Vida de Universitaria (Parte 2)

Algunos me escribieron pidiendo que continuara con la siguiente parte de la historia. En serio muchas gracias a todos aquellos que me mandan sus mensajitos de apoyo y buena onda, de verdad me gusta la buena recepción que tienen mis historias.

Luego de lo que había pasado con Pedro en mi pieza, me costó quedarme dormida imaginando qué hubiera pasado si seguíamos con los besos. ¿Habríamos terminado desnudos? ¿Habríamos tenido sexo?, me imaginé mil y una historias diferentes pensando en qué pudo haber ocurrido en ese momento.
Ese fin de semana fue eterno, estuve esperando que Pedro me enviara algún mensaje por whatsapp o algo, pero nada.
En serio que me pasé muchos rollos, quizás no le gustó que me dejara llevar o que no le gustó cómo lo besé, no se. De verdad que sufrí ese finde jajaja.
Llegó la otra semana y había que ir a clases. Saliendo de mi pensión me encontré con una de mis amigas, nos fuimos caminando hasta la U conversando. Obviamente le comenté lo que había pasado con Pedro, para ver qué opinión podía darme porque igual no pretendía perder la amistad de él llevando unas pocas semanas en la U.
Entramos a la sala, nos sentamos juntas y esperamos a que llegara el profe para la clase. Pedro no aparecía por ninguna parte, me sentía mal igual pensando que quizás me odiaba o algo. El profe llegó, inició la clase y a los 15 minutos más o menos llegó Pedro muy relajado, nadie le apuraba, total la asistencia era voluntaria.
Pedro se sentó al lado mío y yo estaba congelada, no sabía qué decir o hacer más que un simple "Hola".
Las horas se hicieron eternas hasta que las clases terminaron. Por suerte de todo, más tarde tenía un taller de Basquetball, así que me fui rápido a entrenar y estando allí veo a mi amiga y a Pedro sentados en las gradas haciéndome pulgares arriba con una sonrisa. Me sentí muy feliz y extraña al mismo tiempo jaja, ver a Pedro así luego de lo que había pasado y además sin haber conversado nada, era muy extraño.
Al finalizar el entrenamiento vi que sólo estaba Pedro esperándome, me puse muy nerviosa pensando en qué podía decirle porque no habíamos conversado nada en todo el día. Entonces se acercó a mi.

Pedro: ¿Puedo conversar contigo?
Yo: ¿Me esperas un poquito? Me voy a duchar y nos vamos.

En la ducha pensaba qué me podría decir, qué podía responderle a su conversación. Quizás había perdido a un amigo por dejarme llevar por las emociones de un ratito, tal vez no le gustó que se hayan dado tan fáciles las cosas.
Cuando terminé y me vestí, Pedro me estaba esperando en la salida del gimnasio de la U. Tomó mi bolso y nos fuimos caminando en silencio hasta que...

Pedro: ¿Cómo estuvo el entrenamiento?
Yo: Estuvo bien, aunque siento que no jugué a nada.
Pedro: Naa, eres muy seca. Jugaste super bien, ojalá yo jugara así.
Yo: No es necesario que digas eso.
Pedro: Pero si es verdad, me gustó mucho verte jugando.

Intenté esconder mi cara de alguna forma, tenía las mejillas rojísimas de la vergüenza. Seguimos caminando mientras él intentaba poner algún tema de conversación para el viaje, yo seguía preocupada pensando sobre qué quería hablar conmigo.
Lo llevé a mi pensión, dejé mi bolso al lado de la cama y le ofrecí asiento a Pedro. Me quedé de pie junto a la tv mirándolo muy seria.

Pedro: Acerca de...lo que pasó el Viernes, ¿estás bien?
Yo: ¿Por qué me preguntas eso?
Pedro: No, pregunto porque no quiero que pienses que te estoy joteando o algo por el estilo.
Yo: Creo que fue algo que los dos queríamos no más. Nos dejamos llevar, y no tienes que preocuparte.
Pedro: No me preocupo, porque me gustó.

Quedé más roja de lo que ya estaba, era terrible.

Pedro: En serio eres muy bonita, y besas excelente.
Yo: No es necesario que me digas esas cosas, ya pasó.
Pedro: ¿Segura?

Pedro se levantó y se acercó a mi, quería intentar abrazarme pero yo no lo dejaba. Su perfume era muy rico pero pretendía alejarlo de mi a como diera lugar.

Pedro: ¿Estás enojada conmigo por lo del beso?
Yo: No. Ya te dije que fue algo de los dos y que no te preocupes, ya pasó.
Pedro: Es que en mi mente aún no termina, sigo imaginando ese beso y mucho más.
Yo: ¿Cómo mucho más?

