Una abuela fuera de lo común. Hace unos años, el fotógrafo francés Sacha Goldberger descubrió que su abuela de 91 años de edad se encontraba sola y deprimida. Para animarla, sugirió hacerle una serie de fotografías escandalosas en trajes inusuales. La abuela aceptó de mala gana pero luego, no podía dejar de sonreír. Federica nació en Budapest, 20 años antes de la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, ariesgo su propia vida y con valentía salvó la vida de diez personas, "se escondió el pueblo judío sabía que, moviéndose en torno a lugares diferentes cada día podria sobrevivir". Fue forzada por el régimen comunista a abandonar su país de origen ilegal o enfrentar la muerte. Aparte de una gran fuerza, Federica tiene un increíble sentido del humor, que desafía el tiempo y la desgracia. Ella es divertida y cínica, siempre burlándose de la gente que le encanta.