La puteria

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por RonalRTP, 24 Ago 2023.

  1. RonalRTP

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    Empezó a hacerme el amor, lo sentía entrar y salir de mi cuerpo y cada vez que lo sentía más adentro, las paredes de mi vagina se contraían, eso le ha de haber gustado mucho porque empezó a moverse más rápido y más duro, mi cuerpo no tenía control, ni yo tampoco, abracé su cintura con mis piernas, lo quería todo adentro, él metió sus manos bajo mi cuerpo, me agarró los glúteos y se prendió de mis pechos, yo me abracé a su espalda y sin querer, lo lastimé con mis uñas, él me dio más fuerte, le dije que me subía una corriente muy rica, no dijo nada, solo me metía y sacaba el pene a toda velocidad y sentí que la vida se me iba en un gemido, ¡Exploté en un orgasmo delicioso! Mi cuerpo temblaba, fue largo, muy rico, él seguía dándome duro, le dije que parara, que me dolía, él comprensivo me sacó el pene, me vi y tenía unas gotas de sangre en mi cosita, me dijo que nos fuéramos a bañar, que rico sentí caer el agua caliente sobre mi cuerpo desvirgado, nos enjabonamos el uno al otro, vi que él no había tenido su orgasmo, lo lavé y me hinqué a complacerlo, hice toda la rutina que me había enseñado la Rebe, él me tomó de la cabeza y hundió su pene hasta el fondo de mi boca, sentí como expulsaba su semen en mi garganta, lo tragué con mucho placer, luego vino la consentida, se lo chupé con mucho cariño, hasta que sentí que su erección iba para abajo. Eres increíble, Miche. Gracias por tratarme con tanta delicadeza, nunca te voy a olvidar. Ni yo a ti. ¿Cómo te llamas? Rodolfo Rodríguez.
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    Cuando salimos, Rodolfo volvió a su trabajo y yo encontré a la Rebe ida, como atontada, me vio muerta de la risa, ni siquiera me preguntó cómo me había ido. ¡Michelleta! ¿Dónde te habías metido? ¿Estás bien Rebe? ¿Quieres que llame a un médico? No, putita, estoy perfecta ¿Quieres? Yo nunca la había visto, pero era cocaína, me dio miedo, me quedé con ella hasta que casi volvió a la normalidad. Cuéntame, Miche, ¿Ya te desvirgaron? Luego te cuento, ¿Eres adicta a la cocaína? No te asustes, amiga, sí soy adicta, ¿Ya no quieres ser mi amiga? No, Rebe, no digas eso. Te voy a contar cómo paré aquí… yo desde chiquita me masturbaba mucho, todos los días y a toda hora, mi mamá me sorprendió varias veces y dijo que eso no era normal, cuando me desvirgaron, encontré mi primera adicción, yo cogí con el chofer, el jardinero y hasta con el portero, mi mamá me llevó al doctor y él dijo que yo era ninfómana, es una enfermedad… Sí, ya sé qué es, sigue. Hace tres años me enamoré por primera vez, porque una cosa es coger y otra estar enamorada… ese cabrón era adicto a la coca y por amor lo acompañé a drogarme, ahora soy adicta al sexo, a la coca y al alcohol, ¿Estás orgullosa de tu amiga? Cuando me contaste lo de los gemelos, dudé, pero lo de los otros amigos de los gemelos, eso no te lo creí. Y te prometo que a esos también me los voy a coger. Ahora no me cabe la menor duda, ahora entiendo por qué solo hablas de sexo, por qué quieres que yo sea como tú… Pero deberías tratar de dejar la cocaína y el alcohol. Mi mamá ya me ha internado dos veces y nada. Y de pronto se quedó dormida.

