[DATO] ¿De dónde viene lo de rociar al personal con el champán?

Tema en 'General' iniciado por Nox, 16 Abr 2015.

  1. Nox

    Nox Usuario Maestro nvl. 6 ★ ★ ★ ★
    697/812

    Registrado:
    13 Abr 2013
    Mensajes:
    118.035
    Me Gusta recibidos:
    19
    ¿De dónde viene lo de rociar al personal con el champán?

    [​IMG]

    Gran revuelo se ha armado por el inocente gesto de Lewis Hamilton disparando el champán enfurecido de su victoria en el GP de China, el domingo pasado, sobre el rostro de una de las azafatas que previamente le había hecho el pasillo hasta el podio.

    He aquí lo que pienso: todo el lío viene porque el rictus de la señorita en cuestión parece indicar que lo está pasando fatal, cuando estoy convencido de que no es así. Simplemente es la cara que se te queda si te duchan con el espumoso. Y no hay más.

    Dicho esto, además la chica debía de saber que el lance va incluido en el sueldo -y, como se ve en la foto que encabeza este post, ella no fue la única que recibió-. No en vano, la tradición de rociar el champán en el podio viene de lejos. Y la primera vez fue en Le Mans, no en la F1.

    Obsequiar al ganador con una botella de champán ya era habitual desde tiempo atrás, pero a nadie se le ocurrió jamás desperdiciar el preciado líquido espumoso gratuitamente en las ocasiones en que los organizadores tenían a bien regalarlo. Los pilotos, en efecto, recibían una botella cerrada, y cerrada se la llevaban para abrirla y disfrutarla tranquilamente con su equipo.

    Hasta que llegaron las 24 Horas de Le Mans de 1967.

    El equipo vencedor lo formaron Dan Gurney y A.J. Foyt, con el espectacular Ford Mk4 de 7 litros, uno de los seis bólidos oficiales del escuadrón alineado por la multinacional norteamericana.

    Para ambos fue su primera victoria. Para Foyt, en su primera y única participación en la prueba reina de la resistencia. Para Gurney, en su décima y, a la postre, última presencia en el circuito de La Sarthe.

    Cuentan las crónicas que el patrón de AAR sintió un deseo irreprimible de desahogarse para descargar la tensión. Ni corto ni perezoso, agarró el botellón y lo agitó furiosamente hasta que el tapón salió disparado y el líquido bañó a fotógrafos, mirones y vips diversos, incluido Henry Ford II, el que pagaba la fiesta.

    Curiosamente, la semana siguiente Gurney volvió a subir a lo más alto del podio, esta vez en el GP de Bélgica de F1, que ganó con el precioso Eagle-Weslake V12 de su propio equipo.

    Pero, ¡ay!, allí no pudo perfeccionar su técnica porque en esa carrera no hubo champán en el podio, así que el bueno de Dan -el único piloto al que Jim Clark temía de verdad- se dedicó a tirar al aire las flores de la enorme corona que le correspondió.

    No obstante, el gesto de Le Mans caló y en adelante empezó a generalizarse, y así hasta el domingo pasado.

    En cambio, la también longeva tradición de entregar una corona de flores al ganador acabó sucumbiendo con la irrupción de los patrocinadores, que no querían ver sus preciados logotipos cubiertos de vegetación.

    Eso sí, sin duda la azafata del podio de Shanghái habría agradecido más un baño de pétalos de rosa que no esa ducha de champán. Pero vamos, cargar las tintas en la malicia del piloto sí que es una pasada de frenada en toda regla.

    es.autoblog.com




    Mira la polémica que causo Hamilton por el festejo en China:


    [FORMULA 1] Califican de ‘payasada’ el festejo de Hamilton
     
    #1 Nox, 16 Abr 2015
    Última edición: 16 Abr 2015