Mitrídates VI, el Grande.

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Mitrídates VI (el grande) fue el mayor enemigo de Roma en tiempos de Sila y Mario, un brillante general, lo cual es demostrado por sus conquistas y el hecho de que sólo los mejores generales de Roma podrían derrotarlo.



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Nació en el 132 a.C, hijo de Mitrídates V Evergetes y una mujer desconocida, era el heredero de un reino rico y antiguo llamado Ponto. Mitrídates demostró a temprana edad su inteligencia y habilidad para los idiomas. Plineo el viejo, en su Naturalis Historia, nos dice que:

Cuando Evergetes murió en el 120 a.C, Mitrídates tenia sólo 11 años de edad, por lo que tuvo que compartir el poder con su madre, que actuaba como regente.
En el 115 a.C, Mitrídates encarceló a su madre y asesinó a su hermano, ahora, Mitrídates VI Eupator Dionisio , era el único gobernante en el Ponto.
Mostró al principio de su reinado que clase de rey sería, a través de las exhibiciones de fuerza física y carácter, ambisionaba grandes conquistas.



Primeras conquistas:

Pronto tendría la oportunidad para mostrar algunas proezas marciales.
Pocos años después de ascender al trono, Mitrídates recibe una petición de ayuda por parte del rey Parisades V, del reino del Bósforo (moderna Crimea), en contra de los escitas y los sármatas que amenazaban su reino.

Los escitas y los sármatas, liderados por Saumacus, terminaron matando a Perisades. Mitrídates aprovechó el suceso para derrotarlos inmediatamente despues, impresionando a los sármatas en el camino tanto asi que se comprometerian a luchar junto a él en futuras campañas. También impresionó a los griegos que rescató ya que sus tierras fueron anexionadas al reino de Mitrídates, quien trasladó su capital de Sinope, en Asia Menor a Panticapaea (actual Kerch).

Mitrídates luego conquistó Cólquida y partes de Armenia Menor para añadir granos, población y oro a sus dominios. Sin embargo, cuando volvió a Asia menor, se encontró con que la provincia de Paflagonia se había declarado un estado libre y Frigia había sido conquistada por los romanos.



Primera Guerra Mitridática:

Mitrídates intentó en un principio resolver el asunto a través de una repartición de Paflagonia y Galacia entre él y Nicomedes III, el rey de Bitinia. Sin embargo, los dos tenían desacuerdos sobre el destino de Capadocia, esto llevó a Mitrídates a lanzar una invasión de Capadocia con su hijo en ley, Tigranes de Armenia en el 93 a.C. Pero todo fue en vano ya que justo un año después, el procónsul romano Sila, intervino y restauró el Reino de Capadocia.

Mitrídates estaba muy molesto y enojado, quería vengarse de los romanos y todo lo que necesitaba era una oportunidad. En el 90 a.C, Sila se vio obligado a dirigir su atención hacia el interior de la republica debido al estallido de la Guerra Social. Viendo esto como su oportunidad, Mitrídates decidió deponer al nuevo rey de Bitinia, Nicomedes IV, pero fue detenido por los romanos bajo el mando de Manio Aquilio. Aquilio queria utilizar el fallido intento de asesinato como excusa para que Nicomedes invadiera el Ponto, venganza. Pero Mitrídates era superior y derrotó a Nicomedes IV, matando a Aquilio en el corto plazo. Aprovechando este impulso derrota a los romanos y mas tarde, prometiendo la libertad y la reducción de impuestos, se gana a la gente, quien lo ve como un salvador. Una a una las ciudades y provincias de Asia Menor o bien fueron conquistados o desertan a Mitrídates, a la larga incluso cruzó el Helesponto hacia Grecia.

