Un travesti desafía la ley electoral chilena

La travesti Alexandra, cuyo nombre real es César Bravo, concurrió el domingo a votar en las elecciones generales de Chile con su pelo rojizo, uñas postizas y una colorida blusa de leopardo, causando conmoción en un local de votación repleto de hombres.

Alexandra quiso desafiar de esta forma la severa segregación entre hombres y mujeres impuestas por el sistema electoral chileno, donde ambos sexos votan en locales separados.

"Nosotras queremos votar en un local de mujeres, porque muchas compañeras se sientan acosadas y discriminadas en las mesas de votación de hombres, incluso algunos las obligan a sacarse el maquillaje", denuncia Alexandra a la AFP, mientras sortea las miradas masculinas que la acosan en la fila de espera para emitir su voto.

Alexandra es dirigente nacional de Travesnavia, un movimiento travesti chileno que conforman 44 transexuales y que lucha por conseguir ser incluidas en los locales de votaciones de mujeres.

"El Gobierno no debe discriminarnos en las votaciones. Le enviamos cartas a la presidenta (Michelle) Bachelet y al ministro de Defensa para pedirles que nos apoyen y no hemos recibido respuestas", agrega la travesti, objeto de las miradas curiosas de cientos de hombres que esperan votar al igual que ella. En las misiva, los travestis solicitan al Gobierno tomar medidas para acabar con la discriminación a las minorías sexuales, en temas tan específicos como la ley electoral, que obliga a votar a hombres y mujeres en locales separados.

Las votaciones chilenas se realizan con un sistema de votación directo para elegir parlamentarios y presidentes. El domingo, los chilenos se enfrentaron a su elección número 26 desde el plebiscito de 1989, que al año siguiente significó el retorno de la democracia en el país tras 17 años de dictadura de Augusto Pinochet.

 

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