daniel rojas pool

Los grandes secretos del asesino de Cecilia Julio
Pese a su prontuario, vecinos están consternados con la noticia


Daniel Rojas Pool debe ser el hombre más vilipendiado en estos momentos en Antofagasta. Su foto y la noticia de su detención circulan profusamente tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, así como su caso es comentario obligado en toda la ciudad.

Se sabe que tiene 43 años, que ya estuvo preso por delitos sexuales y robo. Además, que había salido de la cárcel unas tres semanas antes de la muerte de Cecilia Julio, y que alcanzó a trabajar unos días en una empresa cercana al lugar donde desapareció la joven universitaria.

Tenía Facebook, el que arroja algunas luces sobre su persona. Pero, seguramente por el poco tiempo que alcanzó a estar en libertad, la plataforma virtual no aporta mucho más.

El único detenido por el asesinato de Cecilia Julio Bolados nació en Calama, ciudad en la que vivió hasta cerca de los 13 años, en un inmueble ubicado en la Villa Exótica. Fue criado y adoptado legalmente por sus abuelos, Humberto y Doris, muy queridos tanto en la capital loína como en Antofagasta. Formaban una familia evangélica que hizo grandes lazos en los lugares donde vivió.

Cuando Daniel cumplió 13 años se mudaron a Antofagasta, específicamente al barrio denominado "Sector Paraguay" (entre calle Iquique, el asilo de ancianos y los terrenos del Ferrocarril), donde vivían en una vivienda de dos pisos ubicada en el pasaje Coronel.

Se trata de un sector que se ha visto conmocionado por varias desgracias públicas. Hace unos años, el dueño de un almacén del lugar fue asesinado por dos hermanos en una asalto; de allí era la suicida que el año pasado se arrojó desde el edificio Segundo Gómez y que en su caída mató a una mujer trabajadora.

Y ahora esto.

Los vecinos no lo quieren creer. Les cuesta aceptar cualquier culpabilidad de Rojas Pool, sobre todo por el cariño que todos le tenían a sus abuelos/padres adoptivos.

Varios habitantes del sector hablaron de un joven normal, que sólo cuando adulto comenzó a tener problemas con la ley y con los mismos vecinos.

Uno, por ejemplo, asegura que le robó en una visita a su casa. Otros mencionan una fuerte discusión con el dueño de un departamento, que terminó con Rojas quebrando de un piedrazo una ventana del inmueble. El otro hombre le había arrojado agua caliente a sus hijos, argumentó en esa ocasión.

MATRIMONIO

Y es que el hoy detenido se casó y tiene dos hijos (un niño y una niña), con quienes vivía en el segundo piso de la vivienda de quienes lo criaron. Fuera de eso -y de constantes discusiones con su mujer-, hay varias versiones de que era un hombre tranquilo, bien parecido y un buen padre.

Trabajó como taxista un vehículo que le compró su madre. Ocupación, sin embargo, que coincidió con sus problemas con la ley y que terminaron con dos periodos en la cárcel, el segundo de ellos desde 2007, acusado de violar a una menor de 14 años.

Esa vez, la señora Doris no pudo más y vendió la casa -su marido ya había fallecido- y se mudó al sur. En el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Antofagasta apenas era visitado por su esposa.

libertad

Salió libre el 3 de noviembre pasado y casi de inmediato comenzó a visitar su antiguo barrio, pese a que ya ni su pareja ni sus hijos vivían allí. Fue varias veces en el vehículo que conducía en la empresa para la que trabajaba al obtener su libertad y de la que fue despedido, precisamente por usar la máquina de noche.

Incluso, antes de su detención se quedó siete días en la casa de un amigo, ubicada en calle Iquique.

PERFIL

De comprobarse su participación en el asesinato de Cecilia Julio Bolados, lo de Daniel Rojas Pool sería un caso "de estudio".

El director del Centro de Intervención y Asesoría Sicosocial de la Universidad Católica del Norte (UCN), Emilio Ricci, habla en condicional, porque está consciente de que las acusaciones deben probarse.

De hacerse, señala el sicólogo que claramente surgirían elementos para dudar de la eficiencia de la reinserción de los delincuentes, particularmente de los acusados por delitos sexuales.

Estos, indicó, son personas enfermas, con muchas desviaciones, cuyas condenas sólo los sacan de las calles por un tiempo.

En el caso de un violador, agrega, hay una perversión. "Lo normal es querer que los otros estén bien con uno, en cambio, el violador busca tener un dominio sobre el otro, por quien no tiene respeto".

violador

De comprobarse que Rojas es culpable, habría que decir que éste no hizo más que repetir lo que había hecho antes, comentó.

¿Existe una cura para los agresores sexuales? La respuesta es no, dice el sicólogo. Un violador puede estar de por vida preso, puede hacerse una intervención con él. Incluso la castración química. Pero nada asegura aún que no reincidirá.

INTERNET

El experto aborda otro detalle: internet. Es posible pensar que personas enfermas que cometen crímenes como los de Cecilia Julio busquen primero a sus víctimas a través de las redes sociales.

Por eso, su recomendación es a estar atentos a la entrega de antecedentes personales por este medio a personas que no se conocen.

"Hay que tener mucha cautela con los 'ámbitos virtuales', porque nunca sabemos quién está al otro lado del computador ni sus intenciones", enfatizó Ricci.



si no les gusta mandenme a la punta del cerro....

chau