Mario fuentealba recabarren

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por elkan, 9 Jul 2011.

Estado del Tema:
Cerrado para nuevas respuestas
  1. elkan

    elkan Usuario Casual nvl. 2
    687/812

    Registrado:
    12 Nov 2009
    Mensajes:
    5.199
    Me Gusta recibidos:
    4
    [​IMG]


    Nuestra Institución, la Armada de Chile, desde sus orígenes ha escrito páginas heroicas de imperecedera belleza, tanto en la guerra como en la paz, provocando el regocijo del ser nacional, y cuyo recuerdo, no sólo promueve el conocimiento de esos hechos en nuestra juventud, sino que, revitaliza los valores propios del hombre.

    En esta oportunidad, deseamos tributar un sentido homenaje a un hijo de este puerto de Talcahuano y de nuestra Escuela de Grumetes, que en su alma de niño, al igual que muchos en el tiempo, sintió el llamado del mar, anidando en su corazón la convicción de realizarse como persona y como hombre a través de la noble carrera naval.

    Nos referimos al joven Mario Fuentealba Recabarren que, siguiendo los impulsos de su destino, con grandes esperanzas y contento familiar, decidió servir en la Armada.

    Nació en la ciudad de Talcahuano el 08 diciembre de 1943, en la calle Luis Uribe, sector Las Salinas de este puerto. Sus padres fueron el SOM (R) Juan Agustín Fuentealba M., funcionario del correo del Apostadero Naval y su madre, la señora Juana Recabarren.

    De su familia fue el tercero de siete hermanos: Camilo, Eduardo, Mario, Gabriel, Aurora, Paulina y Leonel.

    Mario Fuentealba Recabarren era una persona de aspecto muy frágil en lo físico, de 1,67 metros de estatura y 59,5 kilos de peso al ingreso de nuestra Escuela, según consta en las medidas antropométricas de su ficha médica.

    Para ello, se preparó convenientemente. En cartas escritas de puño y letra dirigida al presidente de la comisión examinadora de candidatos para el curso para Aprendiz de Marinero, solicitaba ser admitido en el concurso de admisión para ingresar voluntariamente a la Escuela de Grumetes “...Por reunir los requisitos reglamentarios... y tener vocación para la carrera del mar...”.

    Además el solicitante dejaba estipulado que contaba “...con el consentimiento de sus padres...”.

    El capitán de Navío don Salvador Bassili Nápoli, quien se desempeñaba como Comisario de la II Zona Naval, acreditó la honorabilidad del joven postulante.

    Cumpliendo con éxito este proceso de admisión, fue recibido como Aprendiz del Curso Acelerado de Marineros en 1959. Contaba a la fecha con 15 años de edad, una escolaridad de sexto año básico según certificado presentado por él, de la Escuela Nocturna Particular Nº 1 de la Sociedad de Socorros Mutuos Artesanos de Talcahuano ubicada en la calle Colón esquina Héroes de la Concepción.

    Como aprendiz en nuestra Escuela perteneció durante el primer trimestre al curso “Bote” de la Quinta División, luego fue reasignado al curso “Ancla” de la Sexta División en los dos trimestres restantes. Su número de serie naval fue el T–1413.

    Al cabo del primer semestre, en la Escuela de Grumetes, haciendo una evaluación de su rendimiento académico y militar, se decía de él: “...Es preocupado por sus obligaciones, puede superarse. Muy serio, respetuoso y leal...”.

    El espíritu de cuerpo y el compañerismo fueron, desde el principio, sus rasgos más distintivos, los que con el tiempo fue enriqueciendo hasta ofrendar la vida por los demás.

    Así, en el yunque forjador de la Escuela, se fue moldeando su carácter y espíritu, donde aprendió a amar y respetar el mar como el escenario natural donde el marino desarrolla su profesión y su vida.

    Aprendió la historia y las tradiciones de nuestra Institución. Aprendió que ...”nuestra Patria ha forjado hombres cuyas acciones, en cumplimiento de su deber, los ha llevado a perpetuar su gesto en proyección en las páginas de nuestra historia, llenando textos que relatan la acción y el espíritu que los llevó a ofrendar sus vidas en el cumplimiento de lo que ellos consideraron sagrado...su deber”.

    Ingresó al servicio con el grado de Grumete el 1º de abril de 1960. Fue destinado al Crucero “O’Higgins” con fecha 09 del mismo mes.

    En 1961 fue ascendido a Marinero 2º, cumpliendo transbordo al remolcador de alta mar “Huemul”, el que efectuaba viajes de régimen entre la Isla Quiriquina y el Molo 500 en la base Naval de Talcahuano.

