Mi Primera Vez...

Estudiaba en un liceo de la ciudad de Antofagasta, cursaba primero medio, tenia 13 años, era un chico normal, no tenia ningún atributo que pudiera resaltar, solo mi voz. Desde que me llego la pubertad a los 12 años mi voz sufrio un gran cambio, se me puso bien grave, similar a la de un locutor de radio.

En el liceo en el cual estudiaba teniamos jornadas divididas, o sea que los primeros y segundos años iban en la tarde y los terceros y cuartos iban en la mañana, a exepto cuando nos tocaban los ramos de tecnología manual y educación física y fue en una de esas clases en la cual empezo el comienzo de una corta pero bella historia.

Desoués de hacer los clásicos ejercicios de educación física, entre mis compañeros decidimos jugar un partido de baby futbol (clásicos aca en Chile en las clases de educación física) cuando la vi a ella, una liceana espectacular (para mi) un cuerpo que me prendia el swicht de la fantasia.

Ella giro a la cancha a ver el partido, quizás por mirar quien era los "pendejitos" que jugaban, cuando noto que le llamaba la atención una voz mas grave de lo normal, al mirar un par de veces se dio cuenta de quien gritaba se impresiono bastante, al ver que un niño de una estatura baja tuviera ese gran vozarrón.

Y así paso el tiempo, desde ese encuentro visual que fue en abril y desde esa fecha cuando nos veiamos solo cruzabamos unas palabras, un "Hola" de mi parte y un "Hola chiquitito" de parte de ella, hasta el mes de diciembre.

En ese mes, fue cuando me cambio la vida, cuando sufri el cambio, cuando sufri la transformación de niño a hombre.

Fue unos de los primeros días de diciembre, estaba saliendo de clases un poco más temprano de lo normal ya que no habia asistido el profesor que nos tocaba en la última hora de clases, cuando me dirigia a tomar la micro para irme a mi casa cuando siento una voz bien calida, tierna pero decidida, era ella quien pronunciaba ese apodo que me habia puesto esa mujer que me nublaba la razón cuando la veia "Chiquitito, Chiquitito ven a conversar un ratito". Jamás pense me ocurriria eso, pero si, era de verdad ella me llamaba para estar a su lado un momento. Cuando me me voy acercado a ese monumento de mujer que era para mi, sus amigas que estaban con ellas se van alejando. Ella se encontraba en una plazoleta bien piolita.

Me saluda de un beso un poco cuneteado y empezamos a entablar la siguiente conversación

- Hola Chiquitito, como estay??
- Hola, bien, un poco confundido
- Porque??
- Porque no cacho para que me llamaste.
- Ahhh eso, era para conversar un rato y así conocernos un poco mas intimamente.

En ese momento, teniendo nula experiencia con las mujeres me di cuenta de que esa muercita queria algo más conmigo y como no soy nada de tonto me quede para conversar con ella y esperar a ver como terminaba ese día algo extraño pero volviendose cada vez mejor.

Depués de un momento de conversa que no viene al caso comentar, ya que fueron cosas sin importancias, tales nuestros nombres, por donde viviamos, en que curso ibamos, etc. me comenta que desde el día que escucho mi voz no se la ha podido sacar de su cabeza, se le habia puesto entre ceja y ceja que queria conocer y estar con ese niño, que sin importar la edad le habia alborotado las hormonas.

Yo quede sin palabra alguna, a lo buen chileno, quede helado y de la nada me planta un beso que me encendio de inmediato, su lengua jugaba con la mia tratando de conocer cada parte de mi boca, yo como buen hombre se lo respondi de la misma manera, dandome cuenta de que no solo mi boca respondia a tal estimulo, sino que también ciertas partes de mi cuerpo, para ser más exacto, mi miembro. Comence a tener una erección por el fogoso y apasionado beso que estaba recibiendo. Ella comienza a acariciar y tocar mi cuerpo y pasa por ese lugar que respondia a la sensación de calentura que sentia.

Cuando me dice "Wow chiquitito, no te quedas dormido" solo le respondi con una risita un poco vergonzosa. En ese momento empieza a acariciar mi pene por encima de mi pantalon y a la vez tomaba mi mano para ponerla en sus pechos para que hiciera lo mismo, sus besos se incrementaban en pasión, en lujuria y en deseo. Al notar que ninguno de nosotros aguantaba más, ella se sienta encima mio tapando con su falda del uniforme la parte media de mi cuerpo para que no se notara lo que se aproximaba.

Con una delicadesa de una experta, me desaborcha mi correa y mi pantalon para dejar a mi virgen pene al descubierto, sin dejar de besarme me comienza a masturbar, fue una sensación increible ver y sentir como otras manos que no fueran las mias tocaban y masturbaban mi verga. Ella se pone de pie un segundo solo para correrse su ropa interior para tener espacio para introducir mi pene.

Al tomar mi pene y acomodarlo en la entrada de su humeda vagina, empieza a gemir suavemente, eso como a cualquier hombre (creo) me calento mucho, sentir sus juguitos mojar mi pene y ver como se empezaba a mover disimuladamente para no hacer tan publica la escena que estabamos realizando. Cuando ya entra mi pene en su totalidad ya que me parecia que eso queria mi doncella, solto un gran y fuerte gemido, casi un grito, que solo atine a callar con un beso que ella respondio exitada.

No puedo describir como me sentia en ese momento, perder mi virginidad con la mujer que me tenia loco en mis sueños, en otras palabras estaba cumpliendo mis sueños con mi diva.

Sus movimientos eran de una experimentada en la materia, mientras se movia me decia exitadamente al oido que gran momento estaba viviendo. Fueron unos gran 10 minutos estando ella arriba mio dandome el mejor placer que jamás me habian brindado, al cabo de esos minutos le comento que estaba por acabar, al escuchar eso se desmonta de mi pene solo para masturbarlo y esperar que acabara, cuando le menciono que estaba a punto de expulsar todo mi semen ella dirige mi pene hacia su mano para que deposite toda mi leche en su delicada pero experimentada mano.

Ya no aguantaba más y libero, con toda la pasión acumulada del momento divino que vivia, todo mi semen solo para que ella se llevara su mano a su boca y bebiera todo mi semen.

Cuando nos acomodamos mejor, ella se para y se empieza a ir dando algunos pasos, se voltea y me dice algo que jamás se me olvidara

"Este fue el mejor regalo de despedida de cuarto medio que me podrian dar"

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Espero que le haya gustado mi historia

Saludos a todos

 

100% real compadre, son esas cosas que nunca crees que te pasaran y cuando te pasan jamás vuelven a ocurrir

 

Gracias por sus comentarios son estas palabras las que me instan a seguir escribiendo