Ananías celebró cumpleaños con lindas mujeres y en paz con el Kiwi

El recluta llegó acompañado de sus compañeros varones hasta un local del barrio alto de Santiago, donde los esperaban unas guapas chicas cantandole “Cumpleaños Feliz”. En la fiesta, el ex de Kenita se mostró de lo más amigo con el grandulón que dejó de lado sus diferencias con el festejado y sólo atinó a pasarla bien.

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Fue algo así como una despedida de soltero o un club de Toby. El cumpleaños de Giovanni Ananías estuvo especialmente organizado para los varones de la base militar de Calera de Tango. Eso sí, con unas esbeltas mujeres que animaron a los presentes y le dieron uno que otro regalito al recluta, que turnio, miraba a las chicas que vestían cortos atuendos. La noche comenzó con la llegada de un enorme bus de dos pisos, de esos que los turistas pasean por la capital. En su interior, se encontraban todos los eufóricos reclutas que venían bastante prendidos debido a “la previa” que hicieron durante el camino.
El primero en aparecer y sacar la mitad del cuerpo por las ventanas fue el festejado, quien vestido con una capa de rey, un sombrero y abrazado de su ex enemigo, Kiwi, demostró que había dejado de lado sus rencillas con el grandulón y se dedicó exclusivamente a pasarla bien. “Ahora somos compadres”, gritaba el ex hombre de tele, mientras que el ex de Kenita Larraín decía escuetamente: “Lo que pasa en Pelotón, queda en Pelotón”.
El pascuense Pakarati también demostraba estar muy eufórico al bajar del bus y correr hacia la entrada del local donde se estaba celebrando el acontecimiento. “Lo vamos a pasar de lujo”, auguraba el isleño.
Por otra parte, las bellas muchachas, únicas mujeres invitadas por la producción al evento, esperaban a Ananías en el balcón y le cantaban cumpleaños feliz al empresario que miraba hacia dónde estaban ellas, con cara de querer pasarla bien. “Ahí voy chiquillas”, les gritaba.
Ya dentro del lugar, todo fue una fiesta. La torta, el típico manteo y copas con malicia transitaban por doquier. Poco a poco los reclutas eran víctimas del alcohol hasta el punto que el ex futbolista, Franz Arancibia y Carlos Nair Menem se sacaban sus poleras por el calor que sentían al transcurrir los minutos. Este último al ser consultado sobre su flirteo con Puertas solamente asintió con el dedo dando a conocer que todo va viento en popa.
Entre tanto, el padre del festejado llegaba para saludar a su hijo y ponerlo al día de todo lo que se ha hablado de él durante su participación en Pelotón. “Desde que entró, no lo he visto y ahora le daré un buen abrazo para saludarlo”, sostenía.
Al final de la fiesta, todos los reclutas estaban bastante prendidos y con ganas de seguir pasándola bien. Se veían bastante felices y con la misión cumplida: pasar un momento agradable junto al árabe cumpleañero.

Saludos

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