Sin Título

Esta es mi historia contada en 3 actos.

En el nombre del Padre

Nunca supe muy bien en qué trabajó mi madre, ella estaba casi todo el día encerrada en la casa y a veces se desaparecía por algunas horas. Era muy sufrida ella. José, mi padre, era un obrero de la construcción cesante, pituteaba por varios lados, pero siempre llegaba borracho y le pegaba a la pobre de mi mamá, y la obligaba a tener sexo con él.

María, mi madre, engañó a mi padre y fruto de esa relación nací yo. Mi padre siempre le reprochaba eso, y cuando bebía le servía de motivo para maltratarla y golpearla fuertemente.
María pasaba casi todo el día drogada, y lucía un aspecto demacrado. Un día desapareció y no supe más de ella. Yo sólo tenía 9 años.

José llegaba borracho siempre, y a falta de mi madre siguió conmigo, su alcoholismo era tan extremo que ya no se preocupaba por nada mas que tomar.

Dos meses después que se fue mi madre intentó suicidarse ahorcándose, pero sólo se desmayó. Siguió culpándome de su miseria, no me daba de comer, todo se lo gastaba en alcohol, y un día de tanto golpearme me dejó grave. Estuve por más de 2 semanas en cama con moretones por todos lados: apenas podía respirar, sin embargo mi padre sólo me mantuvo encerrado para que nadie supiera eso.
Cuando me recuperé decidí vengarme de él.

Una tarde llegó borracho como siempre, apenas se sostenía en pie. Me asomé por su espalda y tomé el hacha con la que picábamos la leña y le di en la espalda. Cuando cayó al suelo seguí machacando su cuerpo hasta desfigurarle toda la espalda. Entre la sangre podían verse los huesos vertebrales de su columna, los cuales molí a hachazos. Terminé todo con un fuerte hachazo que le rompió el cráneo y quedó enterrada en su cabeza. Luego me fuí, no supe más de él.

Del Hijo

Cuando me fuí, lo único que me preocupaba era comer, tenía mucha hambre, sin embargo no sabía de dónde sacar algo. Pasó la hora y llegó la noche y no sabía qué hacer: no sabía si volver a la casucha o vagar por las calles de la ciudad.

El frío y el viento empezaban a correr con más fuerza, asi que decidí volver. Nadie se había percatado de la muerte de mi padre, y su cuerpo seguía ahí tirado desangrándose. Durante mucho rato estuve hincado junto a él sin pensar en nada, sólo tenía hambre.

Prendí el brasero para calentarme un poco. A un costado del brasero yacía el cuerpo de mi padre, y en un acto de desesperación, donde se me nubló todo sentido racional, decidí cortarle un brazo con el hacha y asarlo. Luego de unos minutos comencé a comerme el brazo asado de mi padre, si bien al comienzo sentí un poco de asco, era tanta mi hambre, que terminé sólo dejando los huesos de ese brazo.

Una vez que sacié mi hambre, entré en shock al ver a mi padre desmembrado, con la cabeza partida en 2 y con la espalda toda machacada. Decidí lanzarle las brasas del brasero y luego me fuí. Supongo que la casucha se quemó junto con él. Yo me fui cuando comenzaba recién a quemarse.

Pasé mucho tiempo en la calle, huyendo de lugar en lugar, robando comida en la feria y consumiéndo neoprén. Por las noches me iba a dormir bajo un viejo olivo que había cerca de un basural, y siempre me acompañaban mis perros, mis 12 perros, que me seguían donde iba. ellos me cuidaban y me daban calor por las noches. eran muy fieles conmigo.

Ya habían pasado 11 años desde lo de mi padre. Era diciembre y cumplía 20 años, y decidí salir a robar algo para celebrar.

Del Espíritu Santo

Salí con mis perros a ver si podía asaltar a alguien, y me encontré con un señor bajito, que caminaba nervioso a esas horas de la noche. Pude oler su miedo, y junto a mis perros nos fuimos contra él.

Judas, el más rabioso de mis perros, era extraño, tenía un carácter violento y engañoso. Muchas veces me había atacado, pero yo lo quería.

Ese día mientras pateaba al hombre, Judas se me lanzó encima, como intentando defenderlo, y como resultado de sus mordidas me caí, y el hombre logró escaparse. Tuvo suerte, porque yo estaba tan drogado por el neoprén, que en mi mente sólo pensaba en masacrarlo y matarlo.

Por suerte alcancé a quitarle la billetera donde habían 35 mil pesos; lo suficiente para celebrar esa noche de mi cumpleaños. A judas le di una patada y lo dejé tirado en el suelo ahullándo de dolor, sin embargo, el miserable me siguió. Lo perdoné.

Caminaba por un callejón y me encontré con varias prostitutas a las cuales me acerqué, pero ninguna quería ir conmigo, por mi aspecto de drogadicto y por los perros que me seguían. Tuve que salir arrancando cuando le insistí a una de ellas, y todas se me lanzaron encima tratándo de golpearme. Algunas eran travestis.

Decepcionado caminaba por el callejón de las putas, cuando vi a una que estaba en solitario. No era muy joven, pero a esas alturas no me importaba, asi que me acerqué a ella y le hablé.

La mujer se negó en un principio, pero yo no estaba para aguantar un no como respuesta, asi que la obligé y la tomé del brazo y la llevé a un rincón. Le ofrecí dinero, pero ella insistía en negarse. Le di un golpe fuerte en la cara y le tapé la boca mientras me bajaba los pantalones con la otra mano. Comencé a violarla, cada vez se lo metía con mas fuerza, y podía sentir sus lágrimas que caían de sus ojos sobre mi mano que le tapaba la boca. Intentaba resistirse, pero no podía.

Yo en mi estado de locura y extasis comencé a golpearla mas fuertemente mientras seguía metiéndole mi pene en su vagina y chupándo sus senos.

En mi descontrol comenzé a amenzarla diciéndole que la mataría igual que a mi padre.

Le dije: Sabes por qué maté a mi padre y por qué odio tanto a las mujeres?... porque mi padre era un borracho y siempre me golpeaba, y mi madre, la maldita de mi madre, me abandonó cuando era chico, y me dejó solo con él.

Entre lágrimas la mujer intentaba sacar el habla, intentaba sacar mi mano de su boca, se deseperó bastante, pensaba que la iba a matar, y esa era mi intención una vez que terminara de violarla, y en un descuido mío, ella logró sacar mi mano de su boca cuando yo ya había acabado dentro de ella.

En ese momento ella me miró a los ojos llorando, y me dice: Jesús?
Era mi madre.

Amén
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