Esta humedad se mide en antónimos y de acuerdo a mi mismo aquellos insectos ya no deberían ser capaces de reproducirse pero cuando una incógnita juega a las escondidas entre los barrotes de una hoja en blanco sucede que de pronto Egipto me queda más cerca que la taza de café esa que evapora el cortisol para convertirlo en ecuaciones de segundo grado no grabo desnudo porque después me acostumbro y estoy cuidando mi barba por si algún día ponen mi cara en un billete de un dolar ¿Cuantas habitaciones podría alquilar solo con mi mirada? acaricio mi locura como si fuera un Braco francés anestesiado luego de una operación para quitarle un tumor cancerígeno si me asaltan las carcajadas en medio del sena que arrojen un salvavidas para los demás pasajeros voy a cuidar que mi croquera no se moje porque o sino debería afeitarme la barba y entonces no habría aguinaldo para los trabajadores ni bolsa de valores... es más si pudiese hacer música solo con las piezas que nunca aprenderé a interpretar seguramente ya estaría nadando en mi propia piscina, lo cual no tiene por que ser bueno pero es en cierto modo reconfortante... ya no quedan encendedores que llamen mi atención, ni cortes de cabello ni temas de conversación si todos hablan de la sal en algún momento alguien tiene que comprar un kilo de azúcar entonces todos correrán a saborear el éxito desenfrenado de la intuición por sobre la lógica colectiva en fin... dos cantaurias tres cantaurias... Autor: Ben Nicholas.
Excelente poema, muy bonito. _______________________________________________________ Soy mesero en restaurantes del Grupo Pampas / Me identifique mucho con el poema.