Mundos sin terminar

Tema en 'Rincon Literatura' iniciado por Kaeleme, 14 Ene 2017.

  1. Kaeleme

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    Mientras la ducha helada apagaba mi deseo, no podía evitar pensar en ella. Un espejismo dentro de mi cansado caminar, parecía mentira la forma en que nos conocimos y más increíble fue la forma que llegamos a relacionarlos.

    Ella tenía su pareja estable, pero con una mentalidad abierta, algo que para mi yo de ese entonces, era todo un mundo por descubrir. Aquella dama buscaba un tercero para una de sus fantasías eróticas y aunque, en un comienzo, no quería ser partícipe, terminé queriendo ser ese “otro” en su vida. No era una infidelidad y nada por el estilo, era todo pactado y acordado. Yo sería un siervo de sus deseos.

    Sus gustos sexuales se asemejaban a los míos, además que su cuerpo era de mi total agrado. Llevaba tiempo sin conocer el placer de la carne y la posibilidad de sumergirme en su pasión me calentaba diariamente. Ella complacía algunas de mis peticiones, enviándome fotos de su hermosa humanidad, pidiéndome consejos de cuáles serían las mejores… lo que había partido como una relación netamente sexual, estaba creando vínculos afectivos, que para mi pesar, son mi perdición. En mi inmadura mente, mis emociones se mezclaron, si bien la razón me llevaba a mantener la cordura, atisbos de mis sentimientos comenzaron a mezclarse con el deseo.

    La necesitaba, de forma afectiva y sexual. Aún no se concretaba nada y yo añoraba el día en que mi lengua recorrería sus curvas, desde sus píes hasta la parte de atrás de sus orejas, jugueteando con sus pezones y vagina. Ansiaba lamer su hermoso trasero, mientras ella estaba en una posición dominante a mi cuerpo… Todos los días fantaseaba con algo nuevo, esperando que su experiencia iluminara mi estructurada rutina.

    Para mi pesar, mis torpeza siguió cometiendo errores, dudas sobre mis verdaderas intenciones, dudas sobre ella y comentarios tan torpes que una vez pasada las discusiones, no podía entender de dónde provenían. Finalmente la relación de amistad se terminó y con ello la esperanza de una junta.

    Día tras día, las duchas iban apagando mi deseo y refrescaban mi mente. Podía analizar con mayor claridad lo que había pasado. Hubo un momento que estuve enamorado, ella debió darse cuenta de aquello y delimitó bien los roles, pero en mi necesitado interior, no era suficiente una palmada de cariño, quería devorar la mano. Lo que se demora en pasar del amor a la egoísta obsesión es tan sólo una simple sinapsis, una razón tergiversada usada para justificar un pensar. Antes de que pasara a mayores, ya había terminado la ilusión, pues simplemente eso era y eso fue, un juego de palabras donde la mente más débil terminaba por derrumbarse.

    El agua seguía cayendo y el deseo se desvanecía, pues en el mundo de las ilusiones, incluso una utopía no tiene conclusión. Mi imaginación nunca pudo llegar a esa tierra para destrozarla y sacarla del firmamento de mis anhelos. Así que cada vez que veo algo que me recuerda a ella, la tierra soñada (su dormitorio y su mirada) aparece en mi pensar. Es otro mundo más que nunca tuvo una conclusión deseada, pues en el escrito de las ideas, aquel mundo ya no existe.


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