especial jalowein los jugadores mas feos agregen los suyos

Comenzamos el tributo con uno que por más que intentaba estilizarse, nunca podía lograr que su belleza interna (suponemos) la extrapolara a lo físico. Fue el caso del argentino Rubén Alberto Dundo (foto a la derecha, con la suplente de Everton). El ex jugador de Nueva Chicago y Chaco Forever (y de Huachipato, Magallanes, Rangers, Deportes Melipilla, Cobresal, Arturo Fernández Vial, Everton y Provincial Osorno en Chile) probó de todo… para la belleza. Incluso declaró que se echaba palta en el pelo para que le brillara. Los resultados están a la vista (¿?).
Mauro Meléndez (A la izquierda) era un recio zaguero central de Deportes Arica, Everton, O’Higgins y Deportes Colchagua. Nunca en su vida se propuso ser modelo, ni la UDI le ofreció candidatura a concejal por Estación Central. Pero su fealdad no fue impedimento para triunfar en el fútbol. Seguramente, si en su época de jugador hubiera pedido dulces en Halloween, sólo necesitaba el elástico (es un chiste fome más viejo que Franklin Lobos y Moisés Berenguela juntos). Tal vez su conocido gusto por el buen beber contribuyó a su belleza. Un crack, en todo caso.
Y el tercer feo de esta primera parte más que por feo lo homenajeamos por lo deforme. No es por ser crueles, pero la primera reacción que teníamos cuando veíamos la foto de Mauricio Zamora era que su cara estaba chueca. Al menos, ese defecto no le impidió ser uno de los más chancheros defensores centrales de la Primera B. En equipos como Everton, Cobresal y Unión San Felipe disfrutaron de su peculiar belleza, que usted puede apreciar en la imagen con la albinaranja.
continuamos esta saga de fealdades con el lunar más famoso del norte de Chile. Cómo podríamos dejar de lado al regalón de doña Zunilda, la antigua jefa de la barra de Deportes Iquique. Estamos hablando de Johnny “Gol” Cortés, quien se cansó de inflar mallas en los equipos nortinos: Deportes Arica, Deportes Antofagasta, Deportes Ovalle y los “Dragones Celestes”. Y hay que reconocerlo: la primera observación que hacíamos cuando mirábamos una foto suya era el lunar… que lo hizo famoso entre todos los futboleros de este país. (Compruébelo mirando la foto de la derecha)

Un poco más al sur de Iquique, en Calama, un fruto de las divisiones inferiores de Cobreloa era Patricio Contreras (a la izquierda). La carrera de este zaguero central prometía: para foguearse como juvenil, fue enviado a préstamo a Rangers, equipo con el que ascendió en 1993. Después volvió a Cobreloa, estuvo en Deportes La Serena, Provincial Osorno y Ñublense. Nunca más se supo de él, pero su belleza le dio un notable apodo: el “Sapo” Contreras.

Y cómo íbamos a dejar afuera al mundo referil. Por supuesto que no. O ustedes creen que los árbitros chilenos -aparte de saqueros- destacan por su belleza. No señores: la prueba viviente de lo que estamos hablando es Luis Mariano Peña. De hecho, en los estadios no sólo le gritaban “Cobra por c… de tu madre”. No. Además, los forofos de todos los equipos le dedicaban epítetos a su singular belleza: “Cobra poh care’vieja”. Simplemente notable.
Por supuesto que se nos quedaron muchos afuera. Por nombrar a uno, a Edgardo Fuentes (ex Cobreloa, Palestino, Unión Española), al “Peraca” Pérez o al siempre célebre Francisco “Murci” Rojas.




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FRANCISCO SILVA DE CATOLICA