TRUMP: "Putin es un genio y su estrategia es maravillosa, EE.UU debe aplicarla con México"

Putin es un hombre muy inteligente: Donald Trump

“Podríamos usar eso en nuestra frontera sur”, dijo el ex presidente #DonaldTrump al felicitar a #VladimirPutin por reconocer la independencia de #Donetsk y #Lugansk, dos provincias al este de Ucrania, y enviar tropas a la región.

Donald Trump califica de "maravillosa" la estrategia de Putin en Ucrania y propone que EEUU la aplique a México"

El ex presidente de EEUU defiende la invasión rusa de Ucrania, aunque matiza que si él no hubiera perdido las elecciones y siguiera de presidente, ésta no se habría producido


Donald Trump junto a Vladimir Putin, en una imagen de archivo. BRENDAN SMIALOWSKIAFP

En la crisis de Ucrania, una parte del Partido Republicano de Estados Unidos apoya a Rusia. Y ése es el caso del ex presidente Donald Trump. Ya durante su Presidencia, Trump dejó claro que profesa una marcada admiración por Vladimir Putin y, ahora, ha vuelto a dejarlo claro. Trump ha defendido la invasión rusa de Ucrania, aunque ha matizado que, si él no hubiera perdido las elecciones y siguiera de presidente, ésta no se habría producido. Su ex secretario de Estado, ex director de la CIA, y posible candidato a la Presidencia en 2024, Mike Pompeo, ha hecho lo mismo, al calificar a Putin de "estadista de gran talento".

Trump, además, ha propuesto que Estados Unidos haga lo mismo en su frontera, lo que parece indicar que piensa que la idea de invadir México le parece interesante. De hecho, su ex asesor en materia de Defensa, y nominado al cargo de embajador en Alemania -aunque no fue ratificado por el Senado Douglas Macgregor-, ya había propuesto fusilar sin juicio a los inmigrantes ilegales en EEUU.

Así lo dejó claro en una entrevista radiofónica el martes, justo unas horas después de que Rusia invadiera Ucrania. "Lo vi ayer en televisión, y dije: 'esto es una genialidad'. Putin declara que una gran porción de Ucrania es independiente. Es maravilloso. Y yo dije: "Hace falta ser listo". Y él va y se va a convertir en la fuerza de paz. Es la fuerza de paz más potente. Podríamos hacer eso en nuestra frontera sur", afirmó, en referencia a México. El ex presidente continuó su explicación al ofrecer más detalles: "Es la fuerza de paz más potente que he visto nunca. Nunca había visto tantos tanques". Trump también elogió, como suele ser habitual en él, a Putin. "Aquí hay un tipo que es muy hábil. Lo conozco muy bien. Muy, muy bien".

El ex presidente insistió en que "esto [en referencia a la invasión rusa de Ucrania] nunca hubiera sucedido con nosotros", en referencia a su mandato como presidente. "Si yo hubiera estado en el cargo, esto habría sido inconcebible. Nunca hubiera sucedido". Como suele ser habitual, el Partido Republicano, que hasta que llegó Trump a la Casa Blanca era el más 'duro' en política exterior, ha guardado un estricto silencio ante las palabras del ex presidente. Tan solo el sector crítico, simbolizado por los representantes Liz Cheney y Adam Kinzinger, ha criticado al ex presidente. En todo caso, Kinzinger deja la Cámara este año, y Cheney afronta unas complicadas primarias frente a una candidata pro-Trump, con lo que su peso no es más que simbólico.

Las declaraciones de Trump no solo son consistentes con su afinidad con Putin sino, más allá de eso, con su visión de las relaciones internacionales. El ex presidente -y probable candidato en 2024- siempre ha mostrado una gran admiración por los líderes duros. O, lo que es lo mismo, por los dictadores. Y su idea del uso de la fuerza no ha sido nunca moderada.

Durante su campaña a la Casa Blanca, en 2016, el entonces presidente sorprendió a sus asesores al plantear por qué Estados Unidos no había usado bombas atómicas desde la Segunda Guerra Mundial. En esa misma campaña, Trump dijo que EEUU debería haber invadido Irak para quedarse con el petróleo de ese país, lo que constituye una violación del Derecho Internacional (muchos arguyen que la invasión en sí misma también lo fue). En 2018, cuando decidió, tras una conversación telefónica con el presidente ruso, Recep Tayyip Erdogan, retirar a los soldados estadounidenses de Siria, accedió, a instancias de sus generales, a dejar un contingente en la región petrolera de ese país, presumiblemente con la idea -equivocada- de que los hidrocarburos sirios fueran a EEUU. Paradójicamente, los generales y asesores de seguridad nacional engañaron a Trump, y aprovecharon esa excusa para dejar a la gran mayoría de los militares estadounidenses en Siria.

