Verdadero Dueño De Famosa Bandera Rechazo 22 Millones Por Ella

Asegura que no quiere venderla a un particular porque sería poco moral y se burlaría del dolor de miles de personas que se vieron damnificadas en el terremoto. Quiere entregarla al gobierno, para que la pongan en un museo y si el Presidente le da estudios gratis a sus hijos, él estaría feliz.

Daniel Marín arrancó del tsunami en Pelluhue el pasado 27 de febrero, pero la inclemencia del mar que entró con fuerza a su ciudad lo hizo caer en varias ocasiones y lo dejó con varias lesiones en su cuello… muchos lo dieron por muerto.
Pero aunque salvó milagrosamente su vida, sí perdió todo lo que tenía y lo único que quedó de su casa fue una bandera, que fue recogida por otro hombre y fotografiada junto a él. Esta imagen dio la vuelta al mundo y se convirtió en el símbolo de la catástrofe, siendo ocupada en campañas solidarias, spot y logrando para el afortunado, un reconocimiento a nivel nacional.

Marín dice que días después fue a su casa a recoger lo que quedó y fue ahí donde encontró la famosa bandera y la guardó, hasta ahora, cuando reveló que este símbolo lo tenía en su casa y quería que fuera parte de la comitiva que viajaba al mundial de Sudáfrica.

“El lugar desde donde se sacó esta fotografía era justamente donde yo estaba viviendo y después salí a recorrer y fui a ver que había quedado del lugar en el que nosotros estábamos viviendo. Ahí donde se perdió todo encontré la bandera. Esa bandera yo la tenía desde antes guardada para los tijerales del baño que estábamos construyendo. Encontré la bandera y la guardé con el fin de ponerla en el techo para los tijerales, después vino el terremoto y el tsunami y arrasó con todo. A los días después encontré la bandera, tapada con los escombros, palos y todo”, relató a Terra.cl Daniel Marín.

Dice que cuando la recuperó nunca se imaginó que era la misma que ya era mundialmente famosa y que fue su hijo, quien la llevarla al colegio, descubrió que trataba de aquella que apareció en todos los medios de prensa. Pero la decisión de Daniel siguió siendo la de guardarla como recuerdo y no quería contarle a nadie de su posesión.

“No quise decir nada antes porque no era mi intención lucrar con la bandera. Ahora se acercó harta gente a ofrecerme dinero y yo no quise venderla a pesar de que estoy en una situación muy precaria. Moralmente no me siento bien al vender esta bandera. La entregue a la ANFP para que la selección chilena la lleve a Sudáfrica y cuando vuelvan me la entreguen nuevamente, ya que tengo pensado entregarla al gobierno, al Presidente de la Republica –Sebastián Piñera-, para que la ponga en un museo, y que le den un uso positivo y no lucrativo”.

Y las ofertas económicas para el verdadero dueño de la bandera símbolo del pasado terremoto han sido elevadas, pero él se niega a venderla a un particular. “El ultimo caballero, un empresario, me ofreció 22 millones de pesos. ¡Imagínese que yo con un millón de pesos soy el hombre más feliz del mundo! Pero no quise venderla”.
“Estoy cesante, no tengo energía eléctrica en mi casa, ni un peso en los bolsillos, pero lo moralmente vale mucho más que 22 millones de pesos, por lo menos eso es lo que yo pienso. Moralmente me sentiría muy mal vendiendo esta bandera, porque es un símbolo de todos los chilenos, representa el sacrificio de todas las personas que aún no encuentran a sus familiares desaparecidos, el sufrimiento de las personas que han perdido gente, de aquellos que con las lluvias que caen aun se están mojando y el sufrimiento de la gente honesta y humilde de este país”.

La bandera hoy está lista para partir a Sudáfrica gracias a la generosidad de Daniel, quien dice le hubiera encantado que lo hubieran invitado al mundial, a él o a sus hijos, “pero me hubiese gustado que saliera de ellos no más, pero no, pero igual estoy feliz”.

“Yo quiero ser bien sincero, yo la quiero entregar al gobierno, pero si el gobierno tiene la posibilidad de ayudarme a mí y a mi familia, yo encantando. Ahora si alguien quiere ayudarme yo encantado y no tengo ningún problema en recibir alguna ayuda porque yo necesito ayuda. Pedí que alguien de buen corazón financie la educación de mi hijo y una camionetita de segunda mano no más”, cuenta Daniel para finalizar su relato y esperando, dice, que su bandera sea bien utilizada.

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