    Le conté a mi mamá sobre los problemas de la Rebe, yo creí que me iba a decir que me alejara de ella, pero fue todo lo contrario, me dijo que si éramos tan buenas amigas, que tratara de ayudarla, le pregunté que cómo, ella me dijo que no sabía, pero que hiciera algo… yo investigué en internet, pero si ni internándola le quitaron la adicción… solo había una solución, que ella misma quisiera dejar de ser adicta. Antes de dormir, me llamó la Rebe: Hola, Miche, ¿Por qué te fuiste? Fue horrible despertarme y no verte a mi lado, cuéntame ¿Cómo te fue? ¿Te desvirgaron? Sí, Rebe, mañana te cuento todo, ¿Cómo te sientes? Estoy muy preocupada por ti. “¿Qué fue eso de mi amor?... Me encanta el sabor de tus fluidos… ¿Quieres verla? Sí, mi amor, enséname tu pene, va a ser el primero que mire en mi vida… Este día nunca lo vas a olvidar …Rodolfo Rodríguez.” Y soltó una carcajada vulgar. ¡¿Nos viste, Rebeca?! Yo te pedí privacidad, estoy muy molesta contigo. Te juro que no los vi, los grabé. ¡¿Por qué hiciste eso?! Yo te puedo hacer caso en todo, pero eso es traición. ¡Te exijo que borres esa mierda! Vaya con la santa Michelleta, ya dice malas palabras la muy putita. ¡Putita tu madre! Y le colgué furiosa, pero no pude evitar masturbarme, pensando en esa tarde deliciosa, cuatro de abril del dos mil veintitrés.

    Cuando llegué a la Universidad la Rebe me abrazó, se disculpó y me llenó de besos, yo me dejé hacer, pero no le correspondí a todos sus cariños. ¿Estás emputada conmigo? Sí, Rebeca, me fallaste, no se vale que nos grabaras, era el momento más íntimo de mi vida y para ti solo era una cogida para masturbarte, me siento traicionada. Ella me soltó y se quedó callada por un momento, empezó a llorar, era la primera vez que la veía llorar, no sabía qué hacer, si la consolaba iba a pensar que la perdonaba y no quería, seguía muy enojada… Perdóname, Michelle, te juro que voy a borrar esa grabación, reconozco que hice mal, pero yo creí que te iba a gustar que te regalara esa grabación, nadie tenemos un recuerdo de nuestra primera vez. Aunque esa fuera tu intención, nos viste, seguro te masturbaste y para colmo de males, me llamaste anoche para burlarte de mí. No me burlé, Miche, estaba drogada y bien peda, perdóname, es que nadie me ha puesto límites, tú eres la primera y te lo agradezco, no quiero perder tu amistad, perdóname, por favor. Solo hay una forma de que te perdone: deja tus adicciones, ya sé que la ninfomanía no se puede porque es una enfermedad, pero los otros vicios sí los puedes dejar. No te prometo nada, voy a intentarlo por ti, pero mis adicciones son más fuertes que yo, no te quiero fallar, lo he intentado antes pero no he podido, ni siquiera sé por dónde empezar. Yo te digo como: solo tienes que desearlo, nadie puede hacer nada por ti si tú no quieres, ¿Realmente quieres dejarlo? Sí, gracias amiga. Me abrazó y volvió a llorar.

