[Bitácora de Concierto] DESTRÖYER 666 23.09.2009 A.B.

¡Primero! Jajajajaja... Ando entero borrachón. Han sido más horas de edición que de escritura.

DESTRÖYER 666 23/09/2009



Años de espera y una desilusión, luego de que no se concretara una venida el año anterior, llegaban a su fin, finalmente D666 en Chile, conchesumadre. Obviamente, habría de ser una jornada memorable, con todo a favor y una productora seria tras la tocata. Esta hueá iba sí o sí.
Lo primero fue la previa, viaje desde Chillán a Santiago, para allá juntarme con unos camaradas capitalinos, quienes también me guiarían, ya que soy un vil Carmelo y nunca he podido ubicarme en aquella puta ciudad. Anticipaba que todo habría de salir bien. Permiso para salir temprano del trabajo y prepararme para viajar, pasaje ida y vuelta comprado con antelación, para no encontrarme con alguna empanadita, ya que siempre he tenido una mala cuea horrible y la entrada lista y en poder de uno de mis amigos, así que no había riesgo de que se me perdiera o anduviera paveando y la dejara en la casa. Con la tranquilidad de tener todo esto cubierto, fui tranquilamente al terminal, con mi mejor pinta de metalero semilla de maldad, y desde aqui empezaron los problemas al llegar el bus 45 minutos tarde, lo cual ya empezaba a poner negras las cosas, ya que presa de la emoción por ir a ver a mi banda favorita, pensé que todo saldría impeque. Al hacer su parada el bus, baja una pendejita con polera de Iron Maiden y me queda mirando medio espantada, al verme con mi chaqueta con parches, bototos de milico, polerón de banda malula y desconocida, además de la mejor cara de malo. Tomándolo como chiste, me subí al bus, donde, para mi sorpresa, me encuentro en el asiento al lado del mío con una mochila con un parche de Cannibal Corpse… No fue difícil deducir de quién sería. No le di mayor importancia al asunto, sólo esperaba que no me preguntara idioteces todo el camino. Yo al menos no estaba ni ahí con engrupir, ya que soy muchas hueás pencas, pero ni cagando mataguaguas, por lo que me limité a irme escuchando música tranquilamente. Lamentablemente, esta pendejita, que después supe que atendía al exótico nombre “Kendra” iba con la mamá y la hermana, quienes viajaban en los asientos de atrás, y se dedicaron a agarrarla para el hueveo conmigo durante varios minutos y tiraron más de alguna que otra talla durante el viaje. Pero pico, unas cuantas tallas infantiles a una pendeja que me involucraran no me iban a cagar la onda. Lo que sí me estaba cagando la onda era la demora del bus, se suponía que, de acuerdo a mis optimistas cálculos, estaría llegando a Santiago a las 19:15, con tiempo de sobra para juntarme con mis amigos y partir al “Rock (Sudor) & Guitarras” y entrar al concierto, el cual advertía la organización que empezaría a las 20:00, con puntualidad inglesa. Son las siete de la tarde y aún no llego. Empiezan los primeros telefonazos a los que respondo que se tranquilicen, si ya me queda la nada, que me esperen. La verdad es que tengo pico idea de cuánto me falta para llegar a la capital. Generalmente, cuando viajo, o duermo, o leo, o veo la película que pasen en el bus, así que no me ubico por los paisajes, sólo quería ver luego San Bernardo, para tranquilizarme.
El bus reculiao llegó a las 19:50 y no estaban esos hueones esperándome en el terminal…