Pero Trump no es el único que defiende a Putin en EEUU. Comentaristas televisivos, como Tucker Carlson y Maria Bartiromo, de Fox News, también lo han hecho, lo mismo que el líder evangélico Franklin Graham. Y ahí se encuadra, también, Mike Pompeo. En el último mes, Pompeo ha intervenido en Fox News elogiando en repetidas ocasiones a Putin, al que ha calificado de "estadista capaz", "hábil" y "con talento".

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2022/02/23/6216655021efa074298b45a4.html

 

Cómo los republicanos pasaron del 'imperio del mal' de Reagan a los elogios de Trump a Putin


Un hombre lleva figuras de cartón del expresidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump durante el primer día de la Conferencia de Acción Política Conservadora el 24 de febrero en Orlando. (Jabin Botsford/The Washington Post)
Por Marc Fisher
Hoy a las 6:00 am EST

Durante décadas, la postura del Partido Republicano sobre los dictadores de Rusia y las tácticas expansionistas fue sólida como una roca: desde Dwight D. Eisenhower hasta Richard Nixon y Ronald Reagan, Rusia, entonces la Unión Soviética, fue el principal enemigo de Estados Unidos, no confiable, anti-libertad. Era, en la famosa formulación de Reagan, el “imperio del mal”.

Esta semana, mientras muchos republicanos criticaron el ataque total del líder ruso Vladimir Putin contra Ucrania, el expresidente Donald Trump y algunos de sus aliados instaron a Estados Unidos a mantenerse al margen del conflicto y elogiaron a Putin, incluso presentándolo como un “pacificador”. como dijo Trump.

“No busque la consistencia en la política republicana”, dijo Craig Shirley, biógrafo de Reagan y consultor político republicano desde hace mucho tiempo. “El Partido Republicano en este momento es un poco esquizofrénico. El anticomunismo y el amor por la libertad solían ser el pegamento que mantenía unido al partido, pero ahora las actitudes hacia Rusia se han mezclado con la política interna”.


En el Congreso, en los medios conservadores y en los campos de batalla de las redes sociales donde gran parte de los Estados Unidos derechistas discuten sus diferencias, la invasión rusa de Ucrania pareció abrir una brecha entre Trump y algunos de sus antiguos seguidores leales.

En el Capitolio, los senadores republicanos generalmente se apresuran a estar de acuerdo con casi todo lo que dice Trump y emitieron declaraciones que se alinearon con las reacciones republicanas a la agresión rusa durante las últimas siete décadas. Uno de los aliados más vocales de Trump, el senador Ted Cruz (R-Tex.), elogió las sanciones que el sucesor de Trump impuso contra Putin. “El presidente Biden ahora ha tomado medidas positivas”, dijo Cruz, y agregó que “todavía queda mucho por hacer para disuadir y contrarrestar la amenaza que Putin representa para nuestros aliados en Ucrania y en toda Europa”.

El senador Todd C. Young (R-Ind.) elogió de manera similar las sanciones de Biden y dijo que “Putin está atacando el orden democrático basado en reglas que ha beneficiado a innumerables estadounidenses y millones en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos debe respaldar al pueblo ucraniano brindándole asistencia adicional de inmediato, incluido equipo militar y ayuda letal”.


Pero otros republicanos se acercaron más a Trump, quien en Fox News promocionó su “buena relación” con Putin y sugirió que el presidente ruso había atacado a Ucrania solo por la “debilidad” de la administración Biden. En Ohio, el candidato al Senado y partidario de Trump, JD Vance, dijo en un podcast que “realmente no me importa lo que le pase a Ucrania de una forma u otra”, y tuiteó que “nuestros líderes se preocupan más por la frontera de Ucrania que por la nuestra”.


El presentador más popular de Fox, Tucker Carlson, menospreció la idea de que Putin es un enemigo: "¿Por qué odio tanto a Putin?". dijo . _ “¿Putin alguna vez me ha llamado racista? ¿Me ha amenazado con despedirme por no estar de acuerdo con él?

“Te da vueltas la cabeza, ¿no?” Shirley dijo. “El partido está buscando un significado más allá del antibidenismo, y no hay una posición única”.


Una de las principales causas de la división republicana de Putin y su invasión de Ucrania es el cambio dramático en la retórica y la política que Trump introdujo en los mensajes del partido, comenzando en su campaña de 2016 y continuando durante su mandato en la Casa Blanca y su amargada pospresidencia. .


Con su retórica de “Estados Unidos primero” y sus políticas de alejarse de la OTAN y otras alianzas de EE. UU. con las democracias occidentales, Trump aprovechó la incomodidad estadounidense de larga data de involucrarse en los problemas de otros países. Esa actitud se remonta a los fundadores; Thomas Jefferson advirtió contra las “alianzas enredadas”.