    Su temple y espíritu de héroe ya quedó demostrado una fría noche de invierno cuando el viejo remolcador surcaba las agitadas aguas de la bahía de Concepción. Por efecto del fuerte oleaje, un sargento de la Armada cayó por la borda al mar. El Marinero Fuentealba instantáneamente se lanzó al agua para rescatar al infortunado.

    Esta acción le valió el reconocimiento Institucional, haciéndose acreedor a la Medalla “Al Valor” el 21 de noviembre de 1961. Por su “...sobresaliente y decidida actuación al exponer su vida de propia iniciativa, sin considerar que era de noche y en invierno, al lanzarse al mar para salvar una persona que en estado inconsciente se encontraba en inminente peligro de perecer...”.

    Esta acción le valió por sí mismo fijar su derrotero de abnegación y entrega suprema. Las almas nobles sólo esperan la ocasión para demostrarlo.

    En 1963, vuelve a la Escuela de Grumetes, esta vez para cursar la Especialidad de Maniobras. Al obtener el Primer Lugar de su Curso, fue premiado con un transbordo al Buque Escuela “Esmeralda” el 10 de enero de 1964, durante ese año efectuó el viaje de instrucción por EE.UU, Canadá y todo el Océano Pacífico. El 1 de abril asciende a Marinero 1° (Mn. )

    El 26 de diciembre de 1964, contrajo matrimonio con la señorita María Sandoval Cisterna, en la localidad de Carampangue, provincia de Arauco, De este enlace nació su único hijo, Mario Fuentealba Sandoval quien no alcanzó a conocer en vida al héroe ya que al momento de la tragedia su madre tenía 8 meses de embarazo.

    En 1965, fue destinado al patrullero “Leucotón”, que mientras se dirigía de Talcahuano a Chiloé, a principios de agosto de ese año, a cumplir una comisión de reencendido de faros, fue sorprendido por un violento temporal, provocando el varamiento de esta nave en la traicioneras costas de la caleta “Lliuco”, en la bahía de San Pedro, al sur de Corral.

    Aunque la situación era en extremo crítica, la tripulación del “Leucotón” tuvo la fortaleza y temple de espíritu para mantener a salvo su buque.

    Al rescate del “Leucotón” acudieron las escampavías “Janequeo” y “Cabrales”, pero la marejada arrojó con fuerza al “Janequeo” contra las rocas. Era el día domingo 15 de agosto de 1965.
    La tripulación del “Leucotón” veía impotente el espectáculo de cómo sus rescatadores se encontraban atrapados por la fuerza de la naturaleza, en estas difíciles circunstancias el comandante del “Leucotón” organizó una partida de salvamento de veinte hombres con todos los elementos necesarios para socorrer a sus compañeros. La idea, era tender un cable entre el “Leucotón” y el castillo de una ballenera varada en la playa, asegurarla bien y utilizarla como andarivel por el cual desembarcaría la patrulla; el propósito era ayudar desde tierra a los tripulantes de la “Janequeo”. Por supuesto el primero en presentarse como voluntario y realizar la maniobra fue nuestro héroe, el marinero Fuentealba, llegando a la costa con grandes esfuerzos.

    El primero en deslizarse por el cable fue el cabo (Tp. ) Arturo Alvarado quien fue alcanzado por una corrida de furiosas olas y arrollado por el mar. Fuentealba se arrojó para salvarlo, en su trayecto a ambos lo tomó la corriente arrastrándolos entre sus aguas, logrando salir después de varios minutos de lucha a la rivera del río “Lliuco”, Fuentealba perdió el conocimiento y fue atendido por los lugareños que presenciaban la heroica acción desde la costa.

    Mientras tanto, el “Janequeo” había desaparecido y el temporal irrumpía al máximo de su intensidad. Este es el instante supremo en el que el Marinero Fuentealba, una vez repuesto, decide poner su vida al rescate de sus compañeros. Avanzó hacia el sur hasta la playa vecina a la roca “Campanario”, lugar donde el mar arrojaba a los náufragos del ATF. “Janequeo” allí practicó respiración artificial al teniente 2° Guillermo Aranda Pinochet, salvándolo de una muerte segura. Su valentía y arrojo se manifestó en el gesto de introducirse peligrosamente en la fuerte rompiente, entre remolinos y resaca. Una y otra vez cruzó las olas, poniendo a salvo a tres de sus camaradas. Intentó un cuarto rescate, el del cabo Galvarino Contreras, tomó a su compañero lo puso a salvo pero una ola gigante se lo llevó para siempre.

    El mar cobraba en su vida, las vidas que él había arrebatado. Su cuerpo fue el trofeo que el mar quiso guardar en su seno para siempre; su alma fue acogida por Dios.

    El Marinero Fuentealba, al ofrendar su vida por sus compañeros de profesión, nos recordó que no hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos. Murió heroicamente. A la fecha contaba tan sólo con 21 años de edad.