    Nos fuimos a la casa de la Rebe porque realmente quería recuperar esa grabación, me la dio y la guarde hasta el fondo de mi mochila, en eso llegó Richard en muletas, a mí ya se me había olvidado. Perdón por no venir ayer, pero aquí estoy para romperte la telita. Te dije que con tu verga o con otra, a Miche la iban a desvirgar ayer y así fue. Otra que se me escapa, pero no importa, igual me gustaría cogerte. No es un buen momento, Richard, la Rebe y yo tenemos una plática pendiente. Pero eso puede esperar, mira cómo me tienes, Miche, toda la noche estuve fantaseando con culearte, ¿Estás de acuerdo, Rebeca? No depende de mí, papito, aunque ayer Miche me dijo que quería que fueras tú quien la desvirgara. ¿Te gusto, Miche? ¿Te gustó mamarme la verga y tragarte mi lechita? Yo me la he pasado con muchas ganas de ver ese culito moreno. Si Miche no quiere, cógeme a mí, ando muy caliente. Ya ves, Miche, de todas maneras, no van a poder platicar, así que aprovecha y dame las nalgas. ¿Cómo puedes preferirme a mí que a la Rebe?, Ella es toda una belleza y yo solo soy una flaca morena. A Rebeca me la puedo coger el día que yo quiera, es una puta fácil, pero a ti no. Eres un hijo de puta, ya no voy a coger contigo, le voy a dar las nalgas a Quique. La hija de puta eres tú, te quieres coger a Quique porque bien sabes que me quitó la novia con quien me iba a casar. Para que aprendas, a mí ningún cabrón me rechaza. Miche, si quieres, puedes irte a coger con este pendejo y que conste que lo hago por ti. Yo me voy a mi cuarto.

    ¿Qué quieres hacer? Bueno, pues si ya no voy a hablar con la Rebe, pues hagámoslo. Vamos a un cuartito donde me cogí por primera vez a esa puta, es por aquí. Ha de haber sido como una bodega, estaba llena de chunches, pero había un catre; me besó, yo me derretí, jamás creí con un chico tan guapo se fijara en mí, me sentía privilegiada, mis primas no me iban a creer cuando les contara que había tenido relaciones con dos hombres lindos, uno un día y otro al siguiente, Richard no se anduvo con preámbulos, me desnudó todita, me tiró al catre y también a sus muletas, se puso un preservativo, yo tenía ganas de volver a chuparle el pene, pero me abrió las piernas y le dio lengua a mi cosita. Que rica tienes la panocha, putita, ¿Te gusta cómo te la mamo? Te sabe a pescado. Suavecito, no seas tan brusco, me duele. Es que me tienes muy caliente, ven siéntate en mi verga porque por el yeso no me puedo mover mucho… así, puta… mueve el culo, pendeja. Increíblemente, todos sus insultos me excitaron, yo lo besaba en la boca, él me nalgueaba muy duro, me mordisqueaba los pezones, me jalaba del cabello, me escupía la cara y me ahorcaba, si Rodolfo me hubiera hecho esto no me hubiera dejado, pero a este papacito lo dejaba hacer eso y más. ¿Te gusta cómo te cojo?... que rico… coges como mi sirvienta… así… cabálgame, putita… ¿Te gusta mi verga? Sí. Dímelo. Me encanta tu pene. ¡No, dime: ¡Me encanta tu verga! Me encanta tu… ver-ga. Me agarró de las nalgas y trató de meterme un dedo en el trasero, pero yo le quité la mano. Muévete, puta, que me voy a venir. Yo también. Me pistoneó la vagina y nos vinimos juntos, yo lo iba a consentir, pero se vistió y se fue, no sabía si sentirme dichosa porque ese hombre bello me había hecho el amor, o sentirme denigrada porque solo me usó.

