Usar pintura no tóxica puede ser una excelente manera de transformar a nuestras mascotas en monstruosas criaturas sin tener que obligarlos a usar un disfraz de tela que podría ser incómodo para ellos. Nixie, la peluda mejor amiga de la artista Bryn Anderson, es un gran ejemplo de lo terrorífico que puede ser un perro-esqueleto. El detalle más importante, obviamente, es utilizar un tipo de pintura corporal segura, de manera que no haya problema si tu mascota comienza a lamerla -porque lo hará-. Existen muchas marcas que venden este tipo de pigmento, aunque también puedes encontrar tutoriales en internet para hacer una versión casera en caso que no confíes en estos productos. Lo más común, es que si la pintura es apta para niños también lo será para mascotas. ¡El siguiente paso es ponerse creativos! Un esqueleto es un buen comienzo, pero hay miles de de increíbles diseños con los que podemos poner a tono con Halloween a nuestros mejores amigos. perfiles de Facebook. [h=2]Aquí está Nixie después de quitarse su disfraz[/h] [h=2]Pero ella no es la única que se puso a tono con Halloween [/h] [h=2]Y aquí están Bryn y Nixie siendo geniales.[/h] Vía BoredPanda