo su recompensa planetaria cuando en 1976 se le concedía el premio Fifa World Player, que lo reconocía como el mejor futbolista del planeta.
En 1977 y por presiones familiares decidió volver a su Chile natal. Diez años después volvía el hijo prodigo. Su elección fue el club Palestino con el que ganaría la Copa en 1977 y la Liga en 1978. En 1980 y con 35 años los dólares seducieron al defensa chileno y emprendió la aventura de un año junto con Gerd Müller y Teofilo Cubillas en el Fort Lauderdale Strikers. El nivel de la liga estadounidense era tan bajo que Figueroa volvió ha Chile en 1982 para terminar su carrera jugando en el Colo Colo. Tras el clásico contra El Universidad de Chile, el dominador de las áreas sudamericanas, colgó las botas.Sucedió un 1 de enero de 1983.
La larga carrera de Figueroa, de casi 20 años, también tuvo su proyección con selección.Es considerado el mejor futbolista chileno de todos los tiempos. Y es que gracias a él, Chile disputó tres mundiales (1966, 1974 y 1982). 47 veces vistió la colorada chilena, la gran mayoría portando el brazalete de capitán.
Elías Figueroa será recordado siempre como un jugador de elegancia que desde la defensa supo impartir cátedra futbolística en todos lo países donde jugó. La FIFA lo sitúa con el honor de ser el octavo mejor futbolista sudamericano de la historia. Para terminar de hablar de esta leyenda que mejor que hacerlo bajo las palabras de Nelson Rodrigues, escritor brasileño, que diría del propio Figueroa: "Elegante como un conde de smoking, peligroso como un tigre de bengala, Elías Figueroa fue el zaguero perfecto".

aki un video
http://www.youtube.com/watch