No necesito una respuesta para elevarme y volar, no necesito ver las luces para distinguir lo blanco de lo negro, no necesito conocer las mentiras para saber que mi vida lo es, no necesito despertar de mis fantasias para comprender que mis memorias se pierden cuando te veo. No necesito recordar mil vivencias, mil recuerdos, instantes, para saber que estoy contigo, no de la forma que quisiera, pero lo estoy. No necesito la muerte para matar mis ilusiones, te necesito a tí para que estas vivan, no necesito al lucero del alba, al sol naciente, siendo tú la que ilumina mi vida. Sólo necesito decirte... cuanto te quiero.