kenita larrain : "En Mentiras Verdaderas se fomenta la agresión hacia la mujer"

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Esa noche la doctora María Luisa Cordero no tuvo filtro. El 20 de febrero pasado la siquiatra trató a María Eugenia Larraín de "pécora", "arpía" y "prostituta" en Mentiras Verdaderas. Dijo: "Y ella dice que todos la tratan de prostituta, anda de cama en cama, le pagan ¿Y eso cómo se llama?". Además de otras frases del mismo estilo. Cinco meses después, el Consejo Nacional de Televisión multa a La Red por 120 UTM -poco más de $ 4,7 millones-. El argumento es que "ha sido vulnerada la dignidad personal de doña María Eugenia Larraín, mediante las reiteradas y gratuitas descalificaciones proferidas por doña María Luisa Cordero".

La modelo, que sacó la televisión de su habitación, cuenta que se enteró de la sanción a La Red porque le contó una seguidora a través de Twitter. Y dice "Con esto se hace justicia divina. Independiente de que las personas puedan pensar una cosa u otra cosa, sienten que pueden opinar de otras personas que no conocen, porque ella (María Luisa Cordero) no me conoce. Soy una persona íntegra, tranquila, que cree en Dios y que constantemente recibo de ella y de otros descalificaciones gratuitas. Ya basta de que se dé un tan mal ejemplo a la gente que ve televisión en este programa, Mentiras Verdaderas, y con esta mujer, donde se fomenta la amargura, la envidia y la agresión hacia la mujer".

Larraín explica: "Aplaudo la medida que se ha tomado, para que, de una vez por todas, se empiece respetar a las personas. Hay muchas mujeres que se están formando, que ven televisión y ven a esta mujer (Cordero) que descalifica a otras. Es un pésimo ejemplo y por fin se está haciendo lo correcto".

La ex reina de belleza agrega: "Se ha faltado a la dignidad de tantas personas, y cuando uno va a tribunales, la cosa queda ahí. Creo que llegó el momento en que, lamentablemente, van a tener que aprender por esta vía. Ojalá que aprendieran por tener un corazón más noble y por acercarse a Dios. Uno debe tener amor en su corazón y no odio".

Finalmente, Larraín dice: "¿Cuánta gente repite una mentira? Y el que repite una mentira se hace parte, cómplice de ella. Estoy tranquila, porque sé quien soy y jamás me he dedicado a nada de lo que ella (Cordero) dice. No ando por la vida descalificando, agrediendo. Yo estoy tranquila con Dios, no sé ella".

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