    Nuestra Armada perdió un hombre excepcional que hizo de su profesión, su vida; pero ganó un héroe, digno ejemplo para las generaciones venideras de marinos que tripulan nuestros buques, pero también es un ejemplo para nuestra juventud actual.

    Por Decreto de la Dirección General del Personal de la Armada N° 1640/22 Varios de 15 de septiembre de 1965, acompañado del respectivo certificado de defunción, se da de baja del servicio de la Armada por la causal haber fallecido el día 15 de agosto de 1965 a consecuencia del naufragio del ATF. ”Janequeo”.

    El Honorable Consejo Superior de la Defensa Nacional, en sesión celebrada el 04 de noviembre de 1965, acordó otorgarle la condecoración Medalla “Al Valor” , no obstante como al marinero Mario Fuentealba Recabarren (Q.E.P.D.) ya había sido distinguido con esta condecoración según acuerdo de este Honorable Consejo N° 78 de 21 de noviembre de 1961, correspondería otorgarle la roseta consistente en una “Estrella de Oro” de acuerdo al reglamento vigente en mérito de las reiteradas demostraciones de arrojo y heroísmo cumplidas en el salvamento de sobrevivientes, en el naufragio del ATF "Janequeo” en cuyo cometido perdió la vida.

    Por Ley de la República N° 16.397, aprobada en el Congreso Nacional a iniciativa del Presidente de la República don Eduardo Frei Montalva y publicada en el Diario Oficial de 27 de diciembre de 1965 se confiere en forma póstuma y para todos los efectos legales y montepío el grado de Suboficial Mayor de la Armada.

    Por Decreto Reservado de la Comandancia en Jefe de la Armada N° 1585/3 Varios de 09 de Julio de 1970 se declaró muerto en acto determinado del servicio.

    Por Decreto Ley N° 918 publicado en el Diario Oficial del 28 de febrero de 1975, se le reconoce “Por Gracia”, un abono de diez años en la hoja de servicio por ser personal de la Armada fallecido a consecuencia del naufragio del ATF. “Janequeo”.

    Su memoria estuvo vigente entre nosotros en el patrullero “Marinero Fuentealba” que prestó servicios por casi tres décadas, desde 1966 surcó las aguas australes de nuestro país. La madrina de esa nave fue la señora María Sandoval viuda de Fuentealba.

    Su recuerdo está presente también en Valparaíso donde una calle de esa ciudad lleva su nombre.

    El 15 de agosto de 1995, Talcahuano, su ciudad natal, bautizó una plazoleta con su nombre en el barrio que lo vio nacer, el sector Las Salinas y lo declaró “Hijo Preclaro de Talcahuano”, por la ofrenda de su vida en el cumplimiento de su deber.

    En Legislatura 340ª, Ordinaria, Sesión 31ª, en Martes 17 de Agosto de 1999, la Cámara de Diputados de Chile rindió Homenaje a los fallecidos en el hundimiento de la escampavía “Janequeo”, con la intervención del Honorable Diputado Sr. Jorge ULLOA Aguillón.

    En ella se propuso a la Corporación y al Alto Mando Naval un gesto de gratitud y de nobleza: estudiar y hacer posible, con el consentimiento de su familia, el traslado de los restos de Mario Fuentealba Recabarren desde el cementerio de Concepción hasta un mausoleo especial, que debería ubicarse en la isla Quiriquina, en un lugar de honor de la Escuela de Grumetes, para que nuestros próximos marinos aprendan de este Marinero de Maniobras, que servir a Dios, amar a Chile y dar la vida por los demás no sólo se recuerda, sino que se venera.



    LEOPOLDO DAVID ODGER FLORES
    (http://www.escueladegrumetes.cl/)
     
  2. chicogrungero

    chicogrungero Usuario Leyenda nvl.7 ★ ★ ★ ★ ★
    712/812

    Registrado:
    8 Ene 2010
    Mensajes:
    68.098
    Me Gusta recibidos:
    223
    Un gran ejemplo para las nuevas generaciones de grumetes y futuros marinos (toma nota Cassyus).

    Se agradece el tema compa.
     
  3. Lion

    Lion Usuario Nuevo nvl. 1
    17/41

    Registrado:
    10 Ago 2009
    Mensajes:
    278
    Me Gusta recibidos:
    16
    muchas gracias
     
  4. José Manuel Balmaceda

    José Manuel Balmaceda Usuario Maestro nvl. 6 ★ ★ ★ ★
    687/812

    Registrado:
    16 Jul 2009
    Mensajes:
    66.913
    Me Gusta recibidos:
    23
    el tipo dio todo por su pasión y su único arte, se agradece.
     
Estado del Tema:
Cerrado para nuevas respuestas