En diversos grados, esa alergia a zambullirse en crisis extranjeras ha surgido periódicamente en la historia de Estados Unidos, especialmente en tiempos de desorden económico y dislocación tecnológica. Especialmente después del trauma de la Primera Guerra Mundial, otra época en la que una pandemia mortal trastornó profundamente la vida estadounidense, el aislacionismo se volvió persistentemente popular. Y se ha mantenido como un error ocasionalmente recurrente en ambos partidos, a menudo envuelto en antagonismo hacia los inmigrantes, los grupos minoritarios, Wall Street y la academia. Los líderes republicanos hicieron campaña durante décadas para controlar a Rusia, desde la declaración de Eisenhower de que la Unión Soviética representaba una “depravación impía en el gobierno” hasta la caracterización de Rusia del candidato presidencial republicano Mitt Romney en 2012 como “nuestro enemigo geopolítico número uno”.

Los políticos y legisladores del establecimiento del país generalmente se han inclinado hacia que Estados Unidos desempeñe un papel activo en los asuntos internacionales. Estados Unidos es, como dijo Madeleine Albright, secretaria de Estado de Bill Clinton, “la nación indispensable” en el comercio, sin duda, pero también en asegurar la paz, frenar el extremismo y difundir la democracia.

Pero durante los períodos de política populista, y especialmente cuando surgen guerras en el extranjero, muchos estadounidenses abrazan a los políticos que predican un enfoque fuerte, si no total, en los asuntos internos. En 2013, por ejemplo, con las fuerzas estadounidenses aparentemente empantanadas en Siria, Irak y Afganistán, el porcentaje de estadounidenses que dijeron a los encuestadores que el país debería "ocuparse de sus propios asuntos a nivel internacional" saltó al 52 por ciento, la primera vez que una mayoría expresó esa opinión en medio siglo, según una encuesta del Pew Research Center .


Esa actitud ha sido particularmente popular entre los votantes republicanos en los últimos años, según indican las encuestas.

“Siempre he sido republicano debido a las posiciones del partido a favor de la libertad, el libre mercado, el gobierno limitado y una fuerte defensa”, dijo Joe Walsh, un excongresista republicano de Illinois que apoyó a Trump en 2016 pero luego lo criticó duramente como presidente. “Pero luego vino Trump y su enfoque autoritario, que conectó con los votantes que realmente querían que un hombre fuerte construyera un muro, mantuviera fuera a la gente de color y cerrara CNN. Ahora la base populista del partido se ha radicalizado y ha hecho metástasis más allá del propio Trump”.

Walsh, ahora un podcaster que se considera un hombre sin partido, dijo que las viejas actitudes republicanas hacia Rusia aún existen en los corazones “de muchos de mis antiguos colegas en la Cámara. Todavía creen en el internacionalismo de Reagan, en ser duros con Rusia”, dijo. "Pero no dicen nada porque saben dónde está la base: con Trump y Tucker Carlson, diciendo: 'Putin es bueno, Biden es malo y no quiero que suban los precios de la gasolina'".

La división del partido fue evidente cuando misiles rusos cayeron en varias ciudades ucranianas y Trump defendió al líder ruso. “No creo que él quisiera hacer esto inicialmente”, dijo Trump sobre Putin en Fox News. Un día antes, en un podcast conservador, Trump llamó a Putin un “genio” por declarar dos regiones de Ucrania como países independientes y dijo que “va a entrar y ser un pacificador. ”


La aversión de Trump a retratar a Rusia y Putin como enemigos de Estados Unidos fue evidente desde el comienzo de su carrera política en la vejez. Durante la campaña de 2016, se movió para borrar de la plataforma republicana cualquier mención de proteger a Ucrania de los designios de Putin. Y elogió repetidamente a Putin a lo largo de su presidencia.


Pero, ¿por qué gran parte del liderazgo político republicano y la base de votantes del partido cambiaron tan fácilmente del anticomunismo tradicional y la sospecha de los motivos rusos a una aceptación o incluso un abrazo de Putin y sus formas autoritarias?

Walsh argumenta que cuando él y otros jóvenes republicanos se sintieron atraídos por las candidaturas de Reagan en la década de 1980, quedaron cautivados por “la idea general de fortaleza después de la debilidad de Jimmy Carter y por su promesa de sacar al gobierno de sus vidas. La fuerte postura de Reagan contra la Unión Soviética nunca fue el verdadero atractivo”.

“Voté por Trump en 2016 en parte porque no era intervencionista, al diablo con el resto del mundo”, dijo Walsh. “Lo que más me entristece es que no vi venir suficientemente este abrazo del autoritarismo”.

fuente: https://www-washingtonpost-com.translate.goog/nation/2022/02/25/how-republicans-moved-reagans-evil-empire-trumps-praise-putin/?