    Fui a buscar a la Rebe y no me preguntó nada sobre Richard. ¿Qué pasó, Michelleta? ¿Cuándo quieres que te de la próxima lección? ¿A qué te refieres? No te hagas la tonta, te tengo que enseñar a que te cojan por el culo. Ay, Rebe, vamos poco a poco, dame un mes por lo menos. Se rió de manera vulgar. ¿Un mes? Yo lo hice todo el mismo día. ¿Con quién perdiste la virginidad? Con el segundo esposo de mi mamá, era un italiano con una verga muy rica, era un degenerado delicioso. ¿Y tu papá? Casi no lo conocí, yo era una bebé, se murió cogiendo con mi mamá, le dio un infarto, es que era muy viejito… no vamos a esperar un mes, ¿Qué te parece mañana? ¡¿Mañana?! Estás loca, si todavía me duele la vagina, espera que me recupere. Vas a aprender que el dolor también es rico. ¿En quién estás pensando? En ninguno de los dos que ya te cogieron, mientras más vergas conozcas, más puta te vuelves. Bueno, entonces lo dejo a tu elección. Desnúdate. ¿Para qué? Te voy a enseñar a abrirte el culo tu misma. Sabía que si no lo hacía ella me desnudaría. De verdad que tienes la cuca toda irritada. Te dije, esperemos unos días. No, le voy a decir al macho que elija que no te toque la cuchara.
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    Sacó una cajita y me dijo que me acostara boca abajo, me untó un líquido en el ano. Este gel tiene una doble función, te voy a meter este plug y va resbalar sin que te duela mucho, además vas a sentir como se anestesia tu culito, pero sin dejar de sentir rico cuando te metan la verga, te lo regalo... ¿Te duele? Solo cuando me lo metiste, pero siento un dolor rico. Vístete y no te lo quites ni para dormir. ¿Para qué sirve esta manguerita? Esta “manguerita” …mañana después de cagar y antes de bañarte, te metes la metes y bombeas el agua por aquí, para que te limpie el culo de mierda, sácala hasta que el agua salga limpia, luego te echas el gel y te vuelves a meter el plug. ¿Me va a doler cuando me lo metan por atrás? No te voy a mentir, siempre duele un poquito, máxime la primera vez, pero vale la pena el sacrificio, cuando sientas tu primer orgasmo por el culo, me lo vas a agradecer.

    Hice todo lo que me dijo la Rebe, cuando caminaba sentía muy rico como el plug estimulaba mi anito, estaba feliz y muy excitada por todas las cosas que mi amiga me estaba enseñando, pero tenía mucho miedo de que mi papá se enterara, esta vez pudo más mi calentura que mi miedo, no pude evitar ver la grabación con Rodolfo, me masturbé muchas veces viendo el momento exacto en que me rompió el himen, no todas tienen su propia película pornográfica y menos el día que se convirtieron en mujer… todo el día me pasé pensando en quién sería el que estrenaría mi traserito, por fin llegó la hora de salida, nos fuimos de prisa a la casa de la Rebe. Solo tenemos como media hora, no tarda en venir el dichoso que te romperá el culo, ¿Qué ropa interior traes? La que uso siempre. ¿Y la que te regalé? La lavé, está mojada. Ven te voy a regalar una mía, pero está usada, limpia, pero usada. Si la Rebe supiera que me excitaba saber que mi cosita iba a estar donde estuvo su vagina, hacía que me mojara, me dijo que me desnudara y me dio una ropita roja, con encajes negros, muy chiquita, me vi al espejo y me gustó como me quedaba. Te voy a poner un pañuelo para que sea más emociónate, cuando ya te halla reventado el culo, sabrás quien es. Yo pensé: no importa, cuando estemos solos me lo quito. Te advierto que esta vez sí me voy a quedar a ver y no me vayas a decir que no porque no es negociable.

    Una sirvienta le dijo a la Rebe que la buscaban allá abajo, me dejó en ropa interior, me puso boca abajo y me amarró el pañuelo, yo sentí que la espera era eterna, pero tenía que reconocer que eso de no saber quién me iba a sodomizar, era una idea muy excitante. Pase, bienvenido a mi cama, solo que ahora no me va a coger a mí, va a romperle el culo a mi amiguita, va ser su primera vez, así que trátela con cariño. Sentí unas manotas que me desnudaban, yo temblaba de miedo, pero tenía muchas expectativas por probar el sexo anal, si era como me había contado la Rebe, seguro me iba a encantar; de pronto sentí esas manos recorrer todo mi cuerpo, pero principalmente se concentró en mis glúteos. Sí, mi amor, yo le regalé ese plug anal, déjeme que yo se lo quito… ¿Te dolió? Yo negué con la cabeza. Espere, no coma ansias, primero le voy a quitar el gel alrededor de su culito… ahora sí, adelante. Sentí esas manos abrir mis glúteos, me dio vergüenza que viera mi parte más íntima y seguramente lo tenía abierto, me pasó un dedo por mi orificio trasero y sentí que me mordisqueaba los glúteos, los abrió tanto que me dolió, de pronto sentí como su lengua se introducía en mi ano, mi mente pensaba que eso era asqueroso, pero mi anito se abría y se cerraba, feliz de sentir esa lengua tan deliciosa, yo paré un poquito mi trasero para que su lengua me entrara más, de repente me quejé. No, ya le dije que no le toque la panocha, se la acaban de desvirgar.

