Si No Me Quieren Me Voy. 09/03/2008

La modelo y opinóloga Pamela Díaz, parte el próximo martes por cinco días a Perú. Y aunque lo más concreto es que será rostro de un pisco peruano y que desfilará en el Open Fashion 2008, la verdad es que la morena también pretende promocionarse y participar en algunos castings para hacerse conocida. De hecho dará entrevistas a varios matinales y medios escritos para dar a conocer sus aptitudes de modelo, sobre todo ahora que esta completamente enchulada.





Pero esta rutina suena conocida. Y es que así también se hizo famosa en Perú Kenita Larraín; en desfiles, luego como actriz en una teleserie, más tarde haciendo eventos de beneficencia, animando concursos de belleza e incluso participando en revistas. Y aunque la Fiera Vip no asume que poco a poco su carrera internacional se parece mucho a lo que hizo la ex de Iván Zamorano en Perú, reconoce que ésta última lo ha hecho muy bien. "Creo que independiente que me caiga mal tengo que admitir que Maria Eugenia lo ha hecho bien en Perú. Pero de ahí a que tengamos algo en común; sólo la tintura" señalo.

La esposa del fustolista Manuel Neira desfilará diseños del diseñador top limeño; Ciro Taipe. Pamela Díaz se escucha feliz al teléfono con esta nueva oportunidad, tras varios meses cesante luego de que fuera despedida de Chilevisión por el polémico video en que insultaba junto a sus compañeros de panel, a Carola Julio. Debido a esto asegura que "lo más fácil era echarme a mi", y agrega "no he tenido ninguna oferta de trabajo y si no tengo trabajo en mi país, tengo que buscar en otro lado".

Por otra parte hoy se siente más segura de lograr sus objetivos como modelo en el extranjero, tras la serie de cirugías a las que se sometió en el último tiempo incluído un cambio radical de loock, tiñéndose el pelo rubio. Aún asi quiere seguir bajando de peso, a pesar de que mide 1.70 de estatura y pesa 58 kilos. Su ideal es seguir con una dieta estricta para poder llegar a los 52 kilos, y aunque asegura no estar obsecionada con el tema del físico, sólo que se siente con la obligación de estar perfecta para volver a modelar en gloria y majestad.