El día que. Siempre recordaré ese momento en el que perdí todo: Me siento en el sillón de cuero y mis manos se desligan de mi cuerpo, el piso está helado, la cerámica carcome mis emociones, mis latidos y la paciencia. Aún recuerdo ese momento donde perdí todo al tomar el teléfono, hoy caminé hasta otro planeta desgastando mis pies derritiendo mis dedos con el calor de primavera. Pero me siento, y el sillón de cuero está helado con la televisión de fondo reclamando mi estadía casi inestable como mis lágrimas de cocodrilo. Pero aún recuerdo y siempre recordaré cada camino recorrido tantas espigas en mi ropa plausible casi imborrable no siento ni mi cara y estoy cansado de llorar como un humano. estoy en el sillón divagando ideas cosechando poemas en tierra muerta y plantando mi agonía en el silencio. Estoy callando cada canto de mi garganta y no dejo de creer en mis emociones que se van se van con todos se quedan contigo y se pierden en la anestesia barata. Estoy cansado de robarme el vino y no sentirme curado ¿Por qué? todo se va y eso me apena los vasos llenos se vacían rápido y los gotarios de sangre remecen mi estancia en estas tierras. Siempre recordaré ese living que satisfacía mis lágrimas siempre recordaré. Pero de alguna forma sanará.