    Ese hombre me hacía ver las estrellas, nunca imaginé que por ahí se sintiera tanto placer, no sé por qué, pero se me salió decir: Te amo, mi Rebe. Yo también, Michelleta, me encanta verte disfrutar, gózala, porque la primera vez nunca se olvida, como te dijo Rodríguez… fue quien la desvirgó. Pensé que seguramente él le hablaba al oído, porque por más que intenté, no pude descubrir su voz. Sentí todo su pene en medio de mis glúteos abiertos, yo los apreté y oí que gimió, lo tenía bien caliente, yo busqué su pene y sentí que era más pequeño que mis dos amantes anteriores. Gracias, Rebe. Ya sabes que como tu maestra, debo cuidar a mi pupila putita… Sí, mi amor, ella le puede mamar la verga. Sentí como me la puso en la boca, yo torcí mi cabeza e hice toda la rutina acostumbrada. ¿Verdad que mama rico?... no, mi amor, aún no le he enseñado a mamar culo de hombre. Yo estaba feliz atragantándome con su miembro, pero me la sacó de la boca. Espérese, le voy a echar un poco de gel… tome, échese en la verga usted también.

    Sentí como él puso su glande en la entrada de mi colita, yo por instinto lo cerré. No hagas eso, perrita, así te va a doler más, por algo dicen “Flojita y cooperando.” Yo me relajé y sentí como su cabeza intentaba perforarme el trasero, fue entrando poco a poco, cuando todo su glande estaba dentro de mí, pasé mis manos para atrás para detenerlo. Quieto, mi amor, le está doliendo, sea paciente, no se mueva hasta que ella lo haga. Me quité las lágrimas de mi rostro, él pasó una de sus manos debajo de mi cuerpo y me acarició el clítoris, eso hizo que hiciera mi trasero para atrás, mi sodomizador entendió y empezó a moverse, yo sentía como su miembro entraba y salía de mi colita, pero de pronto me la hundió toda, pude sentir sus vellos púbicos en mis glúteos, entonces fue una sensación tan deliciosa, mezcla de dolor y placer, que empecé a mover el trasero en círculos, él empezó a darme muy duro y yo estaba feliz recibiendo toda su hombría, sentí su cuerpo aplastándome y me dio muy fuerte, a mí me dolía mi colita, pero quería que me la metiera hasta los intestinos y fue como si me leyera la mente, me la metía toda, la sacaba, solo me dejaba la cabeza adentro y luego me la volvía a meter, de pronto empezó a pistonearme con violencia, yo gritaba de placer, él pegó un grito salvaje y yo lo acompañé con un chillido muy agudo y me vine muy rico, demasiado rico, sentí que todo mi cuerpo se acalambró y cómo mi orgasmo explotaba en mi colita, pasando por mi cosita, me subió por toda la espalda y me sonrojó la cara, él me la metió toda y sentí como le cabeceaba la cabeza de su miembro dentro de mi colita.
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    Mi cuerpo temblaba por los estertores que me había provocado mi orgasmo, tenía razón la Rebe, bien valía el sacrificio, fue la cosa más rica que sentí en mi vida, un orgasmo por la colita era muchas veces más intenso que por mi cosita; sentí como le se le fue bajando su erección, cuando la Rebe me quitó el pañuelo, quedé totalmente sorprendida…

    CONTINUARÁ...