La chica de la playa

Hola cabras y cabros, aca les dejo mi pequeño aporte ojala q les guste, saludos a todos y chau.

Corría el año 1992 en la mitaddel mes de febrero, época de vacaciones y todo el litoral central se llenaba deturistas, entre ellos estaba Alberto, un tipo que en ese tiempo bordeaba los 22años, después de un año agotador lleno de desafíos en sus estudios decidió comotodos los años viajar hacia la hermosa ciudad de quintero en la 5ta región del país,ahí vivía su tía cristina q recibía a toda la familia en esa época, una tarde despuésde almorzar se fue a la playa a pasar un rato nadando en el mar y tomando elsolcito, se acerco a la orilla de la playa, y cruzo la mirada con la chica mashermosa q había visto en su vida, ella debe haber tenido unos 19 años, era trigueña,tenia el pelo negro, largo, ojos claros como el día, sus senos eran firmes y semovían junto con ella al saltar la corriente del mar que iba y venia, usaba unbikini calipso, q no alcanzaba a tapar bien su trasero esbelto, hermoso,deseable a reventar, el jamás había visto algo tan bello, quedo embobado conaquella chica, que lo miraba y sonreía, ese día no pudo hacer nada mas qadmirarla, pensando "ojala pueda verla otra vez”, esa noche se quedodormido con la certeza de que la vería nuevamente.
Pasaron un par de días, y unanoche, en los típicos juegos q se ponen en esas ciudades logro verla, tiritandocomo jalea se acerco a ella y pudo hablarle si no lo hacia en ese momento jamáslo haría asique esa noche la conoció, caminaron y conversaron toda la noche, nole cabía mas felicidad en su rostro, después de un tiempo empezaron a salir.
Fue en abril de ese año donde Alberto por fin pudo amarla como habíasoñado desde el primer momento q la vio jugando con el mar.
había imaginado muchasveces besándola entera empezando por sus rojos labios, su cuello esbelto, consus dedos entrelazando su pelo, llegando a sus exquisitos senos, sus pezonesduritos, su ombligo, hasta llegar a lo mas dulce de su cuerpo, su exquisitavagina. Fue así q una noche después de la cena ella lo llevo a su casa, dondepor fin pudieron amarse, ella también lo deseaba, el nunca fue apresurado enlas cosas sexuales, siempre espero el momento adecuado, fue besándola de a pocohasta lograr excitarla, el con su miembro bien erecto la apretaba mas y mas,desnudo su torso mientras ella bajaba su mano hasta tomar con firmeza su pene,le bajo el cierre, lo saco y lo acaricio con pasión, el besaba sus senos comoun loco, una de sus manos se deslizo por su falda acariciando su conchita ya húmeda,quedaron desnudos tirados en la cama, ella bajo besándolo sin parar llegandohasta su pene tragándose este una y otra vez hasta el punto de hacerlo acabar,fue el turno de el besando sus pechos sin sacar su mano de su concha exquisita,bajo hasta allá y la lamio jugueteando con su clítoris con un dedo hundido ensu rosado culito, hasta hacerla acabar también, fueron momentos soñados para elmientras la penetraba con delicados movimientos, con la voz entrecortada el le decía“te amo como nunca había amado a nadie”, ella lo miraba y entre gemido ygemido, le decía “ jamás me habían echo tan feliz, yo también te amo”, hicieronel amor una y otra vez esa noche, la primera de , así sellaron su amor parasiempre, el chico q ese verano no esperaba nada, q vio a la mujer de sus sueñosen esa , playa, el pensaba que iba a ser como todos los demás veranos,aburridos y sin sorpresas, ahora después de veinte años sigue estando conaquella mujer q le hizo el amor como jamás se lo habían echo.