Herejías

​

El termino herejía proviene del griego “hairesis”, en la corriente helénica, ese vocablo no tiene ninguna connotación ofensiva; simplemente se refería a las corrientes filosóficas que habían creado escuelas estables, por ejemplo la escuela de Platón. Los judíos también usaron la palabra herejía para aludir a algunas facciones internas de su religión , como los fariseos, pero sin darle ningún matiz ofensivo. El carácter negativo que se asocio al termino, fue posterior a la crucifixión de Jesucristo.



Es San Pablo, quien usa el termino “herejía” para aludir al nacimiento de tendencias contradictorias que comenzaron a darse en las primeras comunidades cristianas. Según Santo Tomas de Aquino, de la época medieval, el genuino creyente aceptaba todas las verdades, tal y como propone la Iglesia, y el hereje solo aceptaba algunas de ellas, cuestionar es herejía. Tan pronto esto quedo establecido, comenzaron a aparecer tratados en los cuales se explicaban las formas de combatirlas, las cuales evolucionaron y tomaron caminos diferentes desde la Inquisición hasta la cacería de brujas.
La Inquisición fue creada para combatir la herejía y luchar contra la alquimia y la brujería. Los agentes de la Inquisición tenían como misión buscar e investigar casos en los que se estuviera vulnerando la fe.



Se dieron muchos casos en los que se acusaba a una persona con el único propósito de confiscar sus bienes. Históricamente hubo tres Inquisiciones distintas:
1.La Inquisición medieval centrada en la persecución de los herejes en el norte de Europa.
2. La Inquisición Española fundada por los Reyes Católicos de Aragón y Castilla, para impedir el avance de las religiones judías y musulmanas tras la reconquista de España y defender a fe en sus colonias de América.
3. La Inquisición Romana establecida para el combate de protestantismo inaugurado por el monje agustino, Martín Lutero.

​

En la ultima parte de la Antigüedad y el transcurso de la Edad Media, la sociedad europea estaba dominada por la religión por lo que cualquier cambio en los puntos de vista acerca de esta cambiaba la estabilidad política. La Iglesia Católica asociada al poder político se considero como la custodia y guardiana de una revelación divina que solo ella estaba autorizada a exponer bajo la inspiración del espíritu santo. Por lo que en esos años de rigido discurso institucional, las herejías se multiplicaron como una reacción, eran protesta religiosa, innovación teológica, llamado a un cambio. Eran disidencias nacionalistas, o reivindicaciones étnicas, en un panorama político totalmente dominado por la religión y sus autoridades.


Existen grados de herejías, el máximo es la negación persistente de una verdad afirmada por la Iglesia. La herejía es pecado por que su naturaleza es la destrucción de la fe cristiana, según la Iglesia, la fe es la mas valiosa posesión del hombre, por lo que negarla es el mayor mal que puede sufrir. Para preservar la fe, la iglesia tiene que hacer todo por mantener la unidad. Por esto no deja lugar a los juicios personales, pues estos desafían la autoridad divina, y agreden los fundamentos de la creencia. La herejía es pecado por su actitud de cuestionamiento, ya que representa un desafió contra una autoridad presuntamente constituida por derecho divino que representa a Dios en la tierra.


Actualmente, en una sociedad secularizada en la que el poder religioso se ha separado del poder político, la noción de herejía ha perdido su carácter y contenido ideológico. Ahora nadie es condenado a muerte por profesar ideas distintas a las manifestadas por el Papa. Sin embargo el concepto no necesariamente religioso de la herejía como disidencia, como rebelión sigue vivo en muchos terrenos. Por ejemplo, la reivindicación de los derechos de las minorías es una forma de ir en contra del orden establecido, como lo han sido los llamados a la revolución social en diferentes partes del mundo. La disidencia política, y la represión que se ejerce contra ella, recupera muchas de las viejas practicas de tortura y castigo que se aplicaban a los herejes en épocas de la Inquisición.


Definitivamente las nuevas ideas siempre han sido consideradas como una poderosa fuerza amenazante, sin embargo la voluntad de cambio termina por imponerse, lo que deberíamos tomar como ejemplo de las antiguas herejías no es tanto los puntos de vista acerca de la religión sino la voluntad de renovación, el espíritu de poner en duda las certezas impuestas y las ideas que nos obligan a creer. (y con esto pienso mucho en lo que Otten Verita dice frecuentemente en sus escritos). Esa es la mayor aportación, mover a la duda, a la confrontación critica, a la polémica que es la generadora de verdades. Esa es la importancia de la herejía, hasta la Iglesia Católica reconoció su utilidad en la edad media con esta frase: “Oportet haeresses esse” (es necesario que existan las herejías).

 

se agradece que haya leido el artículo.

"por algo se dice que el mayor enemigo de la fe es la información"...