Los suicidios que pesan sobre Gordon Ramsay

Gordon Ramsay es un chef mundialmente conocido por su participación en reality shows de cocina. A menudo, estos espectáculos facilitan las diatribas llenas de insultos que tanto caracterizan a Ramsay. Desafortunadamente, cabe la posibilidad de que el cruel comportamiento del chef vaya más allá del simple entretenimiento a una audiencia. Al menos tres individuos ridiculizados por Gordon Ramsay en estos programas de televisión terminaron suicidándose.

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El imperio de Gordon Ramsay.
Los agitados arrebatos de Gordon Ramsay en estos programas de televisión le han traído mucha fama. Y su personalidad aflora con todo esplendor en la programación de la BBC, donde su vocabulario tiene mínima censura y las palabras fluyen como una avalancha de vileza.

En cierto momento, Ramsay llegó a participar en varios de estos programas simultáneamente. Las recompensas de destacar bajo el liderazgo del chef van desde los premios en efectivo, los trabajos en restaurantes importantes hasta las carreras exitosas. Y perder significa convertirse en objeto de toda su ira.

En el imperio de entretenimiento que mantiene Ramsay destaca el programa MasterChef, competencia donde los concursantes deben satisfacer el exigente paladar de los jueces con sus talentos culinarios. En la tercera temporada de la emisión original apareció un concursante llamado Joshua Marks, un afroamericano de más de dos metros de altura que se las arregló para llegar a la ronda final, donde Christine Ha terminó venciéndolo.

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Según la familia de Marks, el estrés producto de su participación en el programa deterioró su salud mental. Eventualmente lo diagnosticaron con esquizofrenia y trastorno bipolar. En medio de un altercado con la policía, el hombre afirmaba estar poseído por Gordon Ramsay y ser Dios.

Los suicidios.
En octubre del 2013, los vecinos observaron a Marks deambulando por el barrio con una pistola. Su madre acudió a asistirlo, pero era demasiado tarde: localizó el cadáver en un callejón cercano. Se determinó que la causa de muerte era un disparo de bala autoinfligido en la cabeza.

Rachel Brown.
Hell’s Kitchen tiene un formato similar a MasterChef. La gran diferencia es que la competencia inicia en equipos, hasta que se eliminan los suficientes concursantes para pasar a un modo individual. Es un reality show con premios atractivos que van desde los US$ 250,000 hasta el puesto de chef ejecutivo en un restaurante propiedad de Ramsay.

La edición de Hell’s Kitchen en 2006 contó con la participación de Rachel Brown, quien finalmente quedó en el quinto puesto. Un año después, la policía de Texas localizó a Brown muerta en su propia casa. La mujer de 41 años, al igual que Marks, se quitó la vida con un tiro en la cabeza.

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Joseph Cerniglia.
Ramsay apostó por un nuevo formato con Kitchen Nightmares. En este programa, el prestigioso chef visitaba restaurantes para rescatarlos de la quiebra. El programa seguía un formato similar en cada capítulo: la visita de Ramsay para probar la comida (regularmente esculpiéndola) y un desprecio sin filtros hacia los empleados y propietarios del lugar. Posteriormente rehabilita el negocio, reforma el menú y da una nueva imagen al edificio.

Siendo justos, el fracaso de estos restaurantes era altamente probable. El personal de Ramsay solo se acercaba cuando detectaba negocios al borde de la bancarrota. De hecho, la mayoría de los negocios que aparecieron en Kitchen Nightmares terminaron cerrando. Es el caso del restaurante Campania, que en 2007 dirigía Joseph Cerniglia durante la intervención de Gordon Ramsay.

Ubicado en la localidad de Fair Lawn, Nueva Jersey, el negocio estaba a punto de cerrar. Sin embargo, tras la intervención de Kitchen Nightmares parecía que el Campania volvería a prosperar pese a las enormes deudas que arrastraba. Desafortunadamente, en 2010 se supo que Joseph Cerniglia se suicidó arrojándose desde el puente Washington al río Hudson.

Tal vez solo es ironía del destino, pero durante su estancia en el Campania el propio Ramsay le dijo al chef que, si no cambiaba las cosas, el negocio
“terminaría nadando en el río Hudson”.

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