Perros y gatos son muy diferentes en varios aspectos, partiendo con la amabilidad que pueden tener con sus pares.Un perro le enseña a un cachorro a bajar las escaleras. Este, muy temeroso, se demora bastante en descender cada peldaño, pero el can más grande lo espera y le muestra varias veces que no pasará nada si lo hace. El cachorro, gracias a la paciencia de su maestro, logra aprender y baja las escaleras solo. En cambio, un gato que solo mira como su compañero le tiene temor a la escalera, pierde la paciencia en cuestión de segundos. Sin dejar siquiera que el gato más pequeño lo intentara una vez, lo empuja y el minino cae por las escaleras. El paralelo entre la amabilidad de perros y gatos se volvió muy popular en el Internet y resultó ser muy divertido.