Llamé por teléfono a un amigo y me djo que se había mandado a cambiar, porque no estaba ni ahí con llegar atrasado al concierto, pero que me esperaba en alguna estación de Metro que ya ni recuerdo su nombre (y que me costó un mundo dar con ella). Nos encontramos y salimos hechos una goma a tomar el Transantiago. Yo no iba a Santiago desde el año 2004, app. No conocía esa hueá y fue ese día cuando supe que realmente Transantiago es un vil montón de mierda de alpaca humeante. La hueá paraba CADA MEDIA CUADRA. El par de hueones con los que me junté me miraban como si hubiera desenterrado a sus abuelas, me las hubiera afilado a fierro pelado y les hubiera mandado fotos del acto. Estaba pa’l pico. Ibamos a llegar como a las 20:30 y nos perderíamos buena parte del show. Más encima, esta hueá era sin teloneros, así que fijo que nos perderíamos varios temas de Deströyer 666. ¡Como el hoyo!
Llegamos al local y, para nuestra sorpresa, ni siquiera habían abierto la reja de la hueá. Había una turba de chascones afuera alegando, gente del “jet set” under chilensis entre otros, pero no se escuchaba música ni nada. Puntualidad inglesa mis adoradas y colgantes pelotas. Un puto alivio. Fuimos a comprar un Cooler para hacer la hora. Si alguno piensa que la opción de bebestible previo fue medio sarasa, estoy de acuerdo, pero no estaba ni ahí con tomar hueás más potentes, ya que quería estar lo más lúcido posible para el sangriento ritual. Igual no faltaban los conocidos que convidaban cereza, pero (y es raro en mí), no estaba ni ahí con tomar, sólo importaba DESTRÖYER 666, así que les daba un par de “besitos” y las devolvía.
Las puertas se abrieron pasado las 9, si no me falla la memoria. Nos formamos eufóricos y pasamos. Dentro del local ponían música súper ad-hoc a la banda que se presentaría: Pantera, “Enter Sandman” y demás huevás del gusto del metalero que va a ver a DESTRÖYER 666. (Obviamente, lo anterior es una ironía). Daba lo mismo, estábamos a minutos de que una de las mejores bandas de la historia se presentara. Pese a todo, no me cagaban la onda pese a que tocaran My Chemical Romance.
“Bueno”, pensé, “tal vez no hayan iniciado la tocata a la hora, lo cual me benefició, pero saldrán de una estos hueones a tocar”. ¡LAS PELOTAS! Fue escuchar cerca de media hora más de pura mierda. Pero seguían sin cagarme la onda. Una cerveza podría haber ayudado, pero creo que en la Franja de Gaza venden cereza más barata, así que opté por ir al baño a tomar agua.
Finalmente, empieza a aparecer la gente de D666, Shrapnel, Mersus, el bajista, que tengo pico idea cómo se llama, pero que toca o tocaba en Razor of Occam, y K.K. Warslut. ¡SE VENÍA, CONCHEMIMADRE! Saludo, K.K. con una botella de whisky en la mano, la deja a un lado y empieza por fin el concierto… ¡RISE OF THE PREDATOR! Temazo para empezar a partirse el cuello. Como buen chileno ascurrido, me las ingenié para llegar a primera fila y de ahí hacerme mierda el cuello con ese tema, uno de mis favoritos del repertorio de la banda. Ní ahí con mosh ni mierdas, la hueá era presenciar mi banda favorita descargando su artillería. Todo bien, hasta que terminó el tema, había notado que la banda se quejaba del sonido. Pararon. Se había quemado el cabezal de un amplificador. ¡GRANDÍSIMA CONCHADEMIMADRE! Mierda, hasta ahí llegaba el concierto. Estábamos hasta el pico y yo tenía que volver a trabajar al otro día. Partió la gente de la organización a buscar un reemplazo, lo que les llevó casi una hora. Más Pantera…

