Hipomania:Una “manía más leve”

La hipomanía muchas veces es un cuadro de difícil detección. Se caracteriza principalmente por un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable (sin la intensidad que tendría en una fase maníaca) pero claramente diferente al estado de ánimo habitual del paciente.





La razón por la que suele ser difícil de detectar es que, a diferencia de la manía, no siempre provoca un deterioro en el funcionamiento social, familiar o laboral del paciente, precisamente porque los síntomas no llegan a tener la intensidad de un episodio maníaco. Sin embargo, se trata de un estado patológico y, por ello, hay que saber detectarlo a tiempo para evitar que la sintomatología continúe aumentando.


Otra de las razones que complica su detección es que puede llegar a solaparse o confundirse con la personalidad de base del paciente. Por ejemplo, si se trata de un paciente que por sus características de personalidad es alguien tímido, introvertido, reservado y, de pronto, lo notamos mucho más conversador, con más energía, extrovertido, etc. evidentemente será más sencillo que la familia o las personas de su entorno se percaten de que hay un cambio anímico importante y que podría tratarse de un cuadro hipomaníaco.


Ya será más complicado, por ejemplo, detectar un cuadro hipomaníaco en alguien que de base es una persona extrovertida, conversadora, muy activa, etc. En un caso como éste es mucho más frecuente que el cuadro patológico (hipomanía) se solape o se confunda con la personalidad del paciente.


Finalmente, Hagop Akiskal, uno de los autores más importantes en temas relacionados con el trastorno bipolar, propone seis criterios para distinguir la hipomanía de la alegría 'normal' (pongo las comillas porque el término normal puede llegar a ser algo relativo o subjetivo en algunos casos). En opinión de Akiskal, la hipomanía se distingue por los siguientes criterios:


no tiene causa aparente;
su intensidad puede llevar a la automedicación por parte del paciente;
reduce la capacidad de juicio;
es lábil (varía o fluctúa);
está típicamente precedida o seguida de una depresión; y
es recurrente.




Bibliografia:

Akiskal (1987, 2002b). Aspectos clínicos y terapéuticos en el trastorno bipolar. Ediciones Mayo, 2004.


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