Pedro se estaba acercando lento hacia mi, yo estaba demasiado nerviosa como para reaccionar. Miraba sus labios y su boca abriéndose, estaba a punto de besarme hasta que lo empujé hacia atrás y me di media vuelta. Él volvió a acercarse a mi más lento, poniendo sus manos en mi cintura y oliendo mi cuello. Sentía como intentaba presionarme contra él, se estaba llevando mi cintura y con su mano intentaba girar mi cara.
Mientras besaba mi mejilla llegó hasta mi boca, se sentía muy rico como me tomaba de la cintura mientras nos besábamos. Él se movía igual que aquella noche en que perreamos, pero muy lentito. Sentía como iba creciendo su pene debajo de ese pantalón y la situación se fue volviendo muy excitante.
Tomé su mano y la llevé a mi pecho para que me acariciara mientras metía su lengua en mi boca.
Me giró para besarme de frente mientras sus manos ahora llegaban a mi trasero, apretó mis glúteos suavecito mientras yo tocaba su trasero al mismo tiempo.

Pedro: Me gustas mucho, Javi.
Yo: Y tú a mi.

Él se quitó la polera que llevaba puesta y vi su torso más o menos trabajado. Para ser delgado no esperaba ver sus abdominales tan marcados, así que me puse a tocarlo y besar su boca durante ese rato. Tras sacarme la polera, se puso a besar mis pechos y yo sólo respiraba de manera agitada.
Me abrazó y me dejó caer lentamente sobre la cama mientras besaba mis labios, era el momento más tierno de lo que llevaba en la U, apenas un par de semanas y ya había conocido a un buen chico como Pedrito.
Quedamos en la misma posición que la noche del viernes, él sobre mi moviéndose como si estuviéramos teniendo sexo. Para ser muy sincera, tenía unas ganas terribles de sacarle los pantalones.

Pedro: ¿Quieres que sigamos?
Yo: Si.
Pedro: ¿Eres virgen?
Yo: No jaja.

Nos reímos un segundo y noté algo en su rostro luego de mi respuesta, quizás esperaba que fuera virgen para cumplir la típica fantasía del hombre buscando a una chica sin profanar jaja.
Comenzó a besarme, me había quitado el sostén y tenía mis pechos listos para ser besados por sus labios. Recorrió todo mi torso hasta que llegó a la cintura, fue ahí que me bajó el pantalón junto con mis calzones. Me dio un poco de vergüenza, obviamente, estaba desnuda frente a él. Pedro también se quitó su pantalón con los calzoncillos y así ambos quedamos desnudos sobre la cama. Nos tapamos con las frazadas y seguimos besándonos con los cuerpos frotándose uno con el otro.
En el muslo sentía cómo su pene me mojaba la piel hasta que en un movimiento, veo que Pedro esconde su mano llevándola hacia abajo. Miré hacia el interior de la cama y vi su mano tomando el pene para meterlo en mi vagina.
Me dio un poco de gracia porque no le atinaba al principio, tuve que ayudarle yo tomando su pene y metiéndomelo poco a poco. Solté un gemido suave mientras veía la cara de excitación que tenía Pedro, cuando empezó a moverse contra mi.
Sentía su pene dentro y era una sensación genial, sentía como me empujaba con su cuerpo mientras yo sólo gemía de la excitación.
Estábamos a la par en los movimientos, íbamos bastante sincronizados, lo que lo volvió más rico aún.

Pedro: ¿Te gusta?
Yo: Siiii...

La voz apenas me salía de tanto gemido que hacía, pasaron unos 10 minutitos y Pedro me besaba el cuello hasta que dentro de un rato comenzó a moverse de manera más violenta. Me abría más las piernas y empujaba con más fuerza.

Pedro: Ya me vengo.

Empujo a Pedro para ayudarlo a sacar su pene de dentro y alcanzamos justito porque al momento en que se salió de mi, comenzó a masajear su pene durante unos pocos segundos hasta que eyaculó sobre mi pancita. No diré que fue algo que me haya gustado o enamorado, al contrario, fue incomodo y raro. Me levanté de la cama y partí al baño a limpiarme porque no me gustaba la sensación de tener semen en mi estómago jajaja, aunque era preferible eso que a tenerlo camino a mis ovarios.
Luego de eso volví a la cama, estaba él recostado con las manos detrás de la cabeza y las piernas estiradas, me acuesto junto a él y me abraza. Su pene se había vuelto chiquito y se lo comenté mientras lo masajeaba un poco. Ambos reímos despacito hasta que nos tapamos bien y nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente despertamos demasiado calientes y quisimos intentarlo de nuevo antes de irnos a clases, y diría que esa experiencia fue mejor que la anterior, se había relajado más y aguantó más tiempo antes de eyacular.
Nos tomamos una ducha y partimos a la U como si nada hubiera pasado, pero con unas sonrisas cómplices de lo que había pasado y nadie se enteraría.

Esa es la primera experiencia sexual que tuve en mi época universitaria. Espero que les haya gustado muchísimo y hayan podido captar bien la historia en sus mentecitas tan bonitas que tienen ustedes.
Gracias por leerme y por enviarme sus mensajitos buena onda, los quiero <3 Pronto traeré más historias de mis experiencias sexuales.
Bye <3