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Bulldozer luego del atado del amplificador posterior a "Rise of the Predator".

Llegó la gente con el cabezal y la banda reinició la labor con el siguiente tema del set list, “A Breed Apart” de “Terror Abraxas”. ¡Ahora sí! K. K. Warslut, evidentemente ebrio, se quejaba por el retorno, pero, al menos desde donde estaba, todo sonaba la zorra. Siguieron temones (si bien los recuerdo, no recuerdo el orden, así que acá me apoyaré en diversas reviews de internerd), “Raped”, “The Last Revelation” (el único tema que no me gustó que incluyeran, ya que lo encuentro el único tema fome del “Phoenix Rising”), “Satan’s Hammer” donde me quedó el cuello y la garganta hechos mierda gritando “C’mon christan say your prayers, you won’t escape SATAN’S HAMMER”.
Mientras mi cuello descansaba un poco, presentaron al bajista que los acompañaba en la gira, lo cual me hizo pensar altiro que tocarían uno de los mejores temas de la banda y no me equivocaba, apenas terminaba la presentación, el tipo empezó a tocar las líneas de bajo de “I Am the Wargod” el tema más épico (no en el sentido mamsán happy metal) de la banda. ¡Aaaaarrrghhhh! Vuelto mono. Simplemente espectacular, salvo por el ya mencionado “The Last Revelation”, la banda estaba tocando todos los temas que yo considero los mejores. Estaba prácticamente viiendo un sueño.
Luego vino un tema del último disco que sacaron (“I am Not Deceived”, de acuerdo a los reviews de internerd), tema que nadie pescó mucho y pasó sin pena ni gloria, casi. Luego vino “Sons of Perdition” y estaba la pura cagá’, incluso, de pura cuea, alcancé a cachar a un hueón que andaba haciendo “stage diving” que venía directo a mí, logré agacharme y seguir enajenado viendo a DESTRÖYER 666. Mosh por todos lados. Los hueones vueltos locos. No recuerdo si fue a estas alturas del concierto; o después, K. K. empezó a decir que “estaba tocando como una putita (ya que estaba bien arriba de la pelota), y que pensaban volver pronto a tocar con todo”, promesa que ojalá se cumpla pronto.



Por ahí estoy. Encuentre al Bulldozer.

Siguieron un par de temas, a todo esto, andaba un guatón culiao de Puerto Montt con polera de Bathory del “Under the Sign of the Black Mark” saltando del escenario a cada rato, vociferando que él era más bacán, porque venía de Puerto Montt y era shúper comprometido y lo paró un amigo y le salió con el mismo discursito, a lo que este hueón le dijo (de grupo) que venía de Punta arenas y se fue callado el muy mierda. Igual en una lo alcance a esquivar, peor el pelo largo me jugó en contra y quedó agarrado de mi chasca y me mandó de raja. Considerando el peso y la velocidad a la que se tiraba, podría haberme sacado el cuero cabelludo. Salvé de cuea.
Después de estar en un concierto a toda raja, en el que incluso tocaron “Australian and Antichrist” y le cambiaron la letra a “Chilean and Antichrist” la banda se iba. K. K. insistía en que había tocado como una vil maraca y compensaría para la próxima… Nos quedamos un rato, pese a que yo estaba urgido por perder el bus, ya que todo se había largado caleta, pero empezaron a tocar “Satanic Speed Metal” y era imposible resistirse. Finalmente, remataron con “Lone Wolf Winter”… Casi me iba con el carro lleno con ese tema, tocaron CASI todos mis temas favoritos Con ese tema, la banda dio por terminado el concierto y yo estaba entre lelo y urgido por agarrar el bus, ya que me iba a comer un colosal pico si no llegaba a trabajar a Chillán al otro día, ya que el concierto era día miércoles. Ya habiéndonos convencido de que no volvían a salir, caminamos. Fui tentando a quedarme en Santiago, pero no podía. Caminamos desde el “Rock & Guitarras” hasta el terminal. Mis bus se había ido hace rato y no me quedaba plata. Afortunadamente un amigo me salvó con el pasaje a Chillán en un bus a las 00:30, llegué a este pueblucho de mierda a las 6 de la mañana, me duché y partí a ser un esclavo nuevamente, pero presa de una euforia que duró días, así como la torticolis y la afonía. Mis compipas después partieron al “Necrobar” y se toparon con Mersus y Shrapnel, quienes dijeron que K. K. Warslut se había quedado en el hotel porque estaba hecho mierda, ja… Así que a esperar que cumplan la palabra, aunque ya no esté Shrapnel, porque si K. K. decía que ese día tocaba como una putita, quiero puro escuchar cómo será con él inyectado y con todos sus sentidos…
Bueno, para que todo no sea color de rosas, les faltaron temas; “The Calling” y “Trialed by Fire”, en vez de “The Last Revelation”, y hubiera sido perfecto, pero tampoco me quejo. Lo oro eran los ahueonados que creían que estaban en el estadio y empezaron con el "¡Oléeeee, Oléee, Olé, Deströyer". Hueones pavos...