Mitrídates ordenó en el 88 a.C. la muerte de todos los romanos en Asia Menor, las fuentes antiguas dicen que 80.000 murieron (Los historiadores modernos piensan que la cifra real era mucho menor). Los romanos quedaron indignados y Sila, con cinco legiones completas llegó a Epiro y marchó a derrotar a Mitrídates.
En el 86 a.C, Sila logró derrotar a Mitrídates en una serie de batallas, y para el 85 a.C, Sila había logrado expulsar a Mitrídates de Grecia, pero debido al inesperado regreso de Mario a Italia, Sila tuvo que poner fin a la guerra rápidamente, asi que finalmente convenció a Mitrídates para juntarse con él en las ruinas de Troya.

En el Tratado de Dárdano, Sila exigió que Mitrídates pagara más de 2.000 talentos, entregara 70 buques de guerra (toda la flota) y devolviera los territorios adquiridos durante la guerra.



En morado oscuro: el reino de Ponto antes de Mitridates.
Morado: durante sus primeras conquistas.
Rosado: sus conquistas durante la primera Guerra Mitridática.



Segunda Guerra Mitridática:


Después del Tratado de Dárdano una tensa paz se apoderó de Asia Menor. En el año 83 a.C, el general romano Lucio Licinio Murena invadió el Ponto con la falsa acusación de que Mitrídates no había cumplido su promesa de regresar sus territorios adquiridos durante la guerra mediante la ocupación de algunas partes de Capadocia. Mitrídates que había estado a reconstruyendo su ejército, derrotó con facilidad a Murena y antes de que todo pudriera escalar a un mayor conflicto, Sila intervino y ordenó a Murena que cesara sus ataques. Al final fue algo sin importancia alguna.



Tercera Guerra Mitridática:

El tercer y último conflicto entre Mitrídates VI y Roma se inició en el 74 a.C.
Entre los años 83 al 74 a.C, Mitrídates había comenzado lentamente a reconstruir su ejército para una nueva guerra con Roma, una guerra que estaba decidido a gana.

Cuando en el año 74 a.C el rey Nicomedes IV murió, su voluntad fue darle todos sus territorios a Roma. Indignado, Mitrídates declaró la guerra a la República romana (la cual ya pasaba por un complejo momento al tener una gran rebelion en la peninsula Iberica, al mando del general Quinto Sertorio).
Rápidamente logró derrotar a los romanos que estaban bajo el mando del cónsul Mario Aurelio Cota en Calcedonia, pero Mitrídates fue incapaz de dar seguimiento a su victoria, a causa de esto, fue derrotado por el general Lucio Licinio Lúculo en Cícico.

Después de esta derrota Mitrídates se refugió en Armenia con su aliado, Tigranes. De allí Mitrídates ganó una serie de batallas contra los subalternos de Lúculo, quien a causa de un motín entre sus tropas (ya que habian cumplido mas de 20 años de servicio), lo sustituyeron por Cneo Pompeyo Magno en el 66 a.C.

Pompeyo era un gran comandante, mucho más habil que cualquiera de los otros comandantes a los cuales Mitrídates se había enfrentado hasta entonces. Mitrídates se encontró otra vez huyendo de los romanos en el año 64 aC, esta vez a Panticapaea en el Bósforo. Desde la seguridad relativa en el otro lado del mar negro, Mitrídates planea una invasión a Italia a través del Danubio. Esto se vio interrumpido sin embargo, cuando su hijo, Farnaces II, dirigió una gran parte del ejército en la rebelión contra la guerra. Cuenta el mito que Mitrídates temiendo lo peor, intentó envenenarse, pero la inmunidad que en su juventud adquirió hizo que el veneno fuera inutil (ingeria arsenico en cada comida, mas tarde elevaria las cantidades todo debido al miedo que tenia de ser envenenado), así que finalmente tomó su espada y se apuñaló. Asi muere el mas grande enemigo de Roma en Asia menor.

Después de encontrar a su padre muerto, Farnaces envió el cuerpo a Pompeyo como muestra de sumisión. Pompeyo trató al cuerpo con todo el respeto debido ya que era un gran enemigo de Roma. Hasta le dio un entierro real en Sinope.
Testigo del caso, el gran orador Cicerón, en su epitafio a Mitridates:

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Fuentes:

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