El segundo silencio con Yolanda

Era la última semana de Junio y yo por suerte eximido de todos mis ramos, al igual que muchos de la pensión que ya habían partido de vacaciones o bien a sus respectivos hogares fuera de la capital. Prácticamente sólo en el conventillo decido ir a comprar una promo y ver unas películas en la sala de estar sin que nadie me hueviara. Ya eran las 5 de la tarde más o menos.

Entro y había un silencio sepulcral, la raja pensé. en el cable en esos años no habían taaantos canales, pero para uno como estudiante ver Arma Mortal era un estreno de la puta madre. Estaba sirviéndome la piscola cuando comienzo a escuchar unos gemidos y respaldo de catre contra la pared en una de las piezas del primer piso. Pensé, estos weones disfuncionales con el wn machista se están poniendo al día... Me vuelvo a concentrar en la película, cuando a los 20 minutos sale un poco despeinada mi Yolanda, desde el pasillo, cuando siento el portazo del doprmitorio de la parejita. La miro, me queda mirando con cara de picarona y me dice "negocios son negocios papi" y se sienta al lado mío. Expelía sexo esa mujer, lo cual me puso caliente y me dice "mírame papi, no la tiene grande como tú, pero 10 mil pesos para mí es plata. Por favor no le digas a nadie, ya sabes que me echan de acá y no puedo perder mi trabajo. Nos vemos la próxima semana y compenso tu silencio", dándome un beso con lengua que me dejó loco mientras me agarraba el tronco que ya había despertado. se levanta del sillón, yéndose por la puerta mostrándome ese culito delicioso. Pasaron 10 segundos y me fui a lavar los dientes...

Al otro día y con algo de caña, me levanto al medio día y veo a la parejita saliendo con bolsos y maleta, de vacaciones imaginé. La mina simpatiquísima se despide y el wn serio mueve su cabeza con desdén, como diciendo "chao", y lo miro cagándome de la risa, a lo que baja su cabeza, sabiendo que lo había cachado. Me voy a la cocina a ver que podía hacer de almuerzo y estaba en eso cuando siento un portazo. Era Yolanda. Llevaba unos jeans apretadísimos, una polera roja apretada también y va a la cocina diciéndome "no me pude aguantar al lunes papi, estamos solos" y comenzamos a besarnos de una forma enfermiza, mientras estrujaba esas tetas maravillosas. La tomo de ambas piernas y la subo al mesón. seguimos besándonos y le saco la polera, llevaba unos sostenes rojos que contrastaban en forma infernal con esas tetas negras, redondas y firmes, por lo que termino sacándole el sostén y me lanzo a besarlas, chuparlas y morderlas como un hambriento, comenzando Yolanda con unos gemidos que se escuchaban por toda la casa. Si hubiese habido alguien más, me importaba una mierda. estábamos en eso cuando con sus piernas Yolanda me baja el pantalón del pijama, dejando mi verga al aire durísima, comenzando a pajearme como lo hizo en el baño. Sigo en sus tetas moviendo mi lengua en forma circular por sus pezones, y me dice "papi, vamos a tu dormitorio", se baja del mesón y nos fuimos besando mientras me seguía pajeando.

Entramos al dormitorio, me tira sobre la cama, se saca el jeans, dejando al aire unos calzoncitos delgadísimos, a lo que se agacha y comienza a chupármelo como una profesional, mejor que la mamada anterior incluso. Movía su lengua en forma circular al rededor del glande mientras me pajeaba en forma frenética. lo escupía y se lo volvía a tragar, comenzando a tragárselo hasta el fondo, dejándome más enfermo cuando su lengua comenzaba a acariciar mis testículos, dejando salir litros de saliba. subió y bajó unas 5 veces, dejándome la verga bien dura, con las venas que reventaban de lo hinchada que estaban. Se lo saca de la boca y hechando su cuerpo adelante pone mi verga dura entre ese par de tetas, subiendo y bajando haciéndome una paja magnífica. Mientras subia y bajaba disminuyendo el ritmo comienza a dejar salir saliva de su boca, sintiendo más humedad y poniéndome más caliente con la cara que me miraba. En eso y con la verga tiesa, se sube arriba mío y comienza a besarme, mientras acercaba su conchita húmeda, con esos pelitos cortos, a mi glande que parecía una palta de lo hinchada que estaba. "voy a bajar despacito papi", me susurra, y comienzo a sentir su concha hirviendo bajar muy suave y a la vez sintiendo apretones cada vez que paraba para seguir bajando. La tomo del pelo, la tiro hacia atrás y comienzo a besar su cuello, mientras con un dedo comienzo a acariciar la entrada de su culito rico. En eso comienza a gemir y a bajar y subir más rápido, a lo que vuelvo a besar en la boca y siguiendo después con sus tetas. Ya no era bajar y subir de su concha, eran derechamente sentones que sonaban como aplausos dentro de ese dormitorio. Estaba en eso cuando no aguanto más y le aviso que me iba a ir, a lo que ella me responde "yo también papi" a lo cual la tomo de las caderas y comienzo a bombearla hacia arriba, sintiendo el apretón de su orgasmo y mi verga explotando con mi leche hirviendo. En vez de parar, Yolanda siguió moviéndose con el mismo ritmo diciéndome "necesito que guardes silencio papi, te juro que si hablas te voy a matar culiándote bien rico" y yo, entre tiritones lo único que atine fue a darla vuelta, ponerle sus largas piernas en mis hombros y taladrándole la concha saltando sobre ella. ella comienza a gritar "sigue metiéndomelo papiiii, soy tu putaaaa", mientras la leche salía como vela derretida de su concha negra.

"desde ahora serás mi puta" le digo mirándola a los ojos, a lo que ella me responde "si mi papi, siiiiiiii" teniendo los dos un segundo orgasmo al mismo tiempo, saliendo más semen caliente de su concha y cayendo sobre ella, exhaustos los dos, quedándonos dormidos en la cama. Despierto y ya no estaba, pero quedando con la sensación de tener el control y queriendo usar sexualmente a esa negra mientras estuviésemos en la pensión...