Primer Relato, mi primera vez

Me considero un tipo bastante reservado. Me gusta observar y mirar a los ojos, al menos siempre lo intenté como método de conquista. El hablar en alguna ocasiones puede dejar escapar la oportunidad de tener un buen polvo y desde mi primera vez he tratado de mantenerla casi como cábala.

Crecí en la región de Antofagasta, zona cálida, de mujeres bastante ardientes. Tenía muchos amigos con madres jóvenes, algunas separadas, sobre todo la mamá de Carlos. En esos años ella tenía unos 34 o 35 años, era de piel clara, ojos azules, pelo castaño claro y una sonrisa que mataba. Reconozco que me inicié masturbándome pensando en como esos labios me darían una gran mamada, lamiendo desde la punta de mi glande, pasando por mi tronco y jugando con mis testículos. Tenía también un buen par de tetas, firmes, y un culazo de infarto.

Ya con 18 años salí del colegio y decidí ir a estudiar a Santiago, ciudad que hasta ese momento había estado un par de veces. A mi corta edad, y no es por cachiporrearme, tenía un buen estado físico, 1.80 de altura y al practicar futbol y basquetbol tenia una buena contextura física, espalda ancha, se me marcan los abdominales, piel tostada y lo más importante, un buen miembro, no gigante, pero uno de buen grosor y de largo entre 18 y 20 cm. Por deporte también me gustaba tenerlo depilado.

De buena onda mi amigo Carlos celebra en su casa una despedida al terminar el verano. Quedé seleccionado en Ingeniería en Minas en una universidad estatal de la capital, mientras que él y su hermana Susana ,ingeniería en la chile, así que la situación lo ameritaba. El papá de Carlos trabajaba en Chuqui, por lo que los turnos lo tenían alejado de casa.

Jamás olvidaré esa tarde, mis compañeros de colegio borrachos como nunca, pero sobre todo Samanta, la mamá de Carlos. Tenia puesto un jeans bien apretado y un peto blanco espectacular. Con mis compañeros vueltos locos mirándola, mientras que Susana quería despedirse de buena manera conmigo... según ella siempre me tuvo ganas, pero nunca le hice caso por ser la hermana de mi amigo. Samanta pasaba de un lado para otro y entre mirada y mirada notó que me quedaba pegado en ese culito redondito... cuando subía la mirada notaba su risa y movía su cabeza, casi en señal de lástima.

Ya había terminado la fiesta y Susana con Carlos estaban tirados en el patio junto con 2 más que no se podían levantar. Con eso ya era hora de irme a casa, cuando llegando a la puerta la mamá de Carlos me pide que la ayude a limpiar el baño, que lo habían dejado asqueroso.

Subo al segundo piso a limpiar el baño y cuando entro no había tal suciedad. Me doy vuelta para gritarle que estaba todo bien y en eso me tapa la boca y me dice que me quede callado... se muerde el labio inferior y me susurra "me tenias bien caliente mirándome el culo, ahora te premiaré y te daré la mejor despedida que pudiste haber soñado". con su otra mano agarra mi verga que se fue poniendo dura de a poco. Saca su mano de mi boca y comienza a besarme mientras seguía tocándome. En eso me guiña un ojo y me dice, acompáñame, llevándome a su dormitorio. Se sienta en su cama y me baja los pantalones, saliendo de golpe mi verga dura y con el glande hinchado, ya con líquido saliendo de la punta. Me señala con su dedo índice que guarde silencio y en eso saca su lengua y comienza a rodear mi glande en forma suave. Yo vuelto loco, no hallaba la hora de que se la metiera en la boca, por lo que la tomo del pelo y le meto todo de golpe hasta la garganta, al punto que hizo arcadas. Que sensación mas deliciosa, sentía que mi tronco se ponía cada vez más grueso con cada estocada. mientras lo chupaba, con una mano me masturbaba y con la otra acariciaba mis testículos. En eso se levanta y me empuja a la cama, se saca los jeans y estando yo sentado se sube en mis piernas con las suyas abiertas. Jugaba con su concha húmeda y caliente con mi tronco, yo lo único que quería era no irme en ese momento. Siendo mi primera vez quería durar lo más que pudiese. En eso me susurra que ya no aguantaba más y despacio se sube en mi glande y comienza a bajar suavemente... me besaba y me devoraba con su lengua mientras aceleraba el sube y baja infernal... tenia unas ganas de gritar terribles, mientras sentía como apretaba mi tronco con su concha, cuando me dice que iba atener un orgasmo y quería que lo tuviésemos juntos... en eso me relajé explotando todo mi semen caliente en su interior y siento como se estremecía su cuerpo, mordiéndome el hombro para no gritar.

Pasaron unos 5 segundos y yo sentía como seguía bombeando semen dentro de ella. Me mira a los ojos y estando aún adentro me dice "esta es mi despedida, mañana organizas la despedida tu mi morenazo"... se levanta, se viste y se fue al primer piso a despertar a los rezagados de la fiesta...