Posecion; Infestacion y Perturbaciones Demoniacas

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Dios Hades, 22 Oct 2010.

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  1. Dios Hades

    Dios Hades Usuario Casual nvl. 2
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    estaba viendo hace unos dias unos temas especificos y comentadolo con una persona que sabe del tema la diferencia entre actividad mental en un lugar y una in festacion... concordamos ambos en la segunda...
    y por eso compartire esto con ustedes para que sepan sobre estos:

    1.- Posesión de una persona.- Es la más radical e inconfundible y sólo puede ser tratada a través de un exorcismo.
    2.- Infestación de una persona o un lugar.-
    Los síntomas de este caso no son muy claros y es difícil determinar si nos encontramos ante una auténtica infestación o si en realidad se trata de una enfermedad, física o la mayor parte de las veces, psíquica. Puede ser tratada con éxito en el 100% de los casos, a través de oraciones de liberación si se trata de una persona, y de bendición y exorcismo en el caso de ser un domicilio o lugar.
    3.- Perturbación.-
    Consiste en toda una serie de manifestaciones externas, que generalmente se traducen sólo en molestias de distinto tipo. Puede terminar, generalmente también, si la persona cambia y adopta una vida más devota o vuelve al contacto con Dios, con una vida más consciente de la necesidad de orar y encomendarse al Padre celestial.

    [​IMG]La posesión es cuando el espíritu maligno (en ciertas ocasiones de alto rango) ha tomado el cuerpo de la persona totalmente. La mayoría de las veces, dicha persona pierde la conciencia durante una manifestación que podría consistir en diversos fenómenos, desde decir malas palabras y demostrar una ira que no son propias de ella, hasta fenómenos sobrenaturales tales como la levitación (extrañísima y muy rara, pero posible y ha sucedido en algún caso), cambios físicos extraordinarios, etc.
    Para poder diagnosticar una posesión (que puede ser confundida con un mal mental) con seguridad, es necesario que la persona demuestre una clara aversión a las cosas sagradas, principalmente al agua bendita, a la Biblia, o a la Sagrada Forma (hostia consagrada), incluso si el exorcista lleva estas cosas escondidas y sin que la persona sepa que allí están. Pero como este tipo de reacciones pueden ser fingidas, después de mostrar el objeto bendito al poseso y ver que la reacción de éste es de rechazo total, si no se manifiesta algo sobrenatural entonces hay que buscarlo. Para tener total seguridad, se le debe ordenar a la persona que repita el nombre de la Santísima Virgen María, pues si es de verdad una posesión, la persona no podrá mencionarlo; ya que cualquier diablo o demonio, sea del rango que sea, tiene auténtica aversión, por no decir total sentimiento de rechazo, a la Madre de Jesús.
    También hay que darle al poseso órdenes en nombre de Jesús y orar incesantemente el ritual del exorcismo (en latín mucho mejor, pues así se comprueba también si la entidad ‘posesora’ es un diablo y de qué tipo, ya que se supone que, si lo es, entiende todo lo que se está diciendo). El ritual debe comúnmente realizarlo un sacerdote preparado, o esto es lo que dice y defiende la Iglesia Católica. Sin embargo, nosotros defendemos que una persona profundamente cristiana aunque laica, humilde, dotada del carisma necesario y estando en gracia, puede también realizar este ritual -se le llame o no exorcismo-, y así lo llevamos a cabo en el Templo de la Luz Interior. Si en verdad es una posesión, se podrán apreciar manifestaciones sobrenaturales, tales como que la persona hable otros idiomas o lenguas aunque no los conozca, que haga predicciones que se cumplen, que muestre una fuerza casi sobrenatural o que llegue incluso a levitar. Si ninguna de estas manifestaciones o síntomas se produce, entonces no es posesión.
    [​IMG]
    La infestación, de la que ya hemos hablado extensamente en otros artículos pero que hoy tomaremos bajo una óptica algo distinta, vamos a decir que es muy parecida a una posesión, pero en un grado mucho menor, ya que los espíritus (no necesariamente tienen que ser demonios) que la llevan a cabo son de bajo rango y no son muy poderosos. Sin embargo, debido a que son espíritus casi siempre de algún vicio específico, entonces es más dificil detectarlos, puesto que pueden incluso acompañar a la persona a tomar la comunión.
    La persona afectada puede vivir así su vida fácilmente, y más si no se acerca a ninguna iglesia y no lleva una vida de oración frecuente y profunda. Sin embargo, cuando éste es el caso de la persona (por ejemplo alguien que se define como ateo) y después decide acercarse a Dios, entonces sí puede que empiece a sentir molestias que antes no sentía. Todo depende del espíritu que esté albergando.
    En una infestación, las manifestaciones pueden ser muy variadas, y van desde molestias o enfermedades físicas (verdaderas y de todo tipo), hasta algunos hechos sobrenaturales no muy notorios; también puede darse el rechazo hacia los sacramentos o medallas y crucifijos; pero asimismo se dan muchos casos en los que no se presenta síntoma alguno.
    Es verdaderamente difícil detectar estos casos. Sin embargo, la persona puede librarse con mucha oración y vida devota e incluso de sacrificio; y después, cuando el demonio o espíritu esté debilitado, se le puede sacar mediante una o varias oraciones de liberación, tanto si son hechas por un sacerdote como por una persona con don y carisma de curación. En ese momento, cualquier vicio u obsesión por alguien o por algo, aquel círculo vicioso en el que la persona había caido, se romperá y desaparecerá junto con todas las molestias que ésto generaba.
    Sin embargo, es muy importante especificar que si se vuelve a caer en el mismo vicio o pecado, la infestación puede volverse peor, y hasta convertirse en posesión. Es por esto que este trabajo requiere de una persona capacitada, de mucha paciencia por parte del infestado, de mucho tiempo, mucha dedicación y oración, de la misma manera que para salir de una posesión. Se da incluso el caso de que la posesión puede darse en personas que no tienen culpa alguna, sólo como una prueba divina y para perfeccionar sus almas: esto le ha pasado a muchos santos; en tales casos no se necesita más que el exorcismo y con eso basta.
    La infestación puede darse no sólo en los seres humanos, sino también en animales y cosas inanimadas; por ejemplo, en las casas en donde frecuentemente se ven movimientos de cosas y objetos y se perciben otros fenómenos sobrenaturales muy variados, o también se sienten presencias desagradables, puede haber claramente una infestación de espíritus, o de bajos astrales o de energías negativas. Para que se detenga o termine cualquiera de estas manifestaciones, es más facil que en el caso de un ser humano, pues basta con realizar un ritual de bendición seguido de un exorcismo, con una oración específica de liberación del lugar, para que todo termine y en el hogar o lugar infestado vuelva a reinar la paz y toda perturbación o molestia desaparezca.
    [​IMG]En cuanto a la perturbación, es la molestia más ligera. La persona no pierde la conciencia, no tiene enfermedades mentales ni físicas, no tiene ningún vicio (alcohol, tabaco), ni ninguna tendencia fuerte al pecado, por ejemplo el de lujuria. Sin embargo, por las noches esa persona siente que la acarician o que la incitan sexualmente (ver nuestros artículos sobre íncubos y súcubos, en esta misma categoría temática); o la persona a veces siente golpes o arañazos o diversos tipos de violencia ejercida sobre su cuerpo. Todo esto perturba lógicamente al afectado/a y le quita la paz (si no es una persona de oración) y muchas veces el sueño no llega, el dormir bien o el descansar se hacen imposibles, y con frecuencia la persona afectada se siente cansada, agotada, fatigada y agobiada.
    Para este tipo de casos, lo más rápido y también lo más eficaz es somerterse a un ritual de sanación espiritual, en el que se incluya una oración de liberación o de exorcismo (según sea la gravedad de las manifestaciones) sobre la persona, y mucho mejor si puede realizarse en el lugar en donde le suceden estas cosas. La persona también debe ayudarse a sí misma, rezando determinadas oraciones, portando encima objetos benditos, como el rosario o la cruz con la medalla de San Benito, teniendo objetos benditos en su casa, tales como la Biblia, crucifijos o imágenes de santos… Aquí lo más importante es que la persona no se deje influir ni influenciar por el demonio o espíritu obsesor, sea éste quienquiera que sea. Lo que el Maligno busca siempre, a través de cualquiera de sus muchos acólitos o servidores, es hacer que la persona caiga en el pecado, así que ésta debe estar bien consciente de que debe darle una batalla espiritual al Enemigo.
     
  2. parapsicologo

    parapsicologo Invitado

    Buen tema teórico gracias
     
  3. vizcacha

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    Vaya, muy informativo, se agradece.

    Ahora, la gran pregunta, como todo ésto tiene la solución el ser una "persona de oración", que pasa si no creo en estas cosas :zippymmm:?
     
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