Un hombre recién difunto llega al cielo y se pone en la fila de admsión. Aburrido porque pasa el tiempo y la fila no avanza, se pone a conversar con el que tiene delante. - Che, y vos de qué te moriste? - Preguntó - Yo me morí congelado. Y a vos qué te pasó? - Le respondió - Yo me morí de risa - De risa? - Preguntó el hombre asombrado. - Si, de risa. Es una historia graciosa. Resulta que yo pensé que mi mujer tenía un amante, entonces, un día, como quien no quiere la cosa, me hice el tonto y volví 3 horas antes a mi casa del trabajo. Me puse a revisar toda la casa para encontrarlo. Busqué abajo de la cama, en el armario, en la cocina, en el baño, en el techo, en el jardín, en el sótano, detrás de las cortinas e incluso debajo del auto. Y no, no lo encontré. Entonces, al darme cuenta de mi error y de lo tonto que fui, me empecé a reir tanto, pero tanto que me agarró un infarto y me morí. El hombre lo mira y le dice: - Hubieras buscado en el freezer y nos